Esta web posee toda la documentación correspondiente al concurso convocado para el Teatro de la Zarzuela. Dado que no somos Wikileaks, no es cuestión de publicarla aquí, pero sí de plantear una serie de preguntas tras el análisis que de la misma han realizado nuestros colaboradores.

¿Se han hecho públicos los criterios por los que el INAEM evaluará los méritos de los candidatos presentados?

¿Cómo es posible elaborar un proyecto serio, completo, bien argumentado y que valga como base para un plan director de cinco años con una información tan insuficiente y poco transparente? Más aún teniendo en cuenta que para los próximos años se anuncian recortes del 12% del presupuesto, si no son aún mayores. ¿Cómo se va a realizar un plan de racionalización de los recursos si no se ofrece un desglose de los gastos de personal de gestión, técnico, de sala o coro, ni se sabe el coste de mantenimiento y conservación del teatro, ni los gastos de suministros y bienes y servicios generales, ni los acuerdos económicos alcanzados para el alquiler de salas de ensayo y almacenes?

¿Cómo se puede realizar un cálculo estimativo realista para establecer un marco financiero de las operaciones comerciales si las cifras que se ofrecen son generales, imprecisas y no están desglosadas? ¿De qué manera se puede proponer un plan de ahorro en algunas partidas (por ejemplo, alojamiento de compañía y artistas, viajes, cachés artísticos) si no se informa de a qué corresponde cada cifra más allá de epígrafes muy difusos? ¿Por qué faltan datos como la entrada de dinero por alquiler de la sala, coproducciones o publicidad?

¿Por qué no se informa sobre las condiciones laborales del personal (ya sea funcionariado o laboral)? ¿Por qué no hay una relación de puestos laborales que especifique qué labores hace cada empleado (sobre todo el cuerpo técnico), las horas de trabajo necesarias y los turnos de trabajo y libranza para valorar si está sobredimensionado? ¿Por qué no se habla de los problemas constantes que existen con el coro y de la relación contractual de cada uno de los integrantes con el teatro, de sus excesivas exigencias «sindicales» y las complicaciones derivadas de ello? ¿Se cuenta acaso con algún mecanismo eficaz para exigir una mejora considerable en la calidad artística del coro teniendo en cuenta su estatus contractual? Lo mismo puede aplicarse a los técnicos. ¿Por qué no hay un informe que detalle la relación contractual del personal laboral contratado con el que se encontrará el próximo director (condiciones laborales y salariales, fechas de vencimientos de contratos, etc…)?

Es especialmente reseñable que no se dé noticia del gasto integral por salarios del coro. ¿Es justa su remuneración teniendo en cuenta las horas trabajadas anualmente?

En cuanto a las giras, no hay desglose ni referencias de las cifras estimativas de alquiler de producciones (150.000 – 250.000 euros). ¿Por qué no se dan cifras reales y concretas de las producciones que están en gira para conocer la realidad? Tampoco se da ningún dato sobre las escasas giras internacionales. Tan sólo se nombran.
Se habla de un convenio con Oviedo para llevar producciones a esa ciudad, pero no se explica en qué consiste ese convenio. ¿Por qué no hay datos sobre la ocupación en giras? ¿De veras son necesarios todos los técnicas que suelen asistir a las giras encareciendo sobremanera el caché integral de alquiler?

De la programación, se advierte que hay fechas ocupadas para el Ballet Nacional de España, la Compañía Nacional de Danza y los ciclos de Lied y de jóvenes intérpretes. Se dan cifras de funciones, pero no de periodo de ocupación del escenario. ¿Por qué?

Se ofrecen pocos datos sobre la composición social del público, más allá de unos porcentajes que diferencian en tres categorías de edades (mayores de 65 años y público infantil) y no hay ningún dato sobre la evolución de ese público en los últimos años. Esto sería especialmente necesario en un teatro cuyo público envejece progresiva y velozmente. Tampoco se ofrece ningún análisis sobre la ocupación de público por meses y por días de la semana. Este es un dato importante porque habría que buscar la manera de que los días de menor ocupación puedan desarrollarse planes especiales para atraer a más público.

Hay un departamento de coordinación pedagógica y educativa, ¿por qué no se explica qué función tiene y qué acciones lleva a cabo? ¿Cuándo, en qué horario y cómo se organizan las funciones pedagógicas?

¿De veras puede valorarse la actividad de un teatro en tan sólo 20 exiguas páginas?

No puede elaborarse el proyecto para un teatro sin información completa sobre lo que hay dentro de él y esto no le interesa difundirlo al INAEM porque nadie entendería cómo no ha tomado medidas hace años. Vamos, que se trata de una auténtica chapuza con una finalidad que no se nos escapa. Mucho mejor hubiera sido llamar a un despacho al candidato deseado y ponerle al tanto para ver si aceptaba el reto.