Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

Últimas 20 entradas

Últimos tuits de Beckmesser

NOTA DE PRENSA: IX FIAMPSE
NOTA DE PRENSA: XVI Encuentro de Robles de Laciana con Rosa Torres-Pardo
Por Publicado el: 30/07/2013Categorías: En la prensa

Plácido Domingo: «No podría cantar los bandos»

Plácido Domingo: «España se va para arriba de forma definitiva»

EL MUNDO, 29-07-2013. Manuel Jabois

Dice que quiso ser portero; mucho tuvo que cantar para llegar a ser Plácido Domingo. Acaba de superar una embolia pulmonar («¡no te he dicho qué tal estoy!», dice al final de la entrevista) y se estrena en EL MUNDO como hijo predilecto de Madrid

En el Meliá Fénix Plácido Domingo, una tarde de verano, levanta expectación sorda que deviene en furibunda al ponerse de pie. «Es usted el más grande», le espeta una joven. Domingo está en forma.

Pregunta.- ¿Madrid es diferente de hijo predilecto?

Respuesta.- Madrid es la calle Ibiza donde nací. Mi primo Jaime y yo allí en bicicleta a toda pastilla por el pasillo. Recuerdo a mis padres en la zarzuela y a mi tío Pascual de gerente del cine Rex en la Gran Vía.

P.- Cánteme su primera canción, maestro.

R.- Ay Tani que mi Tani que mi Taaaani , aaaaay Tani, Tani morena, gitana más buena no habido ni habraaaá. Con ella gané un concurso en México. Me llevé un balón.

P.- ¿Cuál fue más dura, su adolescencia o la de sus cuerdas vocales?

R.- Yo cantaba en los coros con mis padres y de repente me cambió la voz. Andaba tristísimo y me decían los amigos de mis padres: «Plácido, qué bien está tu voz». «Qué va, yo he perdido una octava». Perder una octava viene a ser que has perdido doce notas. «Que no, que eso es que estás cantando con voz de hombre». Pero me daba igual.

P.- A usted qué le hace cantar.

R.- La pasión.

P.- Pero quiso ser portero.

R.- Un día Hans Krankl se empeñó en chutarme en Viena. Los paraba más o menos bien, pero luego empezó a tirar con muchísimo efecto y yo eso ya no lo había visto nunca. En una que me vino a la cara metí la mano y ahora este dedo no puedo doblarlo. Me volví delantero. Y un día marqué siete goles tras siete asistencias de Krankl.

P.- ¿Quién es su ojito derecho en el vestuario del Madrid?

R.- Yo soy completamente ronaldista. Entiendo la grandeza de Messi y sé que es difícil decir quién es más grande. Para Messi ha jugado el Barça y Ronaldo se ha tenido que buscar más la vida.

P.- ¿Qué ópera de despedida le canta a Mourinho?

R.- Hay una ópera que se traduce «Irse y volver». Dicen que es soberbio, pero a veces te atacan tanto que ya no sabes cómo defenderte. Con un nombre tan grande la prensa va detrás de ti y a cualquier cosa que digas y no les guste, la toman contigo. Lo peor que le pudo pasar no fue levantar la Champions. Algún día podría volver al Madrid a ganarla.

P.- Cuente cuando levantó a Dios con su voz.

R.- Fue Benedicto XVI. Estábamos en el campo de béisbol. Él estaba sentado en una silla asistiendo al concierto y yo al terminar de cantar fui hacia él a arrodillarme. Y de repente, cuando me dirijo hacia allí, veo que se levanta y viene hacia mí.

P.- Menos mal que no se arrodilló él.

R.- ¡No, no! Pero déjeme que le diga: me parece inverosímil que haya dos papas vivos. Yo le canté a Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Tengo muchas ganas de cantarle a Francisco. Va a atacar a muchas cosas que están mal en la Iglesia.

P.- ¿Qué salió mal con Urdangarin, con el ojo que tiene el Rey?

R.- No me meto. Como ellos estaban viviendo en Washington vinieron a alguna función con los pequeños, y es la única relación que tuve.

P.- Tal y como están las cosas va a tener que componer usted el himno de la corrupción.

R.- Hay casos tremendos pero, por ejemplo, hay algo que se hace en todo el mundo, sobre todo en los United States of America. Allí hay muchísimas personas y corporaciones que gastan millones de dólares en apoyar las candidaturas. En Inglaterra está prohibido y la campaña no existe. Pero en EE UU las cantidades que se gastan son altísimas. No sé en qué grado han tenido los partidos esa ayuda, pero no es algo que no exista fuera.

P.- ¿Ve al Rey volviendo a las escopetas?

R.- Estamos en un momento en que la economía de España se va a ir para arriba de una manera definitiva. Se habla de que a principio de 2015 estemos al nivel de Alemania.

P.- ¿Usted no quería ser alcalde?

R.- (Risas) Bueeeeeno. Un día llegué aquí y dije: «Qué bonito es Madrid. Este pueblo me fascina. Si tuviera tiempo sería alcalde, pero tendría que retirarme de lo que hago».

P.- Puede cantar los bandos por las plazas.

R.- ¡Qué va! Y eso fue lo que expliqué a la prensa, pero en nuestra España estas bromas no se entienden. Un día me encontró Álvarez del Manzano y me dijo: «Bueno, Plácido, ¿cuando yo termine vienes tú?».

P.- ¿Escucha a Justin Bieber en la intimidad?

R.- Hicimos una gala juntos con más artistas en Verona. Nos cruzamos por los pasillos detrás del escenario y con él venían dos guardias. Al irme acercando debieron suponerme un fan e hicieron el gesto de que me iban a apartar. Yo me iba a echar a un lado porque respeto la seguridad. Lo que ocurrió fue que él mismo se dirigió a mí y me saludó.

P.- ¿Le gusta?

R.- Me pareció muy gracioso porque no canta. Las chicas están como locas y todo el tiempo cantan y gritan con él, ¡así que él no necesita cantar! Yo estaba casi a su lado mirándolo y no le escuchaba a él. Las chicas sólo cantan y se desmayan todo el rato. Es maravilloso.

P.- Tiene que acostumbrar al público de la ópera para que usted pueda descansar la voz.

R.- ¿Se imagina?

P.- Las dominguiliebers.

R.- Pues hay mucho apasionado de la ópera, pero me temo que no van a cantar conmigo.

banner-calendario-conciertos

calendario operístico 2023