Los manifestantes reclaman que Netrebko no cante, este jueves, en la ROH

La presencia de Anna Netrebko en Londres, donde el próximo jueves debería inaugurar la temporada de la ROH, en un nuevo montaje de Tosca, concebido para su regreso a Covent Garden, amenaza con crear un problema de orden público, si las manifestaciones en contra de esta soprano, que comenzaron ayer mismo, van en aumento. Destacados miembros del laborismo, pero también del partido conservador, ya han pedido que se cancelen sus previstas actuaciones, mediante un comunicado.

Los manifestantes piden que se cancelen las actuaciones en la ROH

Puede que en la placidez otoñal española, solamente alterada por los incendiarios discursos de los principales rivales políticos, las grandes polémicas operísticas internacionales pasen desapercibidas. Pero los medios ingleses están dando buena cuenta de una, en particular, que lleva tres años desarrollándose, y que esta misma semana amenaza con explotar, ahora, en Londres.

Ayer, domingo, comenzaron las protestas en la calle contra la presencia de la soprano rusa en el principal escenario lírico del Reino Unido, la ROH, Covent Garden, de la capital británica. Después de largos meses vetada, por su supuesta afinidad hacia las políticas de Vladimir Putin, y en especial en lo que respecta al conflicto de la guerra de Ucrania (del que ella intentó desvincularse a partir de la publicación de un par de comunicados), a la gran diva de nuestro tiempo se le han vuelto a abrir ahora las puertas del coliseo londinense, a lo grande.

En la temporada a punto de comenzar, Netrebko va a protagonizar la aguardada nueva producción de Tosca que inaugura allí el curso. Pero, además, la artista suma otros dos compromisos: un concierto, para festejar aún más su regreso, y otra ópera pucciniana, Turandot.  Aunque aún está por verse si el teatro cumplirá esos tres contratos, sobre todo a raíz de la creciente ola de indignación que alcanza a parte de la clase política británica, y a los ciudadanos (mayormente los refugiados ucranianos), que ya han comenzado a movilizarse frente a la venerable institución musical.

Existe, en estos momentos, un gran debate en el Reino Unido, reflejado en todos los principales medios, acerca de la oportunidad o no de que la ROH consienta las actuaciones previstas de Anna Netrebko. Y por una vez, las voces contrarias a la intérprete han unido a personalidades de partidos con muy distintas sensibilidades.

En un manifiesto publicado por The Guardian, hace unos días, destacados miembros de los partidos laborista y conservador, una ex primer ministro de Australia y el conocido filósofo francés de derechas, Bernard Henri-Lévy, solicitaron que no se abrieran las puertas de los espacios culturales británicos “a los propagandistas de Putin en Occidente”, asimilando a la soprano con quienes promueven las particulares doctrinas del presidente ruso en el mundo.

El estreno de esta semana se producirá, casi con toda seguridad, este jueves. Pero, mientras Putin ha decretado que se redoblen, estos mismos días, los ataques militares sobre Ucrania (donde ayer perdió la vida un niño), las autoridades del Covent Garden (cada vez más cuestionadas, incluso por colegas como el director del Met de Nueva York, Peter Gelb) van a tener muy complicado contener las protestas contra Anna Netrebko, a la que una parte muy importante de la opinión pública he decidido no creer e identifica con el presidente de su país.

Por cierto, ¿qué pasará con la diva rusa en el Teatro Real madrileño, donde tiene previsto actuar el próximo verano en unas funciones anunciadas de Il Trovatore? Aún falta mucho, ¿pero se pronunciará el ministerio de Cultura, como en el caso de Plácido Domingo, cuyo veto aun no se ha levantado pese a no recaer sobre el histórico tenor ninguna condena en su contra?