Bartók, protagonista absoluto de la nueva producción del Teatro Real
El Teatro Real presenta, por primera vez en su escenario, el ballet-pantomima El mandarín maravilloso y la ópera El castillo de Barbazul, ambas de Béla Bartók. Se ofrecerán cinco funciones del Programa Bartók, entre el 2 y el 10 de noviembre, de una nueva coproducción del Teatro Real con la Ópera de Basilea, donde se estrenó, con gran éxito, en 2022. Christof Loy vuelve al Real, haciendo tándem en lo musical con Gustavo Gimeno, con quien ya colaboró en la temporada pasada.

Imagen de la puesta en escena de Christof Loy
El Teatro Real ofrecerá, entre el 2 y el 10 de noviembre, cinco funciones de una nueva coproducción que une dos obras de Béla Bartók: el ballet-pantomima El mandarín maravilloso y la ópera El castillo de Barbazul, que se presentarán por primera vez en su escenario.
Barbazul, personaje ancestral que Charles Perrault (1628-1703) inmortalizó, es uno de los ejes de la presente temporada, con tres distintas obras: El castillo de Barbazul, de Béla Bartók (1881-1945), Ariadna y Barbazul, de Paul Dukas (1865-1935) y una versión musical dramatizada pensada para el público infantil, en una nueva producción del Real Teatro de Retiro, titulada también Ariadna y Barbazul.
El castillo de Barbazul, con libreto del poeta Béla Balázs a partir del cuento de Perrault, es la única ópera del compositor húngaro y dura poco más de una hora. Para completar la velada, Christof Loy ha decidido combinarla con el ballet-pantomima El mandarín maravilloso, creando una dramaturgia que une las dos obras, centradas ambas en el poder, el misterio y las contradicciones del amor en un contexto de violencia extrema, brutal y “exterior”, en el ballet; e intimista, terrorífica e “interior”, en la ópera.
El mandarín maravilloso, basado en el relato grotesco que narra la historia en la que tres hombres fuerzan a una joven a prostituirse, topándose con un misterioso y excéntrico hombre que, pese a los intentos de estos por acabar con su vida, solo muere hasta haber poseído a la mujer, movido por una misteriosa fuerza.
La música de Béla Bartók, que él mismo calificó de “diabólica”, tiene una frenética tensión rítmica y una orquestación rica, brutal y colorida, que evoca el ambiente sórdido del submundo marginal de una gran ciudad y describe a los personajes y sus violentas interrelaciones con una estética expresionista inspirada en las tradiciones paganas ancestrales y en las melodías folclóricas tan características de su lenguaje.
En la dramaturgia concebida por Christof Loy, al término del ballet el amor vence a la muerte y es evocado por la quietud del primer movimiento de la obra Música para cuerda, percusión y celesta, que culmina la primera parte.

Presentación en el Teatro Real del programa dedicado a Bartók
En El castillo de Barbazul, ópera para dos cantantes y un actor, Judith desea conocer las inquietudes y el pasado del hombre hermético y enigmático con el que se acaba de casar. Barbazul, sin embargo, anhela redimir su culpa y enterrar sus miedos y fantasmas a través de la plenitud de un amor correspondido. Finalmente, cede y deja que Judith vaya franqueando las puertas simbólicas de su alma atormentada –su castillo–, con la condición de que no traspase la última. Al traicionar su confianza Judith penetra en las tinieblas y rompe el puente que los une.
La escenografía diseñada por Marton Agh muestra, en El mandarín maravilloso, los suburbios inmundos y sórdidos de una gran ciudad, con casas apiladas sobre viejas pilastras en un puerto decadente; y, en el Castillo de Barbazul, la residencia de los esposos, de aparente solidez. El amor es posible en un mundo miserable e inestable y no resiste a la incomunicación en la intimidad del hogar.
Participan en el ballet Gorka Culebras (El mandarín), Carla Pérez Mora (La chica), Nicky van Cleef (Primer vagabundo), David Vento (Segundo vagabundo), Joni Österlund (Tercer vagabundo), Nicolas Franciscus (El poeta) y Mário Branco (Un libertino); y, en la ópera, el bajo Christof Fischesser (El duque Barbazul), la soprano Evelyn Herlitzius (Judith) y el actor Nicolas Franciscus (El prólogo).
Gustavo Gimeno –que dirigió en el Real El ángel de fuego (2022), Eugenio Oneguin (2024) y un concierto protagonizado por Nina Stemme (2024)–, estará al frente, una vez más, del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.


























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