XXI Festival de Canarias
Pitó la flauta
Obras de Strauss, Kägel y Mahler. J.Banse, A.Schwanewilms, J.Dawd, A.Larsson, M.Hemm, J.Schneider, E.W.Schulte, etc. WDR Sinfonieorchester Köln y Coro Masculino de la WDR Köln. S.Bychkov, director. Auditorio de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife. 1 y 2 de febrero.
En días de elección de la reina carnavalera poco propicios para convocar en masa al público se celebran tres de los conciertos más esperados del Festival. Dos de ellos tenían como protagonistas a los conjuntos de la WDR con Semyon Bychkov al frente para ofrecer en un primer programa una ópera tan desconocida como “Daphne” a pesar de llevar la firma de Strauss y en un segundo la “Quinta” de Mahler y el estreno en España de “Andere Gesänge” de Mauricio Kägel.
Parece mentira la música que Strauss llegó a escribir para un texto tan endeble como el de “Daphne”, encargado a Joseph Gregor una vez fallecido Hoffmansthal y revisado hasta la saciedad tanto por el propio compositor como por el director Clemens Krauss. Sus cien minutos contienen una música bellísima, de gran riqueza en todos los sentidos, con una curiosa y peculiar presencia constante de motivos wagnerianos. Fue protagonista de nivel la soprano Anne Schwanewilms, la misma Chrysothemis de la estupenda “Elektra” que el mismo equipo ofreciera en San Sebastián el pasado agosto. Voz musical, lírica pero de volumen, capaz de dejarse escuchar en medio de una ampulosa orquesta sobre el escenario, que supo alternar recogimientos y explosiones. Su dúo con la también magnífica contralto Anna Larsson resultó estremecedor. Strauss volvió a dejar constancia de su odio por los tenores en el papel de Apollo, cuya imposibilidad canora defendió como pudo un engolado y tenso Jeffrey Dawd –será uno de los próximos Lohengrin madrileños-. Resto de reparto y coros brillaron a buen nivel, así como la orquesta, un conjunto verdaderamente eficaz. Destacable el trompa solista.
Semyon Bychkov es uno de los directores más interesantes del actual panorama. Mantiene siempre el pulso en sus lecturas, nunca aburre, posee nervio y algo menos de sutileza. No decayó jamás la tensión en “Daphne” y supo ir de menos a más en la “Quinta” malheriana. Completó las citas el “Andere Gesänge” de Kägel, un recorrido de media hora por diversos refranes internacionales cuyos textos, nunca respetados literalmente y con errores gramaticales, son imposibles de cantar inteligiblemente hasta para una Juliane Banse. Mucho mejor la parte estrictamente musical, bien construída y atrayente. Pitó la flauta de Leucipo para estos dos conciertos tinerfeños de Bychkov y la WDR y el público respondió con verdadero entusiasmo. Gonzalo ALONSO