Hemos sabido que han sido convocados a una conferencia de prensa por el Departamento de Comunicación de la Fundación Teatro Real con el fin de presentar el cierre de cuentas de 2018 y presentar la aprobación del presupuesto para el ejercicio de 2019.

Nos gustaría hacerles partícipes de algunos datos que estamos seguros que los Sres. Gregorio Marañón e Ignacio García-Belenguer no explicarán motu proprio. 

Los directivos del Teatro Real se jactan de que la situación financiera y patrimonial del teatro nunca estuvo mejor que ahora. Sin embargo, según el histórico de cuentas presentadas por la propia Fundación y publicadas en el BOE desde 2013 a 2018, puede concluirse lo contrario.

Según las cuentas de 2017, en el apartado PATRIMONIO NETO – FONDOS PROPIOS, por primera vez en la historia reciente del Teatro Real, se acumula una déficit total de 592.907,36 euros. Llama poderosamente la atención que tan sólo ocho años antes (en 2009) este apartado presentara un superávit de 31.087.426,94 euros. En sólo ocho años, se ha pasado de un amplio superávit de remanente millonario a un déficit de más de medio millón de euros. En total, más de 31 millones de euros que se han liquidado. La evolución de de la cuenta de «fondos propios» ha sido la siguiente:

El remanente ha ido menguando sin excepción año a año. Hoy, en 2018, las cuentas se cierran nuevamente con un déficit que se sumará al ya existente en 2017 en el asiento correspondiente a «fondos propios».

¿Cómo es posible, entonces, que el Sr. Marañón siga afirmando que la situación financiera del Teatro Real es inmejorable?

¿Qué explicación puede dar a un desembolso tan enorme de dinero si supuestamente el modelo de gestión y financiación por medio de patrocinios funciona de manera óptima?

¿Cómo puede justificarse que, a pesar de la liquidación de este remanente, en estos ocho años el precio de las entradas se haya multiplicado hasta el punto de que a día de hoy el Teatro Real sea el teatro lírico con los precios más altos de Europa, por encima de coliseos de mayor categoría artística y nivel de producción, como son la Scala de Milán, la Ópera de Viena o la Ópera Nacional de París?

Por todo ello, no es de extrañar que ya en 2015, la Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribuna de Cuentas, tras el informe que elaboró dicho Alto Tribunal respecto a la fiscalización del ejercicio presupuestario de 2012, recomendara a la Fundación Teatro Real, entre otras: «La Fundación debería adoptar urgentemente medidas para evitar que se sigan registrando pérdidas, tal como ha ocurrido en los últimos años, lo que ha supuesto una disminución drástica de los fondos propios y una descapitalización progresiva de la Fundación, dado que las adoptadas en 2011 y 2012 para controlar los gastos de funcionamiento e incrementar los ingresos fueron insuficientes.»

Desgraciadamente, los directivos del Teatro Real no han seguido esta recomendación y la cuenta de fondos propios ha seguido disminuyendo a pasos agigantados.

Por ello, les pedimos que, por favor, investiguen al respecto porque ni el Patronato de la Fundación Teatro Real (que tiene la obligación de controlar la gestión del teatro), ni el Ministerio de Cultura están cumpliendo con su deber. Sólo la prensa puede comenzar a pedir las oportunas explicaciones.

Todos los datos que aquí se detallan han sido extraídos del BOE. Si lo desean, podemos hacerles llegar los enlaces de descarga correspondientes.

Muchas gracias

Trabajadores del Teatro Real críticos con la actual Administración