Critica: Forés y Abduraimov, excelencias para la Orquestra de València
Forés y Abduraimov, excelencias para la Orquestra de València
TEMPORADA 2024-2025 del Palau de la Música. Programa: Obras de Beethoven (Primer concierto para piano y orquesta) y Prokófiev (Selección de Romero y Julieta). Orquesta de Valencia. Solista: Behzod Abduraimov (piano). Director: Roberto Forés. Lugar: Palau de la Música. Entrada: 1.790 espectadores (lleno). Fecha: viernes, 14 febrero 2025.

Roberto Forés & Behzod Abduraimov
Buena idea esta de programar Romeo y Julieta precisamente el Día de los enamorados. La historia romántica de los amantes de Verona -tan famosos ellos como Tristan e Isolda o Calisto y Melibea- ha retornado al Palau de la Música en la versión balletística de Prokófiev, interpretada por una brillante Orquestra de València dirigida por el valenciano Roberto Forés (1970), quien es hoy uno de los más internacionales directores valencianos, él mismo salido de los atriles de la Orquestra de València, donde durante años fue primer violín, hasta que se decidió a colgar los trastos instrumentales y emprender una creciente y responsable carrera como director de orquesta, en la que trabajo y buen hacer han eludido palabrerías y pasillos.
Galardonado en 2007 en el premio de dirección de orquesta “Yevgueni Svetlánov”, y formado en Helsinki -en la Academia Sibelius-, Forés es actualmente Principal director invitado de la English Chamber Orchestra y tiene en el horizonte varias titularidades. Es maestro serio, detallista, bien cuajado y de gesto libre y muy propio, cualidades heredadas de sus admirados maestros, tanto en Finlandia -con Leif Segerstam y Jorma Panula– como cerca de su mentor Gianandrea Noseda, al que conoció precisamente en los tiempos de violinista de la OV. Maneras que fueron defendidas con complicidad y calidad instrumental por sus excompañeros de atril. Todos culminaron así una brillante, narrativa y amorosa versión de una arbitraria selección de diez números del genial ballet que sobre el original de Shakespeare compone Prokófiev entre 1935 y 1936.
No fue la única maravilla de la espléndida tarde de música, con la Sala Iturbi hasta los topes de público. Antes, en la primera parte del programa, Forés y los sinfónicos valencianos disfrutaron de la colaboración solista del uzbeco Behzod Abduraimov (Taskent, 1990), considerado acaso sin exageración como “el pianista más consumado de su generación”. Paisano del gran Yefim Bronfman, guarda con él no pocas similitudes, entre ellas el virtuosismo, el rigor y la nobleza ante la partitura. Tocó un Primer concierto para piano de Beethoven radical y reivindicativamente pianístico, que sin descuidar sus ancestros mozartianos, se adentra vigoroso y pletórico en el siglo XIX. La briosa claridad del Allegro inicial; el canto lírico, retenido y efusivo del lento movimiento central, y la luminosidad centelleante del feliz rondó conclusivo fueron señas de identidad de tan sobresaliente Beethoven. El éxito se coronó con el regalo fuera de programa de un lento y melodioso preludio de Rajmáninov -el Opus 32 número 5, en Sol mayor-, colofón y ratificación del arte de este as de su tiempo. Justo Romero
Publicado en el diario Levante el 16 de febrero de 2025
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