Critica: “La Corte de Faraón” (segundo reparto), divertida y de escaso valor musical
LA CORTE DE FARAÓN (V. LLEÓ)
Teatro de la Zarzuela de Madrid. 1 Febrero 2025
Segundo Reparto
Confieso que es la primera vez que veo esta obra, aunque algunas de sus partes musicales son muy conocidas. De todos modos, no podemos considerarla ni como zarzuela, sino que más bien se trata de una comedia con algunos pasajes musicales. Hace años podría haberse considerado como Revista.
Se ofrece una producción de Emilio Sagi, que es coproducción del Teatro Arriaga, el Teatro Campoamor de Oviedo y los Teatros del Canal de Madrid. Es un trabajo divertido, partiendo de ser una comedia, en la que hay que exagerar las cosas y hay que sacar partido de los personajes, que responden a los nombres de Faraón, Reina, Putifar, el Casto José y La Mujer Babilonia. La producción es adecuada y divertida.

Escena
La importancia de la música es muy relativa en esta obra, por no decir que es es casi irrelevante. La dirección corrió a cargo de Carlos Aragón, al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, de no mucha calidad, y el Coro Titular del Teatro de la Zarzuela, que estuvo francamente bien cantando y actuando.
Lota, la hija de Faráon, que se casa con el vencedor Putifar, fue María Rey-Joly, que cumplió sin más como cantante, actuando bien.
Putifar, el héroe, con herida en sus partes intimas, que le impiden cumplir. Su intérprete fue el barítono Ramiro Maturana, sin mayor interes.
Faraón era en este reparto Enric Martínez-Castignani, que lo hizo de manera correcta, sin más.
El Casto José era Jorge Rodríguez Norton, que cumplió mejor actuando que cantando
La Reina era María Rodríguez, que tampoco destaca.

La Mujer Babilonia por Enrique Viana
Finalmente, Sul interpreta a la Mujer Babilonia, que se lleva los mayores aplausos por su simpatía y hacer cantar al público. Su intérprete fue Enrique Viana.
La representación comenzó con 4 minutos de retraso y tuvo una duración total de 1 hora y 31 minutos, sin intermedio.
El Teatro de la Zarzuela hacía meses que había agotado sus localidades para estas representaciones. José M. Irurzun.
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