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Por Publicado el: 08/09/2014Categorías: Crítica

Dvorák y Puccini: jardines sonoros

Jardines sonoros

XV Noches en los Jardines del Alcázar. Intérpretes: José M. Martínez y Alan Andrews, violines; Michael Thomas, viola; Israel F. Martínez, violonchelo. Programa:  ‘Cypresses’ B. 152, de A. Dvorák y ‘Crisantemi’, de G. Puccini. Fecha: Viernes 5 de septiembre. Lugar: Jardines del Alcázar. Aforo: Lleno. 
Ya iría siendo hora de que se reconociese por parte de los responsables culturales de la comunidad y de la ciudad la deuda que tienen pendiente para con Michael Thomas, alma durante una década cuanto menos de proyectos tan apasionantes y de tan altos resultados musicales como la Orquesta Joven de Andalucía, la renacida Orquesta Bética de Cámara, la Orquesta de Almería y tantos otros sueños musicales. Una de sus últimas aportaciones culturales a la ciudad fue la refundación de la Orquesta Bética de Cámara, que bajo su dirección ha alcanzado en breve tiempo una muy alta categoría artística. Muestra de esta excelencia es el cuarteto que el viernes se presentó en el Alcázar, integrado por los dos concertinos del conjunto bético, su propio director a la viola y su primer violonchelo, el magnífico y no menos inquieto Israel F. Martínez.

Sobresale desde los primeros segundos de la audición la calidez y la calidad del sonido del cuarteto. Sustentada sobre una perfecta homogeneidad en la articulación, en las energía de los ataques, en la consistencia del vibrato y en control de la emotividad del fraseo, la personalidad sonora del grupo se basa en la sutilidad del sonido, capaz de adelgazarse hasta el infinito en los pianissimi, pero también de densificarse en los pasajes más enérgicos, en los que predomina más la intensidad de la expresión que la búsqueda de fáciles efectos que no harían sino amanerar el discurso. Un valor añadido al concierto resultó la elección de las sutiles y maravillosamente poéticas piezas del ciclo Cypresses de Dvorák, a las que el cuarteto supo insuflarles vida sonora con toda una impresionante gama de intensidades y de colorido tímbrico. Andrés Moreno Mengíbar

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