El Emperador de Atlantis

¡Qué pereza leer algunas de las críticas publicadas! Les reconozco que no he podido llegar al final de alguna de ellas. Las entiendo en revistas especializadas, pero no en prensa diaria que aspira a la gran difusión. Por eso ya verán que simple, concisa y clara es la mía. Como ya ustedes han habrán leído varios previos, no voy a perder el tiempo contándoles su argumento o su lugar en la historia musical.

¿Merecía la pena programar la obra?

Sin lugar a dudas sí.

¿Merecía la pena reorquestarla?

No. La orquestación original condensa mucho más el drama. Quizá Ullmann hubiese querido escribir una gran ópera, pero no podía pensar que esa fuese la nacida en un campo de concentración.

¿Merecía la pena añadir piezas teloneras?

Algo había que hacer porque la duración de la ópera es bien breve. El problema es que la partitura del propio Ullmann, bien recitada por Blanca Portillo pero mal amplificada, sólo presenta en común la guerra y las otras dos piezas no aportan nada a una partitura que ya tiene su propio prólogo. No está mal la pretensión de contar algo sobre las circunstancias de Terezín, pero la forma de hacerlo no está lograda.

¿Cuál es el nivel global de la producción?

Alto

¿Funcionan orquesta y cast?

Funciona muy bien la orquesta, el cast simplemente cumple.

¿Funciona la escena?

Presenta aciertos, pero su barroquismo quita dramatismo al fondo. No facilita la comprensión del exceso de poesía del texto.

¿Vale una entrada su precio en taquilla?

Desde luego no tiene justificación que obedezca a los mismos precios de una gran obra de repertorio con divos (butaca 380€ estreno y 204€ el resto). Hay que introducir precios diferentes según títulos y repartos. Beckmesser