El espectáculo ‘Il primo uomo’ revive la grandeza de los castrati en el Gran Teatro de Córdoba
Il primo uomo, es mucho más que un recital al uso: es una experiencia sensorial, completa y única liderada por el contratenor cordobés Manuel Ruiz. En este espectáculo que combina música y danza para ofrecer una revisión contemporánea del legado de los castrati, figuras clave en la ópera italiana del siglo XVII. El estreno absoluto tendrá lugar el sábado 8 de febrero en el Gran Teatro de Córdoba.

Manuel Ruiz en la presentación de Il primo uomo
El título, Il primo uomo, hace referencia al término operístico utilizado para describir al protagonista masculino, tradicionalmente interpretado por castrati. Este concepto contrasta con el de prima donna, que alude al rol principal femenino, habitualmente una soprano. A través de esta obra, el público será transportado a la época en que artistas como Carlo Broschi, más conocido como Farinelli, brillaron en los escenarios y cortes reales de Europa. Farinelli, protegido por la reina Isabel de Farnesio, dejó una huella indeleble en la música de la España del siglo XVIII como Músico de Cámara de los reyes Felipe V y Fernando VI.
El espectáculo pone de manifiesto la triple faceta de los ‘castrati’ en las óperas de la época: personajes que iban desde lo masculino hasta lo femenino, pasando por un estado intermedio y asexuado, con roles heroicos y divinos, como la voce di Dio (voz de Dios). Estas polaridades se representan en escena a través de una impactante puesta en escena visual y dramática, con la actuación del contratenor Manuel Ruiz, que interpretará una selección de arias barrocas de Scarlatti, Handel y Vivaldi, cuidadosamente escogidas en colaboración con el aclamado contratenor y director musical Carlos Mena.
Por su parte, Antonio Ruz (Premio Nacional de Danza 2018) aporta al espectáculo su singular visión como coreógrafo, integrando música, danza y teatro en una narrativa que desafía las convenciones escénicas.
El diseño de vestuario, a cargo del granadino Pablo Árbol, añade una dimensión simbólica al espectáculo, enfatizando la transformación y la ambigüedad que definen a los personajes interpretados por Ruiz. Los contrastes entre lo humano y lo divino, entre lo tangible y lo sublime, se reflejan en una estética pensada para dialogar con la música y la coreografía, creando una experiencia artística integral.
Il primo uomo se aleja del recital tradicional para convertirse en un concierto escenificado, donde música, interpretación y coreografía se fusionan de manera innovadora, en una propuesta novedosa que promete cautivar al público. Desde la muerte del último castrato, Alessandro Moreschi, en 1922, los contratenores han asumido el reto de interpretar este repertorio, siendo sus voces las más cercanas para evocar aquellos timbres únicos que marcaron una época.
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