Inicio del «Todo Verdi» en Bilbao
Ligereza para un drama
«Rigoletto» de Verdi. K.Seng Hyoun, I.Mula, P.Beczala, E.Zhidkhova, M.Spotti, N.Orbea, S.Shvets, etc. Coro de Ópera de la ABAO y Orquesta Sinfónica de Bilbao. R.Sánchez-Cuerda, escenografía. M.Crespo, figurinista. E.Bravo, iluminación. E.Sagi, dirección escénica. D.Renzetti, dirección musical. Palacio Euskalduna. Bilbao, 21 de octubre.
El «Tutto Verdi», ideado por José María Irurzun, es posiblemente el proyecto más ambicioso que existe en el mundo lírico. Mientras hay teatros que apenas programan a un año vista, llega la Asociación de Amigos de la Ópera de Bilbao y lo hace hasta 2021. Un gran reto: todas las óperas del de Busseto a lo largo de quince años, incluidas sus versiones francesas.
Nada mejor que empezar por «Rigoletto» la obra de la que, antes de firmar «Otello» y «Falstaff», el propio Verdi dijo que, como maestro, era su preferida. 1851, con el estreno de «Rigoletto» en Venecia, marca el auténtico inicio de la inmortalidad de Verdi. Obra que habla de sentimientos, con los dos ejes básicos de la relación paterno-filial y la maldición, tiene como protagonista a un barítono de voz ancha y grande, pero capaz de replegarse a las sutilezas de un «Non parlare al misero» o «Veglia o donna». Pero, sobre todo, ha de tener muy maduro el personaje. No es papel para un cantante tan joven como el coreano Ko Seng Hyoun, aunque posea un voz importante, bien timbrada y de grato color oscuro y, además, la dicción sea sobresaliente para un oriental. Estas características fueron muy aplaudidas, pero le faltan tres hervores y penetrar más en el estilo verdiano. Piotr Beczala está haciendo carrera. Posee una bella voz de lírico y seguridad en el agudo. Seguirá subiendo si regula más el fiato y el estilo. Inva Mula es una Gilda ideal, musical y con ligereza para el “Caro nome” y más llena para tercer y cuarto acto. Los tres sugieren escénicamente sus personajes, como también la notable Magdalena de Elena Zhidkhova, el Sparafucile de Marco Spotti o la Giovanna de Nuria Orbea, adecuados así mismo vocalmente.
Donato Renzetti supone un paso más en el empeño de ABAO de contratar batutas sólidas. Hubo eficacia, buen sonido en la Sinfónica de Bilbao y logró transmitir emociones, sin embargo llevó el primer acto a un tempo excesivamente rápido que perjudicó a la partitura y a su canto. La coproducción escénica con el San Carlo de Lisboa presenta decorados modernos con figurines clásicos –los bufones de Zamacois no andan lejos- y una dirección de Emilio Sagi que, sin ser uno de sus mejores trabajos, permite que la inspiradísima música de Verdi vuele por encima de todo ello y llegue al público. Gonzalo Alonso