«La ética del anonimato en las denuncias a los concursos de composición y el referente del caso Palau/Millet»»

Estimado/a Director/a:

En relación al artículo publicado en la revista «Doce notas» el 20/11/2009 titulado «¿Qué pasa con los concursos de composición?» me gustaría hacer un comentario.

Como sabrán los lectores, el artículo se refiere a «un vendaval que se ha levantado en torno a incidencias (reales o infundadas) relativas a concursos de composición»(sic), generado por cartas anónimas dirigidas a varios medios de comunicación y en los que se cuestionan irregularidades de procedimiento en dichos concursos, concretamente el convocado por el Auditorio Nacional-Fundación BBVA y el Premio Reina Sofía. Pueden consultarse en la web de la Revista «Doce Notas»:

http://www.docenotas.com/noticia/2603/cartas-a-la-directora/sobre-22peculiar22-concurso-auditorio-nacionalfundaci%C3%B3n-bbva.html

http://www.docenotas.com/noticia/2668/cartas-a-la-directora/22en-defensa-fundaci%C3%B3n-ferrer-salat22.html

Todo esto no es nuevo ni en este país ni fuera de él. En cuanto a las apreciaciones que el artículo hace sobre lo éticamente cuestionables que pueden ser las denuncias anónimas me gustaría apuntar algo. Es cierto que puedan pecar de falta de elegancia, pero si hacemos memoria habría que recordar lo positivo que pueden tener. Por ejemplo: como sabrán, el desfalco del Palau de la Música podría haber salido a la luz ya en 2002 si Hacienda hubiese hecho caso de una denuncia anónima que recibió por fax (la noticia se cuenta en detalle en el siguiente enlace de EL PAIS:

http://www.elpais.com/articulo/espana/Hacienda/ignoro/2002/denuncia/detallada/expolio/Palau/elpeputec/20091009elpepunac_26/Tes

Razones más que evidentes tuvo el autor de ese fax para enviarlo anónimamente al igual que los autores de las denuncias que aquí nos ocupan. Lo sangrante del asunto es que en el caso Millet Hacienda no hizo caso de la denuncia precisamente por ser anónima… Así que me pregunto si los organizadores de los concursos denunciados van a cometer el mismo error y dejar que estas corruptelas sigan creciendo hasta que un día exploten como en el caso del Palau.
F.C.N.