LA LIGA DE LAS ESTRELLAS I.

Der Fliegende Holländer (R.Wagner). B.Terfel, A.Kampe, H.P.König, T.Kerl. Director: Marc Albercht. D.Escena: Tim Albery.

I Capuleti e i Montecchi (V.Bellini). E. Garanca, E.Nakamura, D.Schmunck, E.Owens, G.B.Parodi. Director: Mark Elder. D.Escena: Pierluigi Pizzi.

Covent Garden de Londres. 7 Marzo 2009. José M. Irurzun

En la ópera, como en otro tipo de manifestaciones culturales o deportivas, hay teatros de primera categoría y los de hay categoría especial, donde, valga el símil, se juega la Liga de las Estrellas. En esta liga apenas participan otros teatros aparte de Zurich, Viena, Covent Garden y el Metropolitan. Poder asistir en día a representaciones del Holandés Errante de Wagner y de I Capuleti de Bellini es un privilegio. Si el Covent Garden ofrece en la primera de ellas a Bryn Terfel y en la segunda a Anna Netrebko y Elina Garanca, está claro que estamos en categoría especial. ¿Hay quien dé más?

Como la felicidad no puede ser completa, la diva rusa canceló, aunque no por enfermedad. Simplemente, se retiró de la representación por no estar “recuperada del parto” de… Septiembre. Más de un mal pensado (piensa mal y acertarás) está convencido de que la retirada de la rusa ha tenido que ver con el triunfo espectacular de la letona Elina Garanca como Romeo. En esta mezzosoprano sí que hay una estrella. Tiene todo, voz, figura, profesionalidad y es una inmensa cantante y una gran actriz. Ha nacido una estrella de las que cubren una generación. La diva rusa fue sustituida por una jovencita japonesa, Eri Nakamura, que puso el teatro patas arriba, en un debut espectacular. Me temo que Anita no estará muy feliz. El otro gran triunfador de la velada fue el director Mark Elder, auténtico enamorado del hoy denostado repertorio belcantista. La producción de Pizzi tiene ya 25 años. Es elegante y se ve con gusto.

El Holandés del galés Brynn Terfel está a la altura de los grandes de la historia. Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor es muy discutible. El resto del reparto fue un lujo, desde una intensísima Anja Kampe a unos estupendos Hans Peter König y Torsten Kerl. Marc Albrech es a sus 44 años una de las grandes realidades de su generación, auque le he visto mejores actuaciones en esta misma ópera. La nueva producción de Tim Albery resulta poco más que correcta, con la elección más que discutible de ofrecer la versión original de Dresde, donde el tema de la redención no existe, lo que fue debidamente corregido posteriormente por el mismo compositor.

Déjenme terminar lamentando que hasta el día de hoy no hemos podido disfrutar de Bryn Terfel ni de Elina Garanca en representaciones de opera en España. Alguno que se sienta aludido siempre podrá decir: ¡ya vendrán otros!
José María Irurzun