LA MEDIA VOZ DEL CUARTETO CASALS

XIV Liceo de Cámara, Fundación Caja de Madrid
Obras de HAYDN y MENDELSSOHN. Cuarteto Casals. Auditorio Nacional de Música, Madrid.
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Hay poco que decir: tocan maravillosamente, son jóvenes, frisa la edad media de los componentes en torno a la treintena, viven la música con entusiasmo y, hoy por hoy, son acaso el mejor fruto de la extraordinaria Escuela Reina Sofía, porque han logrado algo que España no había tenido en décadas, un cuarteto de relieve internacional. Una actuación del Casals hoy ya constituye acontecimiento: como todos los grupos de cámara, pueden tener días mejores o peores, pero hay un nivel de excelencia del que no se baja nunca. Hasta se permiten grabar Brahms, Zemlinsky o Haydn para grandes multinacionales del disco. Es obvio: no tienen el nivel del Cuarteto de Tokyo –que les saca 40 años más de media- o del recientemente jubilado Cuarteto Alban Berg, pero su futuro, de momento, no atisba límites. Tras sus pasos, otro fabuloso grupo, todavía más joven, nacido de la misma institución docente, el Cuarteto Quiroga. Los dos grupos, el Casals y el Quiroga, son la demostración palpable (audible) de que mucho ha cambiado “la cosa musical” –como solía decir Jesús Aguirre- en este país.
Los Casals brillaron en los tres “Cuartetos” del Op. 71 de Haydn, muestras ya del músico maduro sexagenario, y dentro de la modélica serie que el Liceo de Cámara se ha planteado de ofrecer, en el curso de dos campañas, la cuartetística completa del músico de Rohrau. Pero pisaron fondo interpretativo en la sensacional traducción del tan juvenil como desusadamente profundo “Cuarteto nº 2” de Mendelssohn, la misma obra que cerró en octubre del año pasado el debut del grupo en la Musikverein vienesa: elegancia, sí, matización de los elementos melódicos incesantes, también, pero sobre todo lectura penetrante de las secciones lentas de este Mendelssohn que, con sólo 18 años, parece poseer ya la sabiduría vital de un hombre 50 años mayor, patente sobre todo en la queda, contemplativa conclusión de esta obra que los alemanes suelen subtitular “Ist es wahr?” (“¿Es verdad”?, en referencia al poema de Johann Droyson musicado por Mendelssohn, cuyas primeras notas informan la obra toda. Esa clausura a media voz es patrimonio de los grandes cuartetos, y el Casals volvió a demostrar que lo es.

José Luis Pérez de Arteaga