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La escena a escena
La Sucesión
Por Publicado el: 02/11/2008Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

Orgullo

Orgullo
Sin duda alguna Paloma O’Shea ha de haber sentido legítimo orgullo al escuchar a Zubin Mehta dirigir la Orquesta de Cámara de la Escuela Reina Sofía, en presencia de la Reina, en la inauguración oficial del Auditorio Sony de la nueva sede de la Escuela. La preciosa sala, con capacidad para 450 personas, está destinada a convertirse en otro de los centros culturales de referencia en la capital. En ella, muy bien ubicada junto al Teatro Real, se ofrecerán un centenar de conciertos al año de los más de 250 que organizan Escuela y Fundación Albéniz. Se trata de un nuevo e importante paso en una historia que comenzó hace veintiún años con la constitución de la Fundación Albéniz, que continuó tres años más tarde con la creación de la Escuela Reina Sofía y que habrá de alcanzar en breve nuevas metas como la puesta de largo del Instituto de Música de Cámara.
Ya hubo ocasión de comprobar que esta vez sí que era oro todo lo que relucía, pues el acogedor auditorio cuenta con una acústica, quizá un punto seca, acorde con su belleza. La impresión causada con las breves obras de Telemann y Bach el día de la inauguración de la Escuela, se ha reafirmado con un concierto en toda regla. Zubin Mehta dirigió entregado a la joven orquesta que, llena de entusiasmo y brío, tocó un programa mozartiano, que incluyó la obertura de “Bodas de Fígaro”, la Sinfonía “Linz” y el “Concierto para violín n.3”, en el que Ana María Valderrama fue digno exponente de la calidad de los alumnos. Todo ello redondeado con un «feliz cumpleaños» a la Reina a en un peculiar recorrido creativo. Mehta, al igual que lo fueran Rostropovich y Menuhin, supone uno de los pilares fundamentales de un centro concebido al servicio del arte que ha sabido conciliar lo que tanta falta hace en las universidades españolas: la educación, el mundo empresarial y la sociedad. ¿Cómo no va a estar a su vez muy orgullosa Sony de ver su nombre ligado a un proyecto tan singular y en un acto como el que lo impulsa? Paloma O’Shea vuelve a hacer camino al andar. Gonzalo Alonso

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