Sarah Connolly firma una carta en la que alerta sobre la grave situación de los cantantes

La cantante subraya la gravedad de la situación de su profesión, la más perjudicada por la crisis sanitaria también en la desescalada

Sarah Connolly

La mezzosoprano británica, Sarah Connolly, ha acudido al diario Times para llamar la atención sobre la difícil situación de los cantantes. Como a sus compañeros, su agenda se paralizó en marzo por la expansión del virus, un túnel en el que comienza a advertirse algo de luz con la reapertura de algunos teatros e instituciones culturales. Sin embargo, la cantante pone en relieve el efecto de las medidas que permiten esta reapertura, más restrictivas para músicos de viento y cantantes, lo cual perpetua su lucha por sobrevivir sin apenas ingresos.

El texto dice lo siguiente:

“Los cantantes británicos, así como nuestros compañeros artistas, tenemos una reputación líder en el mundo y somos el latir de la cultura británica. La industria de la música contribuye con más de 5 billones de libras anuales a la economía de Reino Unido y ejerce un enorme “poder blando” a nivel internacional.

La Sanidad Pública de Inglaterra ha establecido que los cantantes e instrumentistas de viento mantengan una distancia interpersonal de 3 metros, lo que nos convierte en el grupo más afectado entre nuestros compañeros músicos. Por tanto, se perpetúan nuestros esfuerzos para sobrevivir financieramente. Nuestras instituciones están cerrando, los artistas no tienen ganancias y aún no vemos el momento en el que se permita la entrada a las personas suficientes como para garantizar un mínimo de ingresos en taquilla que permita el correcto funcionamiento de un teatro o auditorio. Nuestras vidas están completamente paralizadas y es terrible. Demandamos al gobierno que demuestre su orgullo por la cultura británica apoyando a sus artistas en este momento de máxima necesidad”.

Entre los firmantes del texto se encuentran también Stuart Murphy, director de la English National Opera, Sarah Hopwood, directora de la Ópera de Glyndebourne, el barítono Iain Paterson y la soprano Louise Alder.