Hola amigos,

En los últimos días he estado pensando sobre una serie de temas interesantes sobre los que se habla poco porque vivimos en un país que cada vez es más oscurantista, pero no se preocupen, ha llegado la luz: ¡SuperMortier nos va a salvar!
Gregorio Marañón, tan bien retratado en la entrevista de Scherzo de Arturo Reverter, ha traido al nuevo salvapatrias, que junto a Miguel Muniz, que hace el papel de escuderillo, van a enseñar a España, a Europa y al mundo lo que es la ópera. Ya lo dice el «faro de occidente que todo lo ilumina», es decir nuestro super ministro de cultura, ESPAÑA ESTÁ DE MODA. Claro que luego no explica porque no pintamos nada en el panorama musical internacional, que somos un país al que vienen los divos cambio de grandes caches; que le pregunten a Juan Diego Flórez lo que le pagaron en Francia el año pasado y lo que pide en España. Patético, pero claro que vamos a pedir de una clase política poco viajada y que no habla más que castellano y , muchas veces, mal. Ah, además si quieren hacerle un favor al castellano denle somniferos a Cesar Antonio Molina porque con eso de que no duerme no para de escribir libros, y ,como dice un ilustre editor, «antes lo que escribía sólo se lo compraba su amigo Paco Vázquez para los almacenes del Ayuntamiento de A Coruña pero ahora es otro cantar, ahora las grandes ditoriales le han abierto las puertas: si no a lo mejor no hay subvenciones!

Pero vayamos a lo nuestro, que es la música. Dice ZP que parte del éxito de la lucha contra los paraisos fiscales es suya. Entiendo que no se lucha contra una entelequia si no contra los evasores de impuestos que no cumplen con sus países o contra aquellas personas que se aprovechan de la existencia de estos paraisos fiscales y los «agujeros» legales en la legislación , en este caso española, para no pagar como todo hijo de vecino. Ahora bien, ¿de verdad lo dice ZP? Y qué pasa con Cristobal Halffter, al cual Juan Carlos Marset le quiso dar una subvención nominativa y no pudo porque tiene residencia fiscal en Mónaco. Además, ¿qué curioso Marset intenta darle una subvención nominativa a un señor con el que tiene intereses profesionales y económicos comunes? Lo del INAEM no tiene calificativo. Pero hay más, ¿y la Ley de Memoria Histórica? Es que nadie recuerda por qué Cristobal Halffter escribió «Secuencias», pues bien fue escrita para la celebración del vigésimoquinto aniversario de la dictadura. Es decir tenemos un franquista como compositor del regimen de ZP,. ¿Pero que sentido de la ética es este? ¿No es patético que se pretenda hacer una ley escondiendo la responsabilidad de los amiguetes?

Les dejo que se me hace tarde.

Saludos,
A.V.