Saludos finales

Giancarlo del Monaco lleva Turandot a las ruinas del anfiteatro romano de Taormina

Tras el éxito del «Tríptico» de Puccini, el 23 de julio, estará en escena en el Teatro Antiguo de Taormina “Turandot”, en la nueva puesta en escena de la Fundación Taormina Arte Sicilia con dirección, escenografía y vestuario de Giancarlo del Monaco y luces de Wolfgang von Zoubek. La Orquesta del Festival Taormina Arte estará dirigida por M.° Gianluca Martinenghi, el coro de ópera «Francesco Cilea» por el maestro Luigi Petrozziello; El  Coro de Niños «BiancoSuono» por Agnese Carrubba. Estará protagonizada por Gabrielle Mouhelen en el papel de Turandot, Marcelo Puente en el de Calaf, mientras que Lana Kos será Liu y Rubén Amoretti Timur; Manuel Esteve, Andrea Galli y Orlando Polidoro encarnarán  a Ping, Pong y Pang respectivamente.

Escena

Para Giancarlo del Monaco, en vísperas de sus 80 años y 60 de carrera artística, esta es la primera experiencia en Taormina. «Este teatro –dice– es el espacio perfecto teatral y bastaría con iluminar estas imponentes ruinas que lo rodean para una inmersión en la historia. Sin embargo, el Imperio Romano está lejos de las atmósferas chinas de Turandot y para recrear el contexto de la historia de Puccini pensamos juntos con el diseñador de luces Wolfgang von Zoubeck, con quien colaboro desde hace muchos años, para estilizar el escena con un escenario minimalista, en el centro del cual se levanta un cubo que marca el ingreso de cada personaje, una suerte de caja china que gira sobre un pivote mostrando los cambios de acción en sus diferentes fachadas. Otro elemento de atención fueron los roles de personajes, caracterizados por una dramaturgia de color que tanto se refleja en el vestuario como en las máscaras, que denuncian una simbología propia de la función escénica: oro para el emperador, amarillo verdoso para el coro, rojo para los sabios, marrón para Liu, etc.

Anfiteatro

Veneto de origen, cosmopolita por adopción, de Mónaco trabajó en Alemania durante más de cuarenta años, cubriendo, entre otras cosas, el papel de Superintendente del Staatstheater en Kassel y de la Oper der Bundesstadt en Bonn; en sus múltiples encargos también fundó y dirigió el festival de Montepulciano, fue Superintendente de la Ópera de Niza, Superintendente y Director artístico del Festival de Tenerife y ha llevado su arte a todos los rincones del mundo.

Este Turandot es el quinto para él, tras las exitosas experiencias de Zúrich, Hamburgo, Macao y Los Ángeles: este último marcó la primera puesta en escena del final escrito por Luciano Berio.

«Para Turandot -concluye- también traté de potenciar ciertas características intrínsecas género, tragicomedia en primer lugar, y pensé en vestir a Ping Pong y Pang, los elementos drama irónico y diluyente, de Arlecchino, Brighella y Pantalone, también inspirándome en los personajes de la Commedia dell’Arte que el propio Strauss prevé en «Arianna a Naxos»». La obra, que celebra el centenario del nacimiento de Giacomo Puccini, tendrá una final sorpresa, solo en recuerdo y homenaje al gran compositor.

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Del Monaco con Ping, Pang, Pong