«Turandot» en Valencia
Triunfo del gran espectáculo
«Turandot» de Puccini. M.Guleghina, M.Berti, A.Voulgaridou, A.Tsimbaliuk, J.Agulló, F.Previati, V.Esteve, R.Padullés,etc. L.King, escenografía. Ch.Tong Xun, vestuario. Ch.Kaige, dirección de escena. Z.Mehta, dirección musical. Palau de les Arts. Valencia, 24 de mayo.
En la ópera intervienen demasiados factores como para que todo pueda ser controlable y el éxito quede asegurado. Este «Turandot» quedaba garantizado en el diseño y se ha contado con la suerte de que las expectativas se transformasen en realidad. Zubin Mehta quizá no debió correr el riesgo de embarcarse con un título con el que ya alcanzó techo en la Ciudad Prohibida y Florencia colaborando con Zhang Yimou para la escena, pero el nuevo trabajo con el también cineasta oriental Chen Kaige -«Adiós a mi concubina», «La promesa o la venganza de los caballeros del viento»- casi iguala a aquél, que no se vio en España.
El espectador disfruta de un espectáculo de bellísima visualidad en decorados, movimientos, vestuario e iluminación, dentro de una concepción que respeta por completo la china del libreto. Se pueden poner pegas -el exceso de simetría, el escaso uso de una gran escalera y el hecho de mostrarla desde el primer acto o las poco enigmáticas apariciones de Turandot- pero no dejan de ser menores ante un espectáculo soberbio.
No hubo fisuras en lo vocal. María Guleghina defendió la inclemente parititura con autoridad, sin estridencias y sin desfallecimientos, aunque con alguna nota opaca en el paso. Alexia Voulgaridou, con medios demasiado ligeros, aportó a Liu dulzura y supo filar y apianar. Marco Berti, mucho mejor que en Bilbao, fue un valiente Calaf , arriesgó y triunfó, aunque pudo haber más poesía en el «Nessun dorma». A buen nivel el Timur de Alexander Taimbaliuk y el trío de máscaras.
Queda para el final la absolutamente prodigiosa dirección musical de Zubin Mehta, extrovertida, expresionista, violenta… Y la formidable respuesta del coro de la Generalitat y la que ha vuelto a demostrar ser la mejor orquesta de la España actual. No creo que pueda escucharse un «Turandot» musicalmente superior.
Gran entusiasmo en la sala, presidida por la Reina, ante un espectáculo del que teatro y artistas han de sentirse totalmente orgullosos. Así se hacen las cosas. Gonzalo Alonso