L’ELISIR D’AMORE (G. DONIZETTI)

Gran Teatro del Liceu de Barcelona. 25 noviembre 2025

Primer Reparto

Esta representación de L’elisir d’amore es la segunda del primer reparto, que tuvo su estreno hace 3 días. Entonces suspendió Javier Camarena por problemas de salud y fue sustituido por el joven Filipe Manu. Hoy ha vuelto a suspender Camarena y al inicio de la función nos han anunciado que su sustituto sería Michael Spyres, que fue quien cantó ayer, es decir dos representaciones seguidas.

Nada nuevo puedo decir sobre la producción escénica de Mario Gas.

En cuanto a la dirección musical de Diego Matheuz, me ha parecido más comedido que el día anterior en el primer acto. En conjunto, su lectura ha sido correcta y no particularmente digna de ser destacada.

Michael Spyres
©A. Bofill

Así pues, hemos tenido nuevamente como Nemorino a Michael Spyres, al que no se le ha notado para nada cansancio vocal por la representación del día anterior. Me pareció que estaba más cómodo en escena y volvió a ser un Nemorino brillante, que ofreció nuevamente una gran interpretación de la Furtiva Lagrima, que fue recibida también esta vez con los únicos bravos que se escucharon en la representación.

Adina fue interpretada por la soprano barcelonesa Serena Sáenz. Una vez más su centro resulta demasiado reducido y en momentos inaudible, mientras que la parte alta es brillante y sin problemas para dejarse oír perfectamente. Se puede decir que es más Reina de la Noche que Pamina, si hablamos en términos de La Flauta Mágica.

Ambrogio Maestri
©A. Bofill

Dulcamara era esta vez el italiano Ambrogio Maestri, que demostró que es el gran Dulcamara de la actualidad y cuya actuación en todos los sentidos nada tuvo que ver con la que nos ofreció Capitanucci. Maestri es hoy Dulcamara más que su intérprete. Un placer.

Belcore era el barítono británico Huw Montague Rendall, que tuvo una buena actuación tanto cantando como actuando. La voz tiene calidad y amplitud suficiente. Finalmente, Giannetta era en esta ocasión Anna Farrès, que lo hizo bien.

La representación comenzó con 5 minutos de retraso y tuvo una duración de 2 horas y 40 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 horas y 6 minutos.

El Liceu ofreció una ocupación un tanto escasa del 80 % de su aforo.

José M. Irurzun