Apoteosis del Barroco

Regresan al Auditorio Nacional Robert King y su grupo, The King´s Consort, y lo hacen al ciclo Universo Barroco, que se vuelve a interesar por estos músicos de fuste, protagonistas de la gran revolución de la interpretación con instrumentos originales, que sin embargo nunca levantaron ampollas entre los recalcitrantes; al contrario, siempre estos aceptaron la ortodoxia y fundamento clásico de King, un hombre que nunca se ha dejado seducir por modas y que, desde luego, nunca ha sacado los pies del tiesto ni dejado seducir por las vanidades para demostrar ser el mejor o el más moderno. Grupo y director forman un equipo que se expresa con la humildad del sabio; en este caso de la música sin marca. Por eso es necesario repetir la recomendación.

Vienen a regalarnos dos visiones distintas del mejor y más interesante barroco. Para empezar, la suite de la última ópera de Jean-Philippe Rameau, Les Boréades, quizá la música escénica más moderna de su autor, una pieza emparentada con las tendencias masónicas del momento, y que también anidaron en la última obra escénica de Mozart. Fue un encargo pero no llegó a estrenarse, aunque estuvo lista en 1763, un año antes de la desaparición de su autor. Se dice que fue una decisión de Luis XV, que la reemplazó por otra ópera de Benjamin Laborde, un señor que, por cierto, acabó guillotinado tras el estallido de la revolución. La suite que escucharemos recoge las partes danzables pero también buena parte de la estructura dramática de una ópera que apenas hoy se escucha fuera de Francia; e incluso en buena parte de sus teatros líricos. Sí sin embargo esta suite, de la que se han ocupado en disco los máximos especialistas del género, contiene momentos de una escurridiza y cutánea belleza.

El resto del concierto está dedicado a Haendel, que, con permiso de quien se sienta aludido, va bastante más allá que su compañero de concierto en materia de invención barroca. Es más que curioso que tuviera que ser un alemán alejado de su tierra quien pusiera a los franceses en su sitio en materia de colores y calores musicales; y seguramente también a los italianos, de los que aprendió mucho, pero a los que superó mucho. ¿Por qué?  Pues porque no hay una música orquestal para la pura fiesta cortesana más orgiástica que la de este señor, al  que los ingleses, como siempre ellos tan listos para exprimir al foráneo, dejaron hacer lo que quisiera. Pero en beneficio de todos. Y sobre todo de los que hemos venido luego para disfrutar de la maravillosa e inagotable vena haendeliana. Las músicas acuática y para los reales fuegos, ambas tan ligadas a anécdotas cortesanas que parecen no tener sentido aisladas de ellas, trascienden todo eso parta convertirse en obras maestras del barroco más loco y representativo. En ambos casos estamos ante músicas de una inventiva prodigiosa, de una fantasía arrebatadora. De ahí su descontrolada popularidad. Escucharlas en concierto, y bajo una batuta con criterio, es impagable. Pedro González Mira

The King´s Consort. Dir.: Robert King. Obras de Rameau y Haendel. Auditorio Nacional der Música, Sala sinfónica. Domingo 25, 19.00. Entre 15 y 40  €.