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Feliz en tu día, amiguito que Dios te bendiga
Por Publicado el: 23/01/2011Categorías: Crítica

BRAHMS EN COMPAÑÍA

BRAHMS EN COMPAÑÍA

Orquesta Nacional de España
Obras de Pilar VEGA, Tomás MARCO, Alejandro YAGÜE, Udo ZIMMERMANN y Johannes BRAHMS. Orquesta Nacional de España. Director: Rafael Frühbeck de Burgos. 14-16 y 21-23 de enero de 2011, Auditorio Nacional, Madrid.
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No hay que hacer esfuerzo alguno para recordar cuán excelente traductor de la música de Brahms es Rafael Frühbeck (Burgos, 1933): grabaciones aparte, su propio historial con la Orquesta Nacional está plagado de actuaciones con solistas que hicieron época -no se olvide que el burgalés es uno de los mejores directores acompañantes en activo-, como el histórico “Concierto para violín en Re” con David Oistrakh en enero de 1973, en ese mismo año el “Primer concierto para piano” con Arrau, el “Segundo concierto” con Rubinstein –de referencia- en 1968 y con el entonces jovencísimo André Watts en 1970, el “Requiem alemán” con Gundula Janowitz, Shirley-Quirk y el Coro Philharmonia de Londres en 1971, sin olvidar una “Cuarta”, memorable, nada menos que en Hong-Kong, Festival de las Artes, en febrero de 1975. La música brahmsiana siempre ha suscitado una efusividad en el artista que viene desde antiguo, y que se ha alquitarado con los años de gloriosa madurez del personaje.
Este ciclo completo de las cuatro “Sinfonías”ha tenido un valor añadido, ya dado a conocer en Dresde el año pasado: el encargo que Frühbeck ha hecho de cuatro pequeñas piezas, a modo de fanfarrias, que preludiaran cada Sinfonía con temas de las mismas para el dispositivo de metales y percusión que cada obra conllevara. La canaria Laura Vega prologó la “Tercera Sinfonía” con “Brahmsiana-fanfarria”, con seriedad y virtuosismo, cualidades también presentes en “Brahmsfare” del burgalés Alejandro Yagüe para la “Cuarta”, en tanto que el único germano de la nómina, Udo Zimmermann, optó por la humorada en “Brahms-Fanfare: Lyrische Fanfaren”, metamorfoseando el tema del tercer movimiento de la “Segunda Sinfonía” en el can-can del “Ofeo en los infiernos” de Offenbach; pero la pequeña obra maestra de la serie se la adjudicó el veterano madrileño Tomás Marco, que en “Through the Looking-Brahms” (“A través de mirar a Brahms”) elaboró una mini-sinfonía a partir de la propia “Sinfonía nº 1”, entreverando los temas principales de los cuatro movimientos en un recorrido de 7 minutos que empleaba como inicio, estribillo y desenlace el ritmo de corcheas del timbal que inaugura la obra, pasado a veces a otra percusión, la marcada por los solistas de metal golpeando las boquillas de los instrumentos: una miniatura magistral.
Las sapientes notas de González Lapuente completaron el excelente nivel de estas dos semanas, con una Orquesta Nacional en plena forma, y cuya espléndida labor de todos sus solistas puede resumirse en la cita a Juana Guillem con maravilloso solo de flauta en el Finale de la “Cuarta Sinfonía”. En conjunto, un ciclo sobresaliente. José Luis Pérez de Arteaga

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