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Por Publicado el: 15/03/2018Categorías: Entrevistas

Chichon: «La música es fundamentalmente emoción»

Chichon: «La música es fundamentalmente emoción»

Karel Mark Chichon es un híbrido motorizado entre los prados británicos y las olas del mar mediterráneo.

Sorprende por su simpatía andaluza, su amor por los toros, la virgen de la Macarena, la Feria de abril y el Riberita del Duero con unas tapas de jamón y, como si se tratara del Peñón, lo queremos español. Sobre todo después de su último concierto en el Teatro de la Zarzuela junto a su mujer, la mezzosoprano Elina Garanča, en el que, además de dirigir con firmeza, levantó al patio de butacas con un manifiesto a favor de nuestro género lírico y la continuidad del Teatro de la Zarzuela, ante su posible desmantelamiento como ente público.

Londinense de nacimiento, pero gibraltareño desde su más tierna infancia, tras vivir unos años mirando al norte se trajo a su familia (su mujer y sus dos hijas) a vivir a Málaga, buscando el sol, la cercanía de los suyos y un entorno amable donde puedan crecer felices las pequeñas.

Antes que nada, quería agradecerle su obvia pasión por la música española y, en particular, por la zarzuela. Han sido días difíciles para el Teatro de la Zarzuela que nadie presagiaba con la tremenda sorpresa de que la Fundación del Teatro Real absorberá probablemente al Teatro de la calle Jovellanos… ¿cómo lo ha vivido desde el podio de ese teatro?

Pues con mucha emoción. Al final la música es fundamentalmente emoción y los músicos estamos para transmitir emociones. Pero también es verdad que me dejó muy conmocionado la reacción del público cuando dije que era nuestro deseo que este teatro siguiese siendo un teatro público. Sobran las palabras……

Chichon en su adolescencia en Gibraltar

¿Es consciente de lo importante que es para nosotros que Elina y usted sigan incluyendo la zarzuela en sus programas con las orquestas más importantes del mundo?

Como he dicho muchas veces, no es una cuestión de obligación, simplemente valoramos el género muchísimo y pensamos que aportamos nuevas emociones a nuestros públicos interpretrándolo. Pero también tengo que decir que yo dirigo mucho Falla, Turina, etc y el repertorio español siempre es muy bien recibido. De hecho, en noviembre 2018 dirijo El sombrero de tres picos en el Concertgebouw de Amsterdam.

Han grabado incluso un disco para la Deutsche Grammophon que incluye repertorio español que ha tenido un gran éxito. ¿Por qué cree que los españoles no conseguimos llegar más lejos con nuestra cultura musical siendo que ésta está al mismo nivel o superior que, por ejemplo, los valses vieneses de los Strauss con los que todo el mundo se despierta el primer día de cada año?

Es una pregunta difícil de responder. Posiblemente sea porque la cultura española es un abanico de tantas formas, no solo las musicales, sino también la cultura popular, los toros, las ferias que se celebran en cada cuidad y pueblo, la Semana Santa, el Rocio, etc, etc. La música clásica es una pequeña parte de lo que es la cultura española, en mi opinión ahí está el problema. Pero también hay que verlo por el lado positivo: no puedes comparar la simpatía y el calor humano de un español con la de un vienés, y yo me quedo con la española.

Llamándose Chichon, ¿se reían de usted cuando pasaban lista en clase en su colegio en Gibraltar?

No, nunca. Eso sí, sentí bullying porque siempre fui el rarito de la clase, precisamente porque me gustaba la música… nadie en aquel Gibraltar con la frontera cerrada tenía ningún interés en ella de forma seria.

Empecé estudiando piano, luego trabajé como organista y, más tarde, como director de coro desde los 15 años de edad, gracias a eso me desarrollé como músico muy deprisa.

Mi profesor de órgano, que era el organista titular de la catedral, se fue tras un año de clases y entonces me dieron a mí la cátedra. Tenía 13 años cuando empecé con esa responsabilidad. De los 13 a los 17 no tuve profesor… yo sigo sin entender cómo pude aprender tanto yo solo, pero también es verdad que, estando tan solo, no tienes otra manera de solucionar los problemas técnicos del instrumento que por ti mismo.

El caso es que tenía la responsabilidad de tocar en todas las misas, y luego me quedaba hasta la una de la mañana estudiando allí, encerrado en esa catedral con ese órgano maravilloso.

Recibiendo del Principe Carlos la medalla como Oficial del Imperio Britanico como reconomiento a «servicios a la música».

No tuve amigos ni novia hasta que salí de Gibraltar. Me encerraba en mi mundo, un mundo muy especial que me hacía expresarme de maneras muy ajenas a las de mis compañeros de clase. Me produjo una honda impresión encontrarme con gente como yo cuando llegué a Londres… por fin allí ya no era el raro.

Cuando tenía 16 años me animaron a que me presentara como alumno a los cuatro conservatorios de música más importantes del mundo y mandé a todos una cinta con una grabación que aún conservo, creo que nunca toqué mejor que en aquella cinta.

Los cuatro me aceptaron, pero la Royal Academy de Londres me pidió que fuera a hacer una segunda prueba “in situ”, y la pasé. Decidí quedarme en la que más había exigido de mí porque sabía que era la que iba a ser más exigente conmigo.

Fui muy afortunado por ser gibraltareño porque inmediatamente, al ver que destacaba en el mundo de la música, algo a lo que nadie se dedicaba en el Peñón, algo muy especial, me becaron… una ayuda fundamental para mi carrera y que se extendió a lo largo de ocho años en Londres y más tarde en Viena y Siena, becas completas que me cubrían todos los gastos, vuelos y alojamiento incluidos.

Nunca podré agradecerles lo suficiente lo que hicieron por mí y, para devolver a Gibraltar su apoyo, he creado una Sociedad Filarmónica en la que hacemos un concierto una vez al mes con músicos de renombre como la English Chamber Orchestra, José Carreras, Albrecht Mayer, etc.

Esta es una pregunta un tanto indiscreta que podemos saltarnos pero ¿qué ocurrió con su candidatura para la ROSS en 2014? ¿Es la política la que rige los destinos del Teatro Maestranza y su orquesta?

Lo de Sevilla fue un concurso a la manera que fue. A mí me lo propuso una plataforma que creía en mi proyecto. Yo no puedo saber exactamente lo que pasó, lo que sí sé es que a mí se me dijo en julio que mi propuesta estaba aprobada, que entraba en septiembre, y luego no ocurrió nada.

Tampoco se me cayó el mundo encima, tenía otros proyectos.

¿Le han invitado alguna vez a dirigir la orquesta?

He dirigido a casi todos los músicos de la ROSS en diferentes asociaciones, pero nunca he sido oficialmente invitado por la orquesta.

¿Era verdad que propuso hacer la Carmen en la Plaza de toros con Garança y Kaufmann?

Quien haya trabajado conmigo, vamos a decir de una manera más permanente, como titular, sea en Alemania, en Letonia o ahora en Las Palmas, te puede decir sin ninguna duda que cuando yo digo algo lo hago, si sé que no puedo hacerlo no lo digo. Soy extremadamente serio.

Lo que sí sé es que todo llega en su momento y, sinceramente, yo no podría estar más contento de lo que estoy ahora en Canarias. Lo que tengo ahora allí no lo tienen en Sevilla, y es el apoyo incondicional de los políticos. Tengo acceso diario con el Consejero de cultura y esa es la llave del éxito.

Fue el propio Presidente del Cabildo quien me preguntó si era capaz de comprometerme con su proyecto. Eso me hizo estar seguro de que el político número uno tiene un enorme interés en que ese proyecto, es decir, la orquesta, funcione. Y eso es precisamente lo que no veo que ocurra en Sevilla.

Canarias es estable económicamente hablando. Creo que tiene un presupuesto digno. No es el mismo que tenían antes, pero sé que se pueden hacer muchísimas cosas interesantes y hay un gran interes por la cultura.

Su trabajo al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Letonia de 2009 a 2013 fue impecable, conseguió que la orquesta siguiera funcionando al 120 por 100 con un recorte en sus sueldos del 40% y aumentar la asistencia de público de un 60 a un 95%.

Trabajando con la LNSO en Riga

¿Cuál es la receta y por qué se rindió?

Yo tenía un plan muy claro en Letonia. A mí me habían nombrado dos años antes de empezar, algo que resultó ser una idea excelente, porque a lo largo de esos dos años empecé a reconstruir la orquesta con la ayuda del gerente.

Había músicos que estaban ya cansados, a punto de jubilarse, que no podían ni querían estar tocando en los primeros atriles… se hizo todo para preparar a la orquesta para cuando yo llegara en esos dos años de espera.

Por otra parte, era una orquesta muy joven, con una media de edad de 28 años, y eso me dio la oportunidad de crear el sonido de la orquesta prácticamente desde cero.

Llegué y empezó una crisis económica tremenda en el país, más dura incluso que la que vivimos aquí y empezaron los recortes. Yo dije a mi orquesta: aquí hay dos opciones, una, nos lamentamos y venimos deprimidos todos los días a ensayar, con lo que la calidad de la orquesta y el público irá a peor, o bien nos remontamos y somos un ejemplo de cómo superar una crisis tanto a nivel artístico como humano.

En una crisis ese es el ejemplo de comportamiento que debes darte no sólo a ti mismo como músico sino también a la cuidad a la que estás sirviendo. Creamos un ambiente excelente en los ensayos y poco a poco el público, que estaba también sufriendo, volvió al teatro a disfrutar de la música.

Trabajamos estupendamente tres años, conseguí que les aumentaran el presupuesto, pero en 2012 la nueva ministra de cultura dijo que iba a volver a recortar y yo dije: “si les recorta el sueldo, me voy”… y me fui.

Por sus declaraciones en otros medios, prefiere la titularidad de una orquesta a ser director invitado de muchas…

Ser titular de una orquesta es lo que yo busco en mi vida. Este es mi lema.

Si una orquesta logra un nivel artistico alto constante es por el titular, no por el invitado. Eso a mí es lo que me llena de orgullo. Yo construyo cosas, a mí no me gusta esto de llegar aquí, “hola qué tal”, tres días y fuera.

También se pueden hacer buenas cosas en pocos días, pero hay que saber qué requisitos se necesitan para realizar un «viaje corto». Por ejemplo, cuando el Teatro de la Zarzuela me invito para realizar el concierto del pasado dominigo mis peticiones fueron que se mantuviera la misma plantilla de músicos en todos los ensayos y que hubiera un mínimo de tres ensayos sobre el escenario del teatro y otra serie de condiciones que siempre pongo, porque cualquier concierto, aunque sea una gala, merece ser bien ensayada en el lugar donde se va a desarrollar ante el público. Nunca pusieron una pega (al revés, sólo ayudaron para que el concierto fuera el éxito que fue). Tengo que decir que tanto su director Daniel Bianco como su adjunto, Raul Asenjo Barbieri, son un ejemplo de cómo hay que llevar un teatro y lidiar con los artistas.

En el caso de la OFGC el Cabildo de Gran Canaria Carlos Ruiz ha destituido recientemente a su gerente Bernández López, ¿qué va a pasar ahora? ¿Va a asumir algunas tareas de gerencia?

No, no voy a asumir ninguna responsabilidad de gerencia porque no me corresponden. Tengo un contrato muy claro donde están firmadas mis obligaciones con la orquesta, aunque también es verdad que las obligaciones de la gerencia y las de la dirección artística a veces pueden cruzarse.

Hay un departamento de producción que tiene que estar guiado. La producción es un tema artístico que siempre he llevado yo, pero esto no tiene nada que ver con la destitución del gerente.

Con la OFGC

Sinceramente, a mí no me interesa ser gerente y director artístico como hacen otros colegas. El gerente tiene sus propias obligaciones en la parte económica y debe fomentar el proyecto artístico que tiene entre manos, eso no lo sabe hacer ningún director musical correctamente, ni viceversa.

¿Y la elección de Sánchez Araña como su asistente?

Sánchez Araña es mi «espía musical» cuando no estoy en las Palmas y es una gran ayuda para mí.

Creo que puede haber alguno que me critique por no vivir en Canarias, pero yo no creo que haya que vivir por obligación en la ciudad de donde uno es titular, lo importante es estar muy pendiente de la orquesta cuando uno no está allí.

Sí es tu obligación contestar al teléfono y a los emails cada día estés donde estés. Además, con respecto a la elección de mi asistente, es mi obligación fomentar el talento canario, en esto el Cabildo y yo estamos muy de acuerdo.

Yo me preocupé por escucharlo, por verlo dirigir, y he de decir que tiene muy buena formación, estudió en Dresden y sinceramente es la persona idónea para este trabajo.

Quiero que los músicos de la orquesta sientan mi presencia tanto cuando estoy como cuando no estoy. Si tengo al día diez o quince correos suyos yo los respondo inmediatamente.

Por otra parte, un titular que tenga una cierta calidad, con una cierta carrera, no puede vivir todo el año en Gran Canaria. También creo que es valioso para la orquesta que yo dirija en Berlín, en Viena o en Nueva York, porque mis experiencias con otras orquestas a lo largo del mundo las aporto después a la orquesta, revierten en ella.

Aún así estoy feliz, mi casa está muy cerca de Canarias, la orquesta tiene unas posibilidades enormes y el Auditorio Alredo Kraus es otra joya.

¿Cómo va su agenda con la orquesta y qué está pensando programar en los próximos años?

Hay 20 conciertos de abono, yo normalmente dirigo 6 de ellos, así que la orquesta va a contar con un mínimo de 13 directores invitados y los correspondientes solistas. Creo que en eso también puedo aportar muchas cosas, porque estoy perfectamente al día de lo que cobran esos directores en otras orquestas y, por supuesto, esos cachés no deben hincharse porque vengas a Canarias, que es lo que va a intentar venderte más de un agente.

Ya hemos firmado con muchos directores que están en la «primera division», estoy ahora mismo trabajando para programar contrarreloj, porque los mejores siempre tienen las agendas llenas, pero creo que lo vamos a conseguir. La programación de la próxima temporada será mejor que la de ésta, y así sucesivamente e intentaré con todas mis fuerzas conseguir giras y grabaciones para la orquesta que ahora es mi «esposa musical».

Con su mujer, Elina Garanca

Con respecto a la calidad de la orquesta de Gran Canaria, es sin duda una de las mejores orquestas de España y su nivel medio es alto y las pequeñas cosas, digámoslo así, que se tienen que arreglar se arreglan fácilmente, la reconstrucción que tuve que hacer en Letonia no la tengo que hacer en Gran Canaria.

Y, por supuesto, le daré al órgano del Auditorio el lugar que le corresponde, para no olvidarme de aquellos sueños de mi niñez.

¿Cómo consigue organizar con su familia la apretada agenda que tienen tanto usted como su mujer?

Mis niñas llaman a Canarias “El lugar donde siempre es verano” y les encanta estar allí. Si estoy dos semanas fuera de casa, luego estoy dos semanas en casa y si estoy más de dos semanas fuera de casa las niñas se vienen conmigo siempre. Si yo tengo doce semanas de trabajo en Canarias, de esas doce posiblemente cuatro estén allí conmigo. Ellas me preguntan todas las semanas cuándo van a volver… les encanta.

Dejo al maestro tras comernos una torrija en un restaurante a escasos pasos de la Zarzuela con la preocupación de qué va a pasar con el futuro del histórico teatro. El me comenta que se va al hotel a preparar unas palabras de apoyo a nuestro género lírico. Lo que pasó esa noche en el Teatro ya es historia, una letona y un gibraltareño comprometidos con nosotros levantaron a un público emocionado. Susana Lozano

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