Ioan Holender con Katharina Wagner y Markus Hinterhäuser

Valery Gergiev dirige por primera vez tanto en el Festival de Bayreuth como en el de Salzburgo demostrando la pacífica convivencia entre ambos

Bayreuth, festival de peregrinaje para los entusiastas de Wagner. Salzburgo, conclusión de los festivales de mediados del siglo XIX en homenaje a Mozart. Dos festivales de vanguardia desde su fundación que compiten en fechas y oferta artística, arrastrando conflictos históricos entre sus directores, parecen haber llegado a la paz en una edición en la que ambos contarán con el mismo director: Valery Gergiev.

El canal Servus-TV ofrece, como cada año, un encuentro entre los directores de ambos festivales: Markus Hinterhäuser, pianista y director artístico del Festival de Salzburgo y Katharina Wagner, bisnieta del compositor de la Teatrología del Anillo y directora del Festival de Bayreuth.  El barítono Ioan Holender ejerce como mediador en esta conversación en la que la competencia ha dado paso a la coexistencia.

Mientras que el Festival de Bayreuth debe enfrentarse al reto de idear producciones atractivas, con los mejores expertos wagnerianos, en el Festival de Salzburgo, la demanda por programar las óperas de Richard Wagner fue aprovechada por Herbert von Karajan para crear su propio festival en Salzburgo – el Festival de Pascua de Salzburgo – para interpretar sus obras. En Bayreuth, explica Katharina Wagner es simplemente imposible programar otro compositor: “habría que cambiar los estatus para hacerlo. No es falta de ambición, es que simplemente no es posible”.

Hinterhäuser aplaude la flexibilidad del Festival de Salzburgo, que carece de directrices sobre lo que debe programarse, “gracias a Dios”.

En el primer tercio del siglo XX, la relación entre ambos festivales sufrió la tensión de la Segunda Guerra Mundial, ya que con la anexión de Austria a la Alemania nazi sus dirigentes abandonaron el Festival de Salzburgo en señal de protesta. Arturo Toscanini, director del Festival entre 1935 y 1937 programó la ópera Los Maestros Cantores de Núremberg insistiendo en que esa obra no pertenecía a la Alemania nazi sino que es de herencia mundial, un paso contra el Festival de Bayreuth. A partir de 1937, Toscanini se negaría a volver a Salzburgo.

Hoy, ambos dirigentes mantienen una convivencia pacífica. Para Hinterhäuser, “es maravilloso que exista un espacio dedicado al trabajo de Wagner”, mientras que la bisnieta de este último, ha permitido un hecho insólito en la edición de este año: ambos festivales comparten la dirección de Valery Gergiev en su programación.

El ruso ha dirigido Tannhäuser en Bayreuth mientras ensaya para Simon Boccanegra en Salzburgo, ambas nuevas producciones. Para el barítono Holender, “ni siquiera Gergiev puede adaptarse simultáneamente a los ensayos de Bayreuth y Salzburgo”, aunque a Katharina Wagner declara sorprendida “lo concentrado que volvió a Bayreuth a pesar de los otros ensayos, centrándose sobre todo en la acústica de Bayreuth”.

Ambos directores afirman que desconocían el compromiso del Valery Gergiev con ambos festivales: “Déjenlo dirigir Tannhäuser y Simon Boccanegra, después juzgaremos”, concluye Hinterhäuser.

Encuentre aquí la entrevista completa.