Crítica: Segundo reparto de ‘La traviata’ en el Teatro Real
Segundo reparto de La traviata en el Teatro Real
La traviata, de Giuseppe Verdi. Adela Zaharia, Iván Ayón Rivas, Artur Rucinski, Karina Demurova, Gemma Coma-Alabert, Albert Casals, Tomeu Bibiloni, David Lagares, Giacomo Prestia, Joan Laínez e Ihor Voievodin. Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. Dirección del coro: José Luis Basso. Dirección musical: Henrik Nánási. Dirección de escena: Willy Decker. 25 de junio

Iván Ayón Rivas y Adela Zaharia
Estas representaciones de La traviata cuentan con un doble reparto, al que habría que añadir un tercero en las representaciones especiales en Julio, donde serán protagonistas Nadine Sierra y Juan Diego Flórez, que, por cierto, se trasladan unos días más tarde ambos al Liceu de Barcelona, donde también serán los protagonistas de la ópera o musical de Leonard Bernstein, West Side Story. A no perdérsela.
Como el día anterior, se ofrece la bien conocida producción de Willy Decker. Aunque para gustos son los colores, mi opinión es que se trata de una estupenda producción, como explicaba en mi crónica de ayer.
Repite también Henrik Nanasi al frente de la dirección musical. Está claro que mi valoración de su lectura no coincide con la de críticos especializados. En cualquier caso, sigo creyendo que se trata de una lectura muy cuidada y siempre delicada, prestando una gran atención y apoyo a los cantantes en escena.
La nueva Violetta era la soprano rumana Adela Zaharia, cuya actuación me resultó convincente. La voz me parece adecuada al personaje, tiene calidad y ofrece una buena interpretación, aunque no se pueda calificar de excepcional. Fue aclamada en los saludos finales, tras un destacado tercer acto.
Alfredo era tenor peruano Iván Ayón Rivas, que volvió a ofrecer su brillante voz y buena línea de canto. En mi opinión responde más a un tenor lírico – ligero que a un tenor lírico puro, que creo que es lo más adecuado para Alfredo. Su figura, de estatura reducida, no ayuda mucho a destacar en escena.
Germont era en esta ocasión el barítono polaco Artur Rucinski, cuya actuación no me resultó muy convincente. Su voz no va más allá de ser un barítono lírico y desde luego lejos de ser un barítono verdiano. Canta bien, sin llegar a emocionar en su interpretación, y sus notas altas están un tanto apretadas.
Los personajes secundarios cumplieron bien y eran los mismos del día anterior. Por despiste propio, no me refería ayer a las prestaciones de Annina, interpretada por Gemma Coma-Alabert, y de Flora, a cargo de Karina Demurova. Ambas lo hicieron bien.
La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración total de 2 horas y 34 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 horas y 4 minutos, es decir 3 minutos más breve que la del día anterior. El Teatro Real había prácticamente agotado sus localidades, quedando algunas pocas butacas de platea vacías.
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