Ciclo de Ibermúsica
Del piano a la batuta
Obras de Schubert, Dvorak y Beethoven. Orquesta de Cámara de Europa. Andras Schiff, piano y dirección. Auditorio Nacional. Madrid, 7 de febrero.
Mientras el Cuarteto Alban Berg desgranaba en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional un precioso programa con obras de Bartok y Mozart, en la Sala Sinfónica se presentaba Andras Schiff con la Orquesta de Cámara de Europa. La agrupación celebra sus veinticinco años de vida, aunque una parte de su filosofía inicial basada en la juiventud puede haber cambiado ya que varios de sus profesores –p.e. fagot y contrabajo- peinan canas.
Andras Schiff en un excelente pianista en repertorios como los bachianos o mozartianos, pero quizá los romanticismos de Dvorak no son los más adecuados para él. No sólo por estilo, sino porque el “Concierto para piano en sol menor” exige una orquesta lo suficientemente amplia para que se separen las funciones de solista y director. El tenerse que levantar del piano para dirigir no ayuda a abordar con la suficiente desenvoltura las libertades románticas sino que promueve una excesiva cuadratura ajena al repertorio. Por ello escuchamos un Dvorak un tanto mozartiano. El concierto se toca poco y hay sus razones, ya que resulta más brillante que rico en ideas.
La “Quinta Sinfonía” de Schubert y la “Segunda” de Beetoven, expuestas con intensidad y pulso un punto acelerado, permitieron disfrutar del buen sonido del conjunto. El público aplaudió mucho tanto a tiempo como a destiempo. Gonzalo ALONSO