Händel

Hoy, 14 de abril, se cumplen 260 años del fallecimiento de Georg Friedrich Händel

Georg Friedrich Händel (1685 – 1759), compositor alemán nacionalizado inglés, es, junto a su contemporáneo J. S. Bach, una de las figuras cumbre del Barroco. En 2009, ciudades de todo el mundo dedicaron ciclos a su música en conmemoración del 250 aniversario de su fallecimiento. Tal día como hoy se cumplen 260 años sin Händel.

Händel siguió la carrera musical a pesar de los deseos iniciales de su padre, quien quiso que su hijo se formase en derecho. Händel estrenó con éxito su primera ópera, Almira, en Hamburgo en 1705. Un año más tarde emprendería un viaje por Italia en el que entraría en contacto con el estilo italiano. Durante estos años, Händel compuso sus ópera Rodrigo, Agrippina o el oratorio La Resurrezione.

En 1710 presentó estas obras en Inglaterra, país donde se estableció en 1712 tras el triunfo de su ópera Rinaldo. Allí gozó de gran fama y reconocimiento hasta que en la década de 1730, problemas económicos de la compañía teatral y el crecimiento de la competencia obligaron al compositor a volcarse en la composición de oratorios. En 1741 compuso su obra más representada, el ‘Mesías’. Esta obra se escribió originalmente para la Semana Santa, ya que celebra la resurreción de Cristo. Sin embargo, la tradición ha vinculado el Mesías a la Navidad.

Durante los siglos XIX y XX prevaleció el mito de que los dos maestros del Barroco habían sido rápidamente olvidados tras su muerte, hasta que un joven Felix Mendelssohn rescató la obra de Bach gracias a una histórica interpretación de la Pasión según San Mateo en Berlín en 1829. Este mito ensombrece también el coleccionismo de manuscritos de Bach por parte de la tía de Mendelssohn, Sara Itzig Levy, y el amor por el compositor alemán inculcado por el profesor de piano de Chopin a su alumno.

Sin embargo, aunque la obra de Händel no fue completamente olvidada, la popularidad de su ‘Mesías’ oscureció el resto de sus composiciones. Beethoven consideró a Händel como el mayor de todos los compositores, estudiando su obra durante toda su vida. Brahms plasmó su admiración por Händel en El canto del triunfo – Trimphlied en alemán -. Una obra escrita en 1871 con motivo de la victoria del Káiser Guillermo I en la Guerra Franco-Prusiana.

El director Nicholas McGegan reconoce que la constante representación del Mesías en Navidad y la formación enfocada a su interpretación nublaron su percepción de la obra de Händel, ya que no fue hasta la universidad cuando se daría cuenta del inmenso catálogo de óperas, oratorios y música instrumental que dejó el compositor. Emma Kirby, soprano, reconoce momentos en sus óperas de una belleza tal que paralizan momentáneamente el corazón. «La magia de su música es suficiente para una vida dedicada a explorarla», declara.

Los principales teatros nacionales recuerdan su obra: el 13 de abril, el Teatro de la Maestranza ofreció la versión en concierto de la ópera Israel en Egipto; y tanto en el Teatro Real de Madrid como en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona podrá verse en el mes de mayo la representación de Agrippina, con Joyce DiDonato, Franco Fagioli y Marie-Nicole Lemieux el primero, y Joyce DiDonato, Luca Pisaroni y Franco Fagioli el segundo.

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