Temporada de la Zarzuela
Golfa amenidad castiza
“El Bateo” y “De Madrid a París” de Chueca y Valverde. Milagros Martín, Luis Perezagua, Luis Varela, Enric Serra, Enrique Ruiz del Portal, Luz Valdenebro, Daniel Moreno, Roberto Alamo, Pilar de la Torriente., etc. Dirección de Escena: Andrés Lima. Dirección Musical: Miguel Roa. Orquesta de la Comunidad de Madrid y Coro del Teatro de la Zarzuela. Teatro de la zarzuela. Madrid, 20 de junio.
No saldrán defraudados quienes acudan al último de los espectáculos de la temporada del Teatro de la Zarzuela. Se presentan con lujo de medios “El Bateo” y “De Madrid a París” del maestro Chueca, que contó con la colaboración de Valverde para el segundo título. Género chico a lo grande, con tanto personal sobre el escenario como en la ópera “Carmen”. Dos horas amenas, llenas de casticismo impregnado de una cierta golfería que puede escandalizar a muchos pero que hoy no deja de ser liviana si se compara con lo que sucede en nuestra sociedad y los titulares de los periódicos. Puede ser que Andrés Lima reinvente, que lo hace, y que su puesta en escena desfigure un poco la intención original, pero funciona. Como sigue funcionando espléndidamente la inspiración de Federico Chueca –se demuestra que el público tenía más razón que sus colegas en su aprecio al músico- llena de alegría, chispa y facilidad melódica. En “El bateo” no hay mucha música, pero la que contiene es enormemente pegadiza, a lo que ayudan las citas propias y de terceros, perfectamente reconocibles. Más contiene “De Madrid a París”, obra mero pretexto para la sucesión de números musicales y la pícara crónica social de la célebre exposición parisina y la atención que despertó en España. El poutpurri de los organilleros, el vals de las golondrinas, la danza de los salvajes… son momentos eminentemente populares que rozan la revista y el musical.
Miguel Roa vuelve a demostrar oficio y traslada al público su entusiasmo por lo que dirige. Milagros Martín conserva su poderío escénico, pero en general el vocal resulta el apartado más deficiente. Se canta poco y no bien e incluso se habla con dicción imprecisa. Los teatros deberían acostumbrarse a subtitular hasta los diálogos. Los amigos de los estrenos de la Zarzuela volvieron a entusiasmarse. También se lo pasarán bien ustedes. Gonzalo Alonso