Jonas Kaufmann: “Como estudiante, nunca pensé que llegaría a cantar Tristán”

El tenor acaba de debutar este papel wagneriano en Munich junto a Anja Harteros y Kirill Petrenko en una nueva producción de Krzysztof Warlikowski

Jonas Kaufmann como Tristán

Con rotundidad y pleno convencimiento, Jonas Kaufmann afirma que ha llegado el momento de interpretar el papel de Tristán, protagonista en el drama wagneriano ‘Tristan e Isolda’. Con todas las entradas vendidas, la Bayerische Staatsoper presentó el debut del tenor el pasado 29 de junio junto a Anja Harteros como Isolda, también en su primera interpretación de este personaje, Mika Kares como el Rey Marke, Wolfgang Koch como Kurwenal, Sean Michael Plumb como Melot y Okka von Der Damerau como Brangäne, Kirill Petrenko en el foso y Krzysztof Warlikowski, autor de la nueva producción que puede verse en Múnich hasta el 31 de julio.

La complejidad del papel de Tristán le ha valido la reputación de ‘asesino de voces’, que ha ocasionado recortes en la partitura de hasta 11 minutos – en el Acto II -, y pequeños fragmentos – esencialmente en el Acto III -. La versión de Múnich se mantiene fiel a la partitura en toda su longitud, principal dificultad del papel para Kaufmann: “Para mí, lo más duro fue mantener todos los detalles en la cabeza: cada palabra, pausa y matices”, declaró en una entrevista para AP News.

Con la templanza y cuidado por su instrumento que ha guiado cada paso en su carrera, Kaufmann recuerda cómo la primera vez que el maestro Michael Rhodes, “a quien le debo todo”, confiesa, sugirió que algún día cantaría Lohengrin “sacudí la cabeza incrédulo”. “Todo mi periodo como estudiante podría resumirse en la frase: ‘sé cuidadoso y canta bajito, si no se estropeará tu voz’. En algún momento pensé, ‘si este es mi futuro, mejor cambiar de profesión’. Uno de esos momentos fue cuando canté la parte del Tercer Escudero en Parsifal, un papel pequeño. Todos a mi alrededor eran voces wagnerianas, y yo no quería ser menos, así que di mi máximo. Tras unas pocas frases estaba completamente ronco, lo único que salía de mi garganta cuando intentaba cantar era aire caliente. Fue entonces cuando un colega me llevó junto a Rhodes”.

En comparación con su último debut, Otello de Verdi, Kaufmann vincula su profesión como contante de ópera con la de los deportistas de élite, de manera que “Tristán es un maratón y Otello es una sucesión de sprints. En Otello no puedes perder la concentración en ningún momento, cada compás exige una atención plena. El nivel emocional que construye Verdi está siempre elevado, mientras que en Wagner, los espacios entre intensidad y calma son completamente diferentes”, continúa. Como inspiración, el tenor ha bebido de las grabaciones de “grandes Tristanes”, precisa, entre los que se encuentran Jon Vickers, Lauritz Melchior, Max Lorenz, Ludwig Suthaus, Ramon Vinay, Wolfgang Windgassen y Jess Thomas, “pero el que más me impresionó fue Suthaus en la legendario grabación con Furtwängler y Flagstad de 1952”.

Kaufmann comparte protagonismo con Anja Harteros, compañera de reparto en múltiples producciones, quien también se presenta como Isolda: “Hay una química especial entre nosotros. Siempre que canto con ella siento que eso es que uno inspire al otro y así sube el nivel”.

Habrá que esperar al próximo año para escuchar el próximo debut de Kaufmann, el papel homónimo de la ópera Peter Grimes de Benjamin Britten, que cantará en Viena.

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