La maldición de «Il Postino»

La Razón, 10/07/2013

Plácido Domingo estaba a punto de cumplir con su cita anual ante el público madrileño.Sus compañeros de reparto en el Teatro Real, sin embargo, sólo han podido ensayar una vez con él. Parecía lógico dado que iba acantar «Il postino», la ópera de Daniel Catán basada en «El cartero y Pablo Neruda», que él se empeñó en estrenar. Lo logró en la ópera de Los Ángeles, que dirige en 2010, luego es un papel, el de Neruda, que conoce a la perfección. Sin embargo, ayer se hizo pública una nota de prensa enla que se informaba de que fue ingresado el pasado lunes en un hospital de Madrid, donde ha sido tratado de una «emboliapulmonar derivada de una tromboembólica venosa». Según ha podido saberLA RAZÓN, el tenor sufrió un trombo en la pierna que se desplazó hacia el pulmón.Domingo ha salido de peligro y está consciente, aunque muy bajo de ánimo al saberque no podrá cantar. La «leyenda negra» en torno a la obra va sumando sucesos. La suerte le ha sido esquiva a este libreto,basado en la novela de Antonio Skármeta «Ardiente paciencia». Vayamos por partes.Cuando Daniel Catán le habló a Plácido de la ópera que preparaba, «Ilpostino», al tenor se le iluminaron los ojos. Él, que tantos papeles ha cantado (rebasa con creces el centenar), iba a debutar uno de los que, sin duda, le hacía más ilusión llevar a un escenario. Nada menos quemeterse en la piel de Pablo Neruda. La mirada, dicen quienes le tenían al lado, le brillaba de una manera especial. Catán se puso manos a la obra y parió una partitura en la línea de sus anteriores trabajosmelódicos (reconocido fuera de su patria, México, por títulos como «Florencia en el Amazonas», «Salsipuedes» y «La hija deRappaccini»). Confesaba el artista que era uno de los papeles que más le ilusionaba. La ópera se estrenó el 23 de septiembre de2010 en el Dorothy Chandler Pavillion de Los Ángeles, sede del coliseo lírico de laciudad, dirigido a su vez por el tenor. Se hicieron media docena de representaciones y las críticas fueron correctas, aunque distaron muchode convertirla en un título de referencia. «Il postino» era él y quizá si el papel lo hubiesecantado otro tenor, no el más grande, habría pasado depuntillas por la historia de lalírica reciente. Pero Plácido dio la vida por él, se caló lagorra del escritor y adoptó su porte. A su lado, dos de lascantantes que más le aprecian, la chilena Cristina Gallardo-Domas y la canaria Nancy Fabiola Herrera. La euforia previa alestreno quedó en una alegría contenida.La pérdida de Catán El montaje viajó posteriormente a Viena en diciembre de 2010 (al Theater an derWien). Meses después, concretamente el 8 de abril de 2011, se produjo un durísimo revés para el tenor: el fallecimiento repentino mientras dormía de Daniel Catán. El compositor, de 62 años, nacido en México y nacionalizado norteamericano, se habíatrasladado temporalmente a Austin (Texas), donde le sorprendió la muerte.Cuando el montaje aterrizó en el Châtelet de París, todo el elenco dedicó las funciones a su artífi ce. «Es una gran ópera; sinembargo, Catán se empeñó en que tenía que mejorarla y es lo que estaba haciendo cuando falleció. Hemos perdido a un extraordinario hombre de teatro y yo a ungran amigo», recoradaba el tenor ante los medios. Posteriormente se representaría en el Palau de les Arts de Valencia, en elTeatro Municipal de Santiago (Santiago deChile), el Palacio de Bellas Artes de México y a partir del 17 de julio, en el Real.Un nuevo revés ha vuelto a colocar en los titulares la ópera de Catán sobre Neruda: una embolia pulmonar impedirá aPlácido Domingo, de 73 años, debutar el papel en Madrid, su ciudad, su casa, posiblemente uno de los papeles que másilusión le hiciera cantar. El artista llegó el viernes a Madrid para los ensayos, que se desarrollaron con normalidad ese día y el sábado, hasta que el domingo comenzó a sentirse mal. El ingreso en un hospital de Madrid se produjo de manera inmediata el lunes para tratarle de «una emboliapulmonar derivada de una tromboembó-lica venosa», según el comunicado emitido por sus representantes en el que seinsiste en que «está recuperándose y seencuentra fuera de peligro», aunque elproceso le llevará entre tres y cuatro semanas, tiempo que deberá permanecer bajo supervisión médica.Tampoco podrá dirigir el concierto del 21 de julio en la Plaza Mayor de Madrid. A su lado permanecen sus hijos y su esposa, Marta, fi el compañera de viaje. Gema Pajares

Análisis: Una embolia por el cáncer

Un cáncer de colon puede causar
una embolia pulmonar?
–Sí que predispone a ello. Pese a no
conocer el estadio y ni el tratamiento
de la displasia, es cierto que la
aparición de esta patología podría ser
síntoma de que existe actividad tumoral, ya que en la sangre existirían
alteraciones. A veces es secundaria al
proceso cancerígeno. También puede
ser consecuencia de algunos tratamientos empleados en la patología. O
puede aparecer desligado de estas
causas, pero con sus antecedentes,
habría que tener en cuenta el tumor y
estudiar de nuevo su situación.
● ¿Volverá a los escenarios?
–Habrá que vigilar que durante los
primeros años no aparezca una
hipertensión pulmonar crónica
embólica. Además, el nivel de la
embolia determinará el grado de
reposo, pero como mínimo serían dos
meses. Ahora mismo necesita mucho
reposo, dependerá del oxígeno, dado
que habrá sufrido una insufi ciencia
respiratoria. Si no hay más complicaciones podría volver a los escenarios.
Claudia Valenzuela
Doctora en Neumología Hospital
La Princesa. Madrid