CONCIERTO MAHLER

Teatro Real de Madrid. 13 Diciembre 2015.

Dentro de la programación del Teatro Real se incluye un único concierto sinfónico, que contaba con varios atractivos. En primer lugar, estar dedicado a música de Mahler. En segundo lugar, contar con la presencia del barítono sueco Peter Mattei, y, finalmente, contar en el podio con Pablo Heras Casado, principal director invitado del teatro, y que actualmente tiene una mayor proyección popular por motivos extra musicales.  No todos los  días  uno tiene  ocasión de  asistir a  un concierto de  Mahler  y con  estos ingredientes, por lo que decidí acudir al Teatro Real, de donde tengo que decir que salí satisfecho con el resultado del concierto.

El  programa  ofrecía  como  primera  parte    los  Lieder  del  Caminante,  cubriendo  la segunda la monumental 5ª sinfonía, composición que en términos taurinos se puede considerar como un auténtico Miura, de los que ponen a los directores en su sitio.

Pablo Heras Casado

Gustav Mahler es un compositor en cuyas obras se refleja de manera extraordinaria su estado anímico. Quizá mas que en cualquier otro compositor.  Y esto es particularmente notable  en  las  obras  que  componen  el  concierto  de  ayer.  Los  4  Lieder  reflejan pesimismo, desesperación y hasta depresión. No en balde los compuso a raíz de su fracaso amoroso en Kassel, que le dejó profundamente marcado. Más acusado todavía es esto mismo en la 5ª sinfonía. Como saben, consta de 5 movimientos, siendo los dos primeros pesimistas  y depresivos, auténticas  marchas  fúnebres, para  cambiar en  la segunda parte, especialmente en los dos movimientos finales. El cambio tiene que ver con el encuentro de Mahler con Alma Schindler ocurrido en 1901 y es justamente viviendo con ella cuando termina la sinfonía, hasta el punto de dedicar el famoso y maravilloso Adagio (4º movimiento) a Alma como declaración de amor.

Pablo Heras Casado es hoy, junto con Juanjo Mena, nuestro director de mayor proyección internacional y pocas obras puede haber para calibrar su calidad de directo como la Quinta de Mahler. Hay que decir que el granadino ha superado claramente la prueba. Tiene mucho tiempo por delante para profundizar en la obra y estoy convencido de que tendrá muchas oportunidades de hacerlo y con orquestas del máximo prestigio. Hoy, a sus 38 años, Pablo Heras Casado es una auténtica realidad. En este mundo de la música a nadie regalan nada y si está donde está es por méritos propios,  y así lo ha demostrado en este concierto. De lo mucho bueno que ofreció me quedo con el inspiradísimo Adagietto, que fue de cortar la respiración. Muy brillante también el Allegro giocoso final. Cuando terminó el concierto parecía como si hubiera llovido sobre su cuerpo, tal fue su intensidad dirigiendo A sus órdenes estuvo la Orquesta del Teatro Real, que tuvo una muy buena actuación, especialmente en el metal, faltando quizá algo más de fuerza en la cuerda.

Peter Mattei

Como digo más arriba el concierto se abrió con los Lieder del Caminante, donde se contó con el barítono sueco Peter Mattei, que ofreció una buena actuación, con voz muy adecuada, aunque pudo faltar algo más de emoción. Estos Lieder podrían haber sido más redondos con un auténtico liederista.

El Teatro Real ofrecía una ocupación de alrededor del 75 % de su aforo. El público mostró su satisfacción con el resultado del concierto, dedicando ovaciones a Heras Casado y la orquesta. También Peter Mattei fue muy aplaudido en la primera parte.

El precio de la localidad más cara era de 91 euros, habiendo butacas de platea al precio de 87 euros. La entrada más barata costaba 19 euros.

Terminaré sacando de dudas a mis lectores. ¿Estaba? ¡Estaba! José M. Irurzun