Paul McCartney vence a Sting en una insólita batalla por el mejor disco de… música clásica. EL MUNDO 5 de mayo
Se alza con el Classical Brit Award gracias a ‘Ecce cor meum’, el oratorio que dedicó a Linda

LONDRES.- El ex beatle Paul McCartney ganó en la noche del jueves el galardón al mejor disco del año en los premios británicos de música clásica (Classical Brit Awards) con un álbum cuya composición interrumpió durante dos años abatido por la tristeza tras la muerte de la que fue su primera esposa, Linda.
El disco clásico modernizado Ecce cor meum (He aquí mi corazón), el cuarto trabajo de música clásica que lanza McCartney desde 1991, se impuso al proyecto de música renacentista Songs from the labyrinth, de otro conocido músico no clásico, Sting, vocalista de la banda The Police.

Paul McCartney ha dedicado nada menos que una década a la producción del álbum premiado, que empezó a componer antes de que Linda muriese de cáncer de mama en 1998, informa Efe.

Tras su muerte, McCartney se sintió tan afectado que no pudo componer ni tocar música durante casi dos años, según confesó el propio artista a la prensa inglesa en una entrevista que ofreció tras volver a la música, en 2002.

El álbum, interpretado por el coro y la orquesta del Colegio de La Magdalena de Oxford, en el sureste de Inglaterra, finalmente salió a la venta en noviembre pasado y en él el músico refleja sus «sentimientos» hacia la que fue su primera esposa.

McCartney y Sting, más conocidos por sus sencillos de música pop que por sus incursiones en los sonidos clásicos, protagonizan la tercera ocasión en que artistas fuera del ámbito de la música clásica son candidatos para estos premios. El año pasado participó en los premios Roger Waters, líder de la legendaria banda británica Pink Floyd, y en 2001 lo hizo el gurú de la música electrónica William Orbit.

En cuanto al premio a la mejor cantante del año, y ya dentro de la ortodoxia operística, fue a parar a la soprano rusa Anna Netrebko, que se impuso al joven tenor lírico mexicano Rolando Villazón, que era candidato también al premio de la crítica, pero que se quedó sin ningún galardón y se tuvo que marchar de Londres con las manos vacías.

En la categoría de instrumentista del año resultó premiado el pianista noruego Lief Ove Andsnes, que ganó la última edición de ese premio y que se impuso a la joven trompetista británica Alison Balsom.

El premio a la grabación clásica del año fue para Los planetas, de Holst, a cargo de la Filarmónica de Berlín dirigida por el regista británico Simon Rattle, mientras que el galardón al compositor de la banda sonora del año fue a parar a George Fenton, por la música de las series de la BBC Planet earth.

La ceremonia de entrega de los llamados Classical Brit Awards tuvo lugar, como es tradicional, en el Royal Albert Hall londinense, frente al Hyde Park, y a ella asistió la esposa del príncipe Carlos y duquesa de Cornualles, Camilla Parker Bowles, en su primer compromiso público tras someterse a una histerectomía el pasado marzo. Camilla se ha recuperado satisfactoriamente, según pudo comprobarse en la gala.