Dudamel y la Orquesta Simón Bolívar llegan a Europa en el marco del terremoto político en el que se encuentra Venezuela desde hace ya varios años.  Atrás queda esa época en la que el fenómeno del Sistema sorprendió al mundo, posicionando al mencionado país lationamericano en la delantera del mundo cultural. Actualmente, son muchas las voces que ponen de manifiesto las diferentes incongruencias que se producen en el marco de un proyecto social que busca sacar adelante a la juventud venezolana.

Imagen de El Sistema de Venezuela

En 2007, la Orquesta Simón Bolívar llegaba a Europa para mostrar al viejo continente el transformador proyecto venezolano denominado como El Sistema. Esta sorprendente inciativa social asombró al mundo entero, la cual buscaba llevar a cabo una transformación del pueblo a partir de la música y la cultura. Al frente de esta orquesta se situó durante muchos años uno de los directores más codiciados de la actualidad: Gustavo Dudamel. Sin embargo, la sorpresa dejó paso al desconcierto a causa de la situación política actual de Venezuela.

El pasasdo 6 de enero, el Times publicaba recientemente un artículo en el que se ponía de manifiesto la casualidad que suponía la gira de celebración de los 50 años de la formación por Europa, junto con la investidura de Nicolás Maduro como presidente tras loas numerosas denuncias de fraude electoral. Este texto destacaba cómo el proyecto ha sido el blanco de numerosasn protestas a causa de “«lavar con arte» un régimen bajo el cual Venezuela se ha enfrentado al colapso económico, el hambre y la violencia”.

Recuerda el artículo como Dudamel ya fue objeto de polémica a causa de un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York junto a la Sinfónic Nacional Infantil de Venezuela, pudiendo verse un camión con letreros en los que se denunciaba el mencionado fraude electoral y el silencio del director. Se menciona también cómo en 2017, un músico fue asesinado por las fuerzas de seguridad venezolanas, siendo este el motivo por el que la gira de Dudamel con la misma formación fue cancelada en Estados Unidos.

El texto del Times supone un ejemplo claro de la estupefación de la sociedad de la forma en la que se trata tanto al director como a la formación venezolana. Destaca cómo los artistas rusos han sido apartados por apoyar la invasión de Ucrania y al presidente Putin, si bien a menudo se ha llamado a no politizar el arte. Sin embargo, la situación venezolana dista mucho de la rusa, viendo cómo el propio Sistema es un brazo propagandístico del entramado político nacional actual, con Maduro a la cabeza.

Ante estas pruebas, podemos comprobar que no es oro lo que reluce en la iniciativa social. Según Times, el mensaje transmitido de que el Sistema era una vía de escape para los jóvenes que se encuentran en situación de pobreza y exclusión social no es real, pudiendo ver cómo el grueso de participantes en este programa provenían de clases medias. A su vez, muchos de estos sufrieron lesiones a causa de la mala formación, llevada a cabo por otros jóvenes que no poseían titulaciones para la enseñanza. Muchos de los que huyeron del país fueron considerados, incluso, traidores, no pudiendo volver a su patria.

La polémica puede ir hacia atrás, tal y como indica el artículo, señalando directamente a su fundador, Antonio Abreu, como un dirigente con prácticas corruptas que fue utilizado por el régimen venezolano desde la llegada de Hugo Chávez. A través del proyecto, Venezuela tenía una forma de blanquear las polémicas de su gobierno. La imagen al exterior fue utilizada de tal modo que nadie pensase en los problemas reales de Venezuela. Según indica un músico, “había «jets privados para el director de orquesta», señalando además que “todos se alojaban en hoteles de cinco estrellas”.

El artículo también habla de la fuente de financiación del Sistema, recordando cómo la industria petrolífera inyectó elevadas cuantías en el proyecto en época de bonanza. Sin embargo, la actual financiación según el autor proviene de asuntos que giran en torno al narcotráfico y la minería ilegal. Ante estas cuestiones, podemos comprobar cómo la iniciativa solidaria del sistema se ha diluido para convertirla en una herramienta más para ocultar la terrible situación de Venezuela en la actualidad.

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