EXPANSIÓN. 14/07/201250
«Prefiero seducir a imponer»
Pedro Halffter Director de orquesta y compositor
De ilustre apellido, este joven maestro ha trabajado en los mejores
teatros del mundo y ha dirigido a grandes como Plácido Domingo.

Con 29 años, fue el director más joven en ponerse al frente de una
orquesta en el Teatro Real. Formado en Alemania, Viena y EEUU, Pedro
Halffter Caro (Madrid, 1971) es, además de compositor, director
artístico del Teatro de la Maestranza y director artístico y titular
de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y de la Orquesta Filarmónica
de Gran Canaria. Ha aprendido con los grandes, empezando por su padre, el director Cristóbal Halffter.
Apellidarse Halffter, ¿se puede sentir a veces como un peso?
No es un peso; es una responsabilidad y un orgullo. De mi padre he
aprendido la disciplina, el compromiso moral con el arte. Y la
capacidad de motivación, aunque sean tiempos muy difíciles. Él me ha
enseñado a creer e ilusionarme con los proyectos.
¿Qué impresión produce dar órdenes a Plácido Domingo en el ‘Cyrano’
que dirigió en el Real?
Cuanto más grandes son los artistas, más fáciles y más disciplinados
son. Dirigir a Plácido Domingo es de lo más emocionante que he hecho
en mi carrera. Es una persona extraordinaria, de una bondad y una
capacidad de trabajo inmensa, y una generosidad que contagia a todos.
Si tuviera que destacar una sola cosa de él, ¿cuál sería?
Una lección maravillosa: su ilusión y la entrega total a todo lo que
hace. Se deja la piel cada vez que sale al escenario. Es admirable.
¿Hay alguna receta para sacar lo mejor del talento de su equipo, los
miembros de la orquesta?
Se puede hacer a través de la imposición o de la seducción. Yo
prefiero seducir, intentar explicarles hacia dónde quiero llegar,
transmitir mis ideas al grupo que tengo delante. Si es por cuestiones
artísticas, el choque de egos acaba por solucionarse.
El momento del concierto es la prueba de fuego. ¿Cómo lo afronta?
Lo más hermoso que hay es sentir la comunicación. Cuando subo al
escenario, intento marcar todo con mis manos, con mi forma de sentir,
a través de la mirada, de los gestos… Se produce una comunicación
casi mística entre el director y la orquesta, y eso se transmite al
público.
¿Qué cualidades son las más relevantes en un director de orquesta?
Como en cualquier líder de una empresa, depende de la personalidad.
Los hay que saben priorizar y exprimir las cualidades del equipo,
tapando las carencias. Otros tienen un carácter fuerte y por su propio
liderazgo logran resultados óptimos. Y los hay de gran talento
musical, y aunque no tengan una personalidad tan marcado, poseen
convicciones tan extremas que alcanzan el éxito.
¿Hay orquestas difíciles o directores impacientes
No siempre las orquestas más grandes son más difíciles. Cada orquesta y cada proyecto son un mundo. Me lo enseñó Zubin Mehta.
¿Qué aprendió de este maestro?
«Puede pasar cualquier cosa en cualquier momento».
¿Y ha comprobado que eso es así?
Me han pasado cosas inimaginables, como tener tres caballos en escena,
y que se nos quemara parte de la escenografía a punto de estrenar.
Ante los imprevistos, serenidad.
Acaba de ofrecer la ‘Novena’ de Beethoven en el puerto de Gran
Canaria, en un escenario de contenedores. ¿Son acciones positivas?
Es más importante asumir riesgos que ser positivo. De los riesgos se
aprende. Es cuestión de ser valientes. CARMEN MÉNDEZ