Debo hacer unas puntualizaciones al obituario que Juan Ángel Vela del Campo ha escrito sobre Ramón Barce el pasado 16 de diciembre; no sólo «era una persona encantadora, con una conversación culta y siempre amable», por encima del extraordinario músico que fue, primaba la maravillosa, la bondadosísima e íntegra persona que era Ramón Barce.
Lo que él creó no era, de ninguna manera «un sistema armónico bautizado como armonía de niveles»; en sus propias palabras y en una entrevista que le hice hace años: «Necesito alguna limitación, y necesito una escala para encontrame a gusto, así es que inventé unas escalas que tienen también una nota principal, y con ellas compongo». a lo que llamaba «Sisema de niveles».
La foto que ilustra la noticia es de su esposa, sí, que además de ser su esposa se llama Elena Martín.
Descanse en paz Ramón Barce, un ser luminoso que nos hizo mejores a los que tuvimos la fortuna de tratarlo.

Ana Serrano Velsco