Rosa García Ascot, la única estudiante a quien tomó como alumno Manuel de Falla, formó parte del denominado Grupo de los Seis, tan vinculado a la Generación poética del 27. Su legado orquestal es breve, apenas intuido, como pinceladas de su estética delicadísima. Quizá el Concierto para piano y orquesta sea su testamento más diferenciado; bellísimo dentro de su elegancia noeclásica.
Coincidiendo con el concierto público en el Auditorio de León (lleno, dentro de las limitaciones de la situación sanitaria), las obras han sido grabadas para su próxima publicación discográfica. José Luis Temes ya publicó, hace una década, la obra completa de Jesús Bal y Gay, esposo y compañero de exilio de García Ascot.
En el mismo concierto, se estrenó también Sueños irreales, del leonés Julio Aller; y repusieron Noches en los jardines de España, de Falla; y Galdosiana, de la ya citada Laura Vega, cosechando un enorme éxito en la velada inaugural del Festival que dirige el violinista Miguel Fernández Llamazares.
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