XVI Festival de Arte Sacro
Un “Réquiem” a la antigua
Ainhoa Arteta, Maite Arruabarrena, Agustín Prunell-Friend, José Antonio López, Orquesta de Cadaqués y Coro de la Comunidad de Madrid. Nevil Marriner, director. San Jerónimo el Real. Madrid, 8 de marzo.
Hay ciclos que, por muy excelentes que sean, siempre traen alguna sorpresa. Sucedió con el de “Arte Sacro” de la Comunidad de Madrid en su último concierto en Los Jerónimos. No se había anunciado mucho, pero en la iglesia no cabía un alfiler. Seguro que el párroco se lamentaría de no encontrar tanta gente de pié y sentada por los suelos en las misas dominicales. La razón final era sacra, era la conmemoración del año Mozart con su gran “Réquiem”, pero había una razón más superficial y que un espectador explicaba muy claramente por su móvil antes de empezar el acto: “Estoy en Los Jerónimos para escuchar un “Réquiem” con Ainoa Arteta”.
Lo que el espectador posiblemente desconocía es que los cuatro solistas tienen partes no tan brillantes como pueda suceder en otras obras similares, como por ejemplo la de Verdi. Sin embargo la Comunidad de Madrid apostó fuerte y al indudable gancho de la soprano de Tolosa se unieron la mezzo Maite Arruabarrena, el tenor Agustín Prunell-Friend y el bajo José Antonio López. Los cuatro lucieron musicalidad y buen hacer bajo las órdenes de Sir Nevil Marriner, maestro por quien parecen no pasar los años a pesar de haber cumplido ya los ochenta. La Orquesta de Cadaqués y el Coro de la Comunidad de Madrid apoyaron un versión a la antigua usanza, muy diferente de las modas actuales, con tempos muy vivos y espíritu romántico. Era lógico este concepto cuando hay que luchar contra las acústicas e incomodidades de una iglesia célebre, pero que no es una joya en ningún sentido. Y, además, se agradece un poco de variedad. Éxito total para esta obra maestra. Gonzalo ALONSO