El pianista islandés abordará ante el público donostiarra su último trabajo discográfico, que revisita la obra para teclado de Mozart, Haydn, C.P. E. Bach, Galuppi y Cimarosa

Víkingur Ólafsson (c)Ari Magg

La intimidad del recital se abre paso este lunes, 22 de agosto, en la 83º edición de la Quincena donostiarra, que tras la representación de La fille du régiment, el espectáculo del Ballet Flamenco de Andalucía y los conciertos de la Euskadiko Orkestra y la Sinfónica de la Radio de Fránkfurt, recibirá a Víkingur Ólafsson.

El pianista islandés desembarca en San Sebastián con su último proyecto discográfico bajo el brazo: algunas de sus piezas para teclado de Mozart más queridas enmarcadas en una selección de piezas para este instrumentos de sus compositores contemporáneos más destacados. El resultado “desmitifica la imagen del prodigio casi angelical en favor de la imagen de un compositor riguroso y minucioso en plena madurez”. En su propuesta, Ólafsson ha recurrido a piezas escritas en la década de 1780 – como el Rondó de la sonata n.15 en Fa mayor K533/494’, la Fantasía en re menor K 397, y la Sonata para piano n.14 en do menor K 457 – y las ha entrelazado con obras de Galuppi – Andante spiritoso de la sonata nº 9 en fa menor, Larghetto de la sonata nº 34 en do menor -, Cimarosa – Sonata nº 55 en la menor, con un arreglo propio -, y Carl Philipp Emanuel Bach – Rondó en re menor H 290 -.

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