ATTILA (G. VERDI)

Teatro Real de Madrid

Versión de Concierto

Attila es una de las óperas de los llamados años de galeras, y es la segunda colaboración de Giuseppe Verdi con el Teatro de la Fenice, donde se estrenó en marzo de 1846. Desde mi punto de vista se trata de lo que yo llamo una ópera patriótica, como otras de la primera época del compositor.

El genio de Busseto fue un compositor inmenso, además de ser un hombre muy listo, de manera que utilizó esta ópera para rendir homenaje a Venecia, cuya fundación se intuye en el propio texto, además de dar al público una oportunidad única de identificarse con los personajes, especialmente en ese famoso dúo de Attila y Ezio, en el que éste ofrece al caudillo de los hunos el universo entero, quedando Italia para él. Italia, evidentemente, no existía en 1846, y el público no pudo reaccionar de manera más explícita, apoyando a Ezio frente al Imperio del Norte.

Estas operas de los años de galeras están muy alejadas del Verdi maduro, estando centrada su composición en números cerrados. La influencia del libreto es enorme y hace falta un director musical de mucha importancia y unos cantantes muy notables para que la ópera no caiga en el aburrimiento. Esto es especialmente importante en Attila, donde se dan claras diferencias de calidad musical entre la primera y la segunda parte de la ópera, lo que ocurre todavía en mayor medida con el libreto de Temistocle Solera, que resulta de muy escaso interés dramático en los dos últimos actos.

Dirección musical

Corre a cargo del italiano Nicola Luisotti, principal director invitado del Teatro Real y cuya presencia al frente de óperas de Giuseppe Verdi es siempre una garantía. Su calidad es de sobra conocida en este teatro, donde tantas veces ha dirigido ópera. Viene de dirigir Tosca en la Staatsoper Unter den Linden de Berlín y de aquí marchará a Hamburgo, donde también estará al frente de esa obra maestra de Giacomo Puccini.

Nicola Luisotti

Estarán a sus órdenes la Orquesta y Coro del Teatro Real de Madrid.

Reparto vocal

Pocas veces se asiste a una representación de una de estas primeras óperas de Verdi, en la que se pueda disfrutar de un gran reparto vocal. Así ocurre también en este caso, en el que el reparto ofrece grandes figuras al lado de cantantes de menos calidad. Indudablemente lo que más importa es quíénes sean los protagonistas de Attila y Odabella.

Attila

El rey de los hunos será interpretado por el bajo-barítono americano Christian Van Horn, que está desarrollando una buena carrera. Para mi gusto y en las veces que le he visto me ha parecido corto de graves y en mi opinión el rol de Attila precisa un auténtico bajo. Sus actuaciones son siempre correctas, pero confieso que yo hubiera preferido otro bajo. Viene de interpretar en La Bastilla el rol de Felipe II en la ópera de Verdi, Don Carlo. Su presencia es habitual en los grandes teatros de ópera.

Odabella

Es sin duda el mayor atractivo de estas funciones, al contar como protagonista con la soprano americana Sondra Radvanovsky, que se ha convertido en una de las cantantes más deseadas por los teatros de ópera en los últimos años. Precisamente, este mes se cumplen los 25 años de cuando la ví por primera vez. Fue en el Metropolitan de Nueva York y ella era una jovencita que cantaba una de las Hijas del Rhin. La verdad es que me llamó poderosamente la atención y conseguí traerla a nuestro país, siendo una desconocida y triunfó. ¡Cómo no! Me preocupa que haya cancelado muy recientemente su actuación en el rol de Odabella en el Teatro San Carlo de Nápoles.

Sondra Radvanovsky

Ezio

El general romano será interpretado por el barítono polaco Artur Rucinski, a quien hemos visto en bastantes ocasiones en teatros españoles y siempre la impresión ha sido positiva, al contar con una voz de calidad y bien manejada, aunque no está sobrado de volumen y sus notas altas pueden estar algo apretadas. Viene de cantar en la Staatsoper de Viena el personaje del Conde Luna en Il trovatore, con críticas positivas.

Foresto

Es el tenor americano Michael Fabiano, bien conocido en nuestro país, donde ha cantado en bastantes ocasiones. Le vi por última vez la temporada pasada en el Liceu de Barcelona en la parte de Calaf en la ópera Turandot. Su instrumento tiene indudable calidad, aunque es un cantante que a mí no me emociona, ya que su canto se hace monótono, generalmente. Viene de cantar el personaje protagonista de Andrea Chenier en la Staatsoper de Viena.

Habrá dos representaciones en forma de concierto los días 14 y 17 de mayo 2025.

José M. Irurzun