El centenario de Victoria de los Ángeles es una ocasión que merece el más sentido reconocimiento y homenaje. Esta sublime soprano española, nacida en Barcelona en 1923, dejó un legado imborrable en el mundo de la música clásica. Además de su indudable talento vocal, de los Ángeles fue reconocida por su dedicación y rigor en la interpretación de cada papel. Su voz brillante y cálida de soprano lírica casi spinto, combinada con su expresividad y habilidad actoral, la convirtieron en una intérprete única y cautivadora. Su capacidad para transmitir emociones a través de la música era simplemente asombrosa. Cada una de sus actuaciones era un viaje emocional que trascendía el escenario y tocaba el corazón de todos los presentes. “¿Qué habría sido yo en la época de Victoria? Nada” esto me dijo una vez Montserrat Caballé, sin duda exagerando, pero no andaba muy lejos.

Victoria de los Ángeles

Desde muy joven, Victoria de los Ángeles demostró su talento vocal excepcional y su pasión por la música. Estudió en el Conservatorio del Liceu de Barcelona, donde perfeccionó su técnica y adquirió los conocimientos necesarios para convertirse en una soprano de renombre internacional.

A lo largo de su carrera, Victoria de los Ángeles interpretó una amplia variedad de roles operísticos, destacando en obras de compositores como Mozart, Verdi, Puccini y Wagner. Muy solicitada en EEUU, debutó en el et en 1951 con “Fusto”, tras hacerlo en la Scala y el Covent Garden. Fue la primera cantante española en actuar en el Festival de Bayreuth (1961 y 1962).

Además de su éxito en el mundo de la ópera, también destacó como liederista y grabó numerosos discos muy aclamados. Sus colaboraciones con el pianista Gerald Moore o con Schwarzkopf o Fischer-Dieskau son una referencia. Su versatilidad y capacidad de emocionar a través de su interpretación hicieron que fuera amada por audiencias de todo el mundo.

Pero el alcance de su influencia no se limitó solamente a su carrera como cantante. Victoria de los Ángeles fue una embajadora de la cultura española en el mundo, llevando consigo no solo su voz, sino también el espíritu del arte español.

En honor al centenario de Victoria de los Ángeles se han organizado varias exposiciones y homenajes en todo el mundo. Aprovechando que en 2023 se celebra también el centenario de la pianista Alicia de Larrocha, la Generalitat de Cataluña ha impulsado una exposición sobre ambas intérpretes, a las que unió una larga amistad. La Fundación Victoria de los Ángeles y la Asociación Alicia de Larrocha han unido sus esfuerzos para montar esta exposición comisariada por Pep Gorgori y diseñada por Rafael Villalobos, que puede visitarse en el Palau Robert de Barcelona desde el pasado día 27 de septiembre. «Queríamos que se explicaran ellas mismas, y que conociéramos su mundo a través de ellas», dice Villalobos. Y esa es la sensación que transmite la exposición: que hay dos mujeres que están explicando su vida y su obra; las luces, resplandecientes, y las sombras, también tan humanas. Esta exposición profundiza en la vida y carrera de la estimada soprano. Muestra una cautivadora colección de fotografías, vestuario escénico, programas de conciertos y otros recuerdos relacionados con su trayectoria artística.

El Teatro Real le dedicó un ciclo lírico, programando una serie de óperas en las que ella había dejado una huella imborrable, como «La Bohème» y «Carmen». El día 7 de noviembre, el Liceo plantea una gala a la soprano que debutó allí en los años 40, en la que participarán Sarah Connolly, Iréne Theorin y Joyce DiDonato hasta Fatma Said, Sabina Puértolas, Louise Alder, Anne Schwanewilms y Helena Ressureiçao. En noviembre, la presente edición del Festival LIFE Victoria llevará a Sarah Connolly (día 10), que abordará lieder de Mahler y Simon Keenlyside (18), que cantará “Winterreise” de Schubert y también el Teatro de la Zarzuela la recordará el 12 de marzo de 2024 con destacados artistas. Más allá de España, se han realizado numerosos conciertos y recitales en todo el mundo para rendirla homenaje. Además, varios sellos discográficos han lanzado recopilaciones especiales con algunas de sus grabaciones más emblemáticas, como sus “Boheme”, “Butterfly” o “Manon”. Así Warner Classics ha reeditado cincuenta y nueve CDs co todas sus grabaciones de entre 1948 y 1977. Estas grabaciones sirven como testimonio de su talento excepcional y permiten a las nuevas generaciones descubrir y apreciar su inmensa contribución a las artes vocales.

Llegué tarde a su arte, pero en mi memoria permanecen imborrables dos noches: un “Pelleas y Melisande” en la Zarzuela en 1980 y un recital posterior en el Teatro Carlos III de San Lorenzo de El Escorial. Se la aplaudió entre cada pieza y, cuando algunos pidieron silencio, ella habló “Aplaudan, aplaudan, que me ayuda a descansar”. Estaba ya muy mayor y su voz era una hermosa ruina. Compartí con ella la cena y pude comprobar la humildad y humanidad de una mujer a la que la vida trajo muchos sufrimientos de carácter familiar. La música fue su refugio ante ellos.

Su voz sigue resonando en nuestros corazones y su legado perdura, inspirando a futuras generaciones de artistas. Gonzalo Alonso