Fallece el crítico musical Julio Andrade Malde a los 80 años

Licenciado en Derecho y gemólogo, especialista en comercio exterior y director de oficinas bancarias en Buenos Aires y París, Julio Andrade Malde será especialmente recordado por ser «inquebrantable en la defensa de las instituciones musicales coruñesas» y uno de sus «más entusiastas, rigurosos y útiles referentes», declara su hijo.

Julio Andrade Malde

La madrugada del sábado fallecía en A Coruña, su ciudad natal, Julio Andrade Malde. La gran afición a la música en su familia alentaría en él la vocación de componer. Para el tenor Joaquín Pixán, que mostró interés por grabar la integral de su obra, sus composiciones «poseen un lenguaje muy personal y original, y una traducción exacta de los sentimientos líricos de la música que refleja los aspectos más sutiles de la poesía».

Sin embargo, la composición fue quedando al margen «porque las necesidades de la vida te llevan por otros caminos», diría un día Andrade. Así, en paralelo a su trabajo en el ya desaparecido Banco Pastor, Andrade dedicó su vida a la crítica musical, siendo corresponsal de Scherzo y Ritmo, y periódicos gallegos como La Voz de Galicia o La Opinión de A Coruña. En su producción se encuentran también publicaciones en la Enciclopedia Salvat Grandes Compositores y «El gallego errante«, una obra sobre el compositor Andrés Gaos, considerada su aportación más destacada.

Amigos de la Ópera de A Coruña ha dedicado las siguientes palabras a quien fue uno de sus primeros socios:

«Amigos de la Ópera lamenta el fallecimiento en A Coruña de uno de sus primeros socios, el decano de la crítica musical gallega, Julio Andrade Malde. Jamás olvidaremos el apoyo que nos brindó en todo momento, y sobre todo en estos últimos difíciles años. Caballeroso, amable, entendido, Julio fue siempre un valladar inquebrantable en la defensa de las instituciones musicales de su ciudad, y de manera muy especial de esta Asociación, que quería como algo propio. Siempre se dice que se van los mejores, pero en este caso además es cierto. La vida cultural coruñesa pierde a uno de sus más entusiastas, rigurosos y útiles referentes. No sólo nosotros lo echaremos de menos, también los artistas que recibieron de él sus sabios consejos y su cariño. Más allá de su faceta como crítico y cronista, siempre en positivo, lo recordaremos como un fan más, después de cada representación, acudiendo animoso a saludar y, en su caso, felicitar a los artistas, a comentar con ellos sus actuaciones con palabras alentadoras para los más jóvenes y detalles interesantes para los consagrados, a los que en muchas ocasiones les sorprendía descubriéndoles este o aquel detalle, anécdota o curiosidad relacionados con su paso por la ciudad. Hasta siempre, querido Julio».