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Por Publicado el: 21/01/2025Categorías: Colaboraciones

Manuel García cumple 250 años

Manuel García cumple 250 años

Hoy, 21 de enero, se cumplen los doscientos cincuenta años del nacimiento en Sevilla de Manuel Vicente del Pópulo Rodríguez Aguilar, Manuel García para la posteridad de los anales de la Ópera. Conocido tradicionalmente como cantante y por ser el padre de María Malibrán, Pauline Vairdot y Manuel Patricio García, su faceta como compositor ha sido objeto de recuperación en los últimos años.

Manuel García cumple 250 añosHoy, 21 de enero, se cumplen los doscientos cincuenta años del nacimiento en Sevilla de Manuel Vicente del Pópulo Rodríguez Aguilar, Manuel García para la posteridad de los anales de la Ópera. Conocido tradicionalmente como cantante y por ser el padre de María Malibrán, Pauline Vairdot y Manuel Patricio García, su faceta como compositor ha sido objeto de recuperación en los últimos años.

El tenor y compositor Manuel García

 

En comparación con otros países europeos, España ha tardado mucho en comenzar a recuperar su rico patrimonio musical, especialmente el referente al género operístico. Este fenómeno ha venido condicionado por dos factores principales. Por una parte, la falta de interés, cuando no el desprecio, hacia nuestro pasado musical más allá de los momentos o autores consagrados como el canon de la música española. Así, la historiografía musical española, ya desde el siglo XIX, señaló como la etapa más gloriosa de nuestra música la del Renacimiento, con autores como Tomás Luis de Victoria, Cristóbal de Morales o Francisco Guerrero.

Desde esa etapa había que saltar hasta las primeras décadas del siglo XX para encontrar una etapa dorada de la música española con la escuela nacionalista formada por Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Joaquín Turina o Joaquín Rodrigo. En consecuencia, la larga etapa de los siglos XVII, XVIII y XIX era prácticamente despreciada por los investigadores e intérpretes por considerarla de escaso interés o de escaso valor.

El segundo factor que explica el retraso español en el conocimiento de su patrimonio musical es la tardía implantación de los estudios de Musicología en las universidades españolas. Dada la absoluta separación que el sistema educativo español ha establecido hasta hoy entre la Universidad y la enseñanza musical (conservatorios), la presencia de la música en el ámbito universitario ha sido nula hasta hace unas tres décadas, cuando empezaron a implantarse poco a poco los grados en Musicología en algunas universidades españolas (Oviedo, Granada, Complutense de Madrid…). Como resultado, ni en los conservatorios se ha fomentado la investigación, ni en las universidades tampoco hasta esta tardía sensibilidad hacia la investigación musical.

En consecuencia, durante mucho tiempo las únicas o mejores investigaciones sobre el rico pasado musical español procedían de investigaciones de musicólogos extranjeros que encontraron en España una tierra virgen sin explorar y llena de tesoros musicales.

Es el caso, por ejemplo, de Manuel García. salvo alguna pequeña aportación a principios del siglo XX por parte de José Subirá, la importancia de Manuel García como compositor era absolutamente desconocida hasta que en la década de los noventa salió a la luz la tesis doctoral de James Radomski sobre el músico sevillano (Radomski, James: Manuel García (1775-1832). Chronicle of the Life of a bel canto Tenor at the Dawn of Romanticism. New York, Oxford University Press, 2000).

Radomski dio a conocer por primera vez la verdadera dimensión de Manuel García como compositor. Si hasta entonces el sevillano era sólo conocido como cantante, desde ahora su figura se eleva a la del más importante compositor español de ópera por el volumen y la calidad de su catálogo. Radomsky puso, de esta manera, a disposición de los musicólogos y de los músicos el catálogo completo de las partituras de García y su localización exacta en archivos y bibliotecas europeas y americanas, haciendo posible la resurrección de esa música y su interpretación y grabación.

La primera grabación de música de Manuel García se produjo en 1994 con la selección de los Caprichos líricos por parte del gran tenor rossiniano Ernesto Palacio (Yo que soy contrabandista y otras canciones. Ernesto Palacio, Juan J. Chuquisengo (piano) y Juan C. Rivera (guitarra). 1 CD ALMAVIVA DS 011), seguida seis años después por otra grabación del mismo repertorio por parte de Teresa Berganza (Caprichos líricos españoles. Teresa Berganza (mezzosoprano), Juan A. Álvarez Parejo (piano) y José Mª Gallardo del Rey (guitarra). 1 CD AUTOR 703), una cantante que ya venía incluyendo en sus recitales canciones de Manuel García desde los años setenta.

Hay que destacar la tarea incansable de Cecilia Lavilla Berganza por difundir en sus recitales las canciones de Manuel García, recuperando para ello las adaptaciones de algunas de ellas realizadas por su padre Félix Lavilla para su esposa Teresa Berganza.

Un importante paso se dió en el año 2005. La Universidad de Cádiz organizó un ciclo de conferencias sobre Manuel García posteriormente publicado (ROMERO FERRER, Alberto y MORENO MENGÍBAR, Andrés, Eds.: Manuel García: de la tonadilla escénica a la ópera española (1775-1832). Cádiz, Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 2006), al mismo tiempo que el Festival de Música Española programaba la interpretación de las dos tonadillas de García y su famosa ópera unipersonal El poeta calculista, ocasión que se aprovechó para grabar dichas obras y así dar a conocer a un público más amplio la obras del periodo español de García (El poeta calculista. Tonadillas. Ruth Rosique (soprano), Mark Tucker (tenor). Orquesta Ciudad de Granada. Andrea Marcon (director). 2 CD ALMAVIVA DS 0144).

Todo ello no hubiera sido posible sin el apoyo de Emilio Casares, catedrático de Musicología de la Universidad Complutense y director del Instituto Complutense de Ciencias de la Música (ICCMU), que apostó por encargar una serie de ediciones críticas de composiciones de García para ponerlas a disposición de los intérpretes. Además de los Caprichos líricos, de las tonadillas y de El poeta calculista, el ICCMU editó obras de mayor envergadura como las óperas Don Chisciotte y La mort du Tasse.

En este mismo año de 2005, en coincidencia con el cuarto centenario de la edición de la primera parte de Don Quixote de la Mancha de Miguel de Cervantes, la productora KL Ópera y el Ministerio de Cultura posibilitaron que la ópera de Manuel García Don Chisciotte pudiera ser estrenada por primera vez, dado que esta ópera no llegó a ser estrenada en vida de García.

Don Chisciotte fue representada en varias ciudades de la Mancha y también el Teatro de la Maestranza de Sevilla, siempre con una gran acogida por parte del público y de la crítica, que valoró de forma unánime la alta calidad de esta música. Las representaciones sevillanas fueron grabadas para un posterior producto discográfico (Don Chisciotte. Ángel Rodríguez, Javier Galán, Cristina Obregón, José J. Frontal, Jon Plazaola, Cecilia Lavilla. Coro Intermezzo. Orquesta de Cámara Galega. Juan de Udaeta (director). 2 CD ALMAVIVA DS 0149).

Ese mismo año 2005 el Teatro de la Maestranza de Sevilla, cuya sala pequeña lleva el nombre de Manuel García, organizó un ciclo de conferencias y conciertos centrados en el compositor sevillano que tuvieron el efecto de hacer que el público sevillano se familiarizase con la personalidad y la música de su insigne hijo.

El éxito de la recuperación del Manuel García compositor de óperas llevó al Festival Internacional de Música y Danza de Granada a programar en 2007 Il califfo di Bagdad, la mejor de las óperas del período italiano de García y que influyó directamente sobre Il barbiere di Siviglia de Rossini.

La grabación comercial realizada en directo por parte de un sello tan importante como ARCHIV (Il Califfo di Bagdad. Milena Storni (mezzosoprano), Anna Chierichetti (soprano), Manuela Custer (mezzosoprano), José M. Zapata (tenor), Emiliano González (tenor), Maria Cassi (barítono). Coro de la Orquesta Ciudad de Granada,. Les Talens Lyriques, Christophe Rousset (director). 2 CD ARCHIV PRODUKTION) certificó a nivel internacional la calidad intrínseca de la música de Manuel García.

De nuevo será la ciudad natal de García, Sevilla, quien lidere nuevas recuperaciones de sus composiciones. En enero de 2008 tuvo lugar la recuperación mundial de La mort du Tasse, sin lugar a dudas la mejor de todas las óperas de García y que consiguió despejar las dudas que por parte de algunos críticos sevillanos existían hacia el valor de la música de García. Toda la prensa sevillana fue unánime en valorar la enorme calidad de esta partitura que pone a García en el primer nivel de los compositores de ópera de la Francia del momento.

Desde el año 2010 hasta la actualidad, la recuperación de partituras de Manuel García se ha centrado en sus óperas de cámara, compuestas en sus dos últimos años de vida para los alumnos de su escuela de canto en París.

Se trata de óperas escritas originalmente para un  conjunto de 4 a 7 voces con acompañamiento de piano y que aprovechan libretos ya existentes y compuestos años atrás para otros compositores y que fueron ligeramente adaptados por el propio García. En ellas Manuel García destila al máximo su estilo de composición partiendo de su admiración hacia Mozart, su influencia de la música de Rossini y hasta su capacidad para absorber algunos rasgos estilísticos de la nueva escuela guiada por Bellini.

En el año 2010, en una coproducción entre el Teatro Arriaga de Bilbao y el Teatro de la Maestranza de Sevilla, se recuperó con gran brillantez escénica y musical L’isola disabitata, que alcanzó, en el caso de Bilbao, cuatro representaciones con dos repartos diferentes.

A partir de ese momento, y gracias a la influencia del pianista y director musical Rubén Fernández Aguirre, han sido el Teatro de la Zarzuela y la Fundación Juan March de Madrid los que han asumido el objetivo de rescatar el resto de las óperas de cámara de Manuel García: Un avvertimento ai gelosi, Le Cinesi, Il finto sordo e I tre gobbi, título que el Festival Rossini in Bad Wildbad programó también el verano de 2019. Faltaría solamente rescatar una última ópera de salón recientemente descubierta, La buona famiglia, sobre un libreto de Goldoni.

Un hito a nivel internacional lo marcó la edición del disco Contrabandista por el sello DECCA. En él, el tenor mexicano Javier Camarena, con la orquesta Les Musiciens du Prince, con la dirección de Goianlucca Capuano y con la iniciativa y colaboración de Cecilia Bartoli, se daban a concorde canciones y arias de García, así como del repertorio rossiniano que el sevillano frecuentó. Bartoli ya había incluido en su disco María un aria de la ópera de García La figlia dell’aria, así como su famoso polo “Yo que soy contrabandista”.

Un apartado casi desconocido del perfil compositivo de Manuel García es el de su música religiosa. El Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza lleva adelante desde hace cuatro años una línea de recuperación patrimonial denominada Manuel García sagrado. Con la participación del coro granadino Numen Ensemble, con el organista/pianista Héctor Eliel Márquez y la dirección de Jerónimo Marín, se han interpretado hasta ahora las cuatro misas para solistas, coro y órgano que García compuso en Londres en 1818. Para las próximas ediciones del mencionado festival está prevista la recuperación del resto de la música religiosa del sevillano.

Para este año en que se cumplen los doscientos cincuenta años de su nacimiento, Sevilla tiene en cartera varios conciertos con su música como eje principal. En el Festival de Música Antigua de Sevilla  está programada la versión de concierto de su gran éxito, la ópera unipersonal El poeta calculista, con el tenor almeriense Juan de Dios Mateos, la Orquesta de Cámara de Bormujos y la dirección de Alberto Álvarez Calero. Al igual que la Misa nº 4 dirigida por Jerónimo Marín al Numen Ensemble y un cuarteto de solistas.

Por su parte, el Teatro de la Maestranza (que no en vano tiene sala de cámara a nombre de Manuel García) tiene en cartera la representación de la ópera de salón I tre gobbi y algunas canciones de García en el recital-homenaje a Sevilla del tenor Isnalel Jordi y el pianista Rubén Fernández Aguirre. El Espacio Turina, la sala de cámara por excelencia de Sevilla, ha programado un recital del tenor Francisco Fernández Rueda, con el acompañamiento al piano de Giulio Zappa, con un programa íntegramente dedicado a canciones y arias inéditas de Manuel García.

Aunque aún queda mucha música de este sevillano universal por recuperar (especialmente sus óperas), creemos que ha llegado el momento en el que Manuel García se incorpora definitivamente al canon de nuestro patrimonio musical. No en vano es el más prolífico compositor de óperas de nuestra historia y el impulsor de la fiebre por la música española en la Europa romántica.

Andrés Moreno Mengíbar

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