El tenor se despidió del público en plena función precisando su imposibilidad de cantar a causa del humo de un tren del decorado

Marcelo Alvarez. Manon Lescaut. Teatro Carlo Fenice

El pasado viernes, 25 de marzo, el público del Teatro Carlo Fenice de Genova presenció un momento que el diario Corriere della sera, que recoge el incidente, califica de “increíble pero cierto”: el tenor Marcelo Álvarez detuvo la representación de Manon Lescaut, declaró que no podía cantar como consecuencia del humo expulsado por un tren del decorado y se despidió del público, “dejando petrificada a la audiencia pero en especial a su compañera de reparto, María José Siri”, indica el periódico italiano.

El teatro bajó el telón tras la salida del cantante y recomenzó la función con Riccardo Massi como sustituto de Álvarez, “un inicio tenso”, indica el Corriere della sera, “que fue in crescendo con los aplausos de ánimo del público y una interpretación espléndida de Siri”.

El director del teatro, Claudio Orazi, ha tachado de irresponsable la respuesta del tenor, alegando que “el desfallecimiento de Álvarez era notable desde el comienzo de la representación, mucho antes de los efectos derivados del decorado, aprobados por todos los artistas durante los ensayos. Todos eran conscientes del volumen de humo, muy modesto, y nadie se opuso”. Davide Livermore firma el montaje, que sustituyó por un tren el coche de caballos que apunta el libreto de la ópera de Puccini.

“Es asombroso que un tenor de la talla de Álvarez, con su amplia experiencia internacional, no haya sido sincero y declarado su malestar para retirarse de escena dignamente. Culpar al decorado ha sido una excusa para ocultar un problema de forma. Sus dificultades resultaban evidentes y es normal que las haya, son cosas que pueden pasar hasta para una de las voces más bellas del mundo”, concluye Orazi.

El tenor sigue anunciado en la función del 1 de abril.

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