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Noticias y Maldades de 2000 otras
Por Publicado el: 30/12/2000Categorías: Noticias y maldades

Noticias y Maldades de 2000

Lo que pasa es que Madrid es muy especial. Estamos en pleno centenario de Rodolfo Halffter. Pues vale, en el mismo día tres conciertos con sus obras: el de Ignacio Marín Bocanegra en la Residencia de Estudiantes, el de la Orquesta de la Comunidad en el Auditorio, con Díaz Munoz dirigiendo, y el del Proyecto Gerhard dirigido por Encinar -el titular de la anterior agrupación- en el Monumental. En los dos últimos la misma obra: «Don Lindo de Almería». Pus ya saben, tras las vacas gordas… Porque así somos aquí.
Una de espanoles en el extranjero, porque piano, piano nuestros intérpretes se internacionalizan. María José Montiel cantó en Canada y también en Nueva York junto a Dutoit. La Orquesta de la Comunidad también visitó estos días el Carnegie Hall. Y ello a pesar de que se les cayó del cartel Ainoha Arteta y que Plácido Domingo, que había aceptado participar tras la renuncia de Arteta, también se echó atrás al final. Quienes parece que no pisarán los EEUU son los chicos de la Orquesta Nacional de España. El dolar está por las nubes, las comisiones de los agentes no digamos y las huelgas producen pérdidas. En los ambientes musicales se contempla esta suspensión como la toma de posiciones del INAEM ante el atracón conn pastel de la ONE que se había pegado la agencia Musiespaña.
Rafaél Frühbeck es quien tiene bazas para permanecer allí una temporada, ya que los músicos de la Sinfónica de Boston le han incluído en su terna como posibe y querido nuevo titular.
Tras el apagón Real -y ya se habla más de él que del de nueva York- aún hubo unos Celos y en esos celos estuvieron los celos de Jordi Savall. Celos razonables, es decir, cuernos. Porque Malgoire utilizó instrumentos del siglo XVI, cuando la música española de los tiempos de Hidalgo -el siglo XVII- era mucho más rica. Todo eso lo comprobó Savall, el especialista español de la época a quien el Real dio la espalda, y se notaba en su cara.
Claro que para caras las que ponían quienes se compraban el catálogo de un célebre y reciente exposición «Renoir», en la que se presumía de decenas de obras del francés. Sólo que en el catálogo, y sólo en él, se contaba que la gran mayoría fueron forjadas muy recientemente. Vamos, copias. ¿Se imaginan cosa similar en una exposición de «Goya»?
Hay quien acapara todo y no deja nada para los demás. Vean si no al más joven de los Halffter, el director Pedro Halffter. No sólo dirigió unn curso de dirección de orquesta -valga la redundancia- y está a punto de salir a la venta su compacto con «La del alba sería», las pprimeras escenas del «Don Quijote» de Cristobal, sino que acaba de inaugurar la temporada de la Zarzuela dirigiendo «La ópera de los tres peniques» de Weill. Pues no serán tres peniques sino algún milloncete lo que recibirá de Caja Madrid en concepto de beca para estudiar coomposición en Estados Unidos.
De asunto virtual y de un grupito ha tildado Consuela Diez, directora del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, las críticas que ha recibido el Festival de Alicante. Juan Cambreleng dice que el Real va viento en popa en respuesta a los trapos sucios publicados ultimamente y sobre los altos ejecutivos que abandonan el teatro manifiesta que todo el mundo puede recibir ofertas mejores. Lo que no sabía yo era que salir del Real para quedarse en casa era una oferta mejor. Debe serlo si Cambreleng lo dice: todo antes que seguir en el teatro. ¡Cuánta demagogia!
Vicente Cervera dejó la gerencia de la Orquesta Nacional por segunda vez. Se llevó de nuevo a Inbal, su eterno director invitado, en las maletas. Poco o nada le han dejado hacer esta vez. Dicen que a la tercera va la vencida. Le ha sustituído Felix Palomero, uno de los gestores musicales más eficaces e intrépidos que conozco. Porque hace falta tener muchas ganas de hacer cosas y mucho valor para dejar la buena vida junto a Paloma O’Shea en la Escuela Reina Sofía, que es un yate que va viento en popa, para embarcarse en el carguero de la ONE. Lo que no tiene nombre es que llamasen a Cervera para despachar en el INAEM y le recibiesen con «Ahí tienes tu liquidación».
Hay quien acapara todo y no deja nada para los demás. Vean si no al más joven de los Halffter, el director Pedro Halffter. No sólo dirigió unn curso de dirección de orquesta -valga la redundancia- y está a punto de salir a la venta su compacto con «La del alba sería», las pprimeras escenas del «Don Quijote» de Cristobal, sino que acaba de inaugurar la temporada de la Zarzuela dirigiendo «La ópera de los tres peniques» de Weill. Pues no serán tres peniques sino algún milloncete lo que recibirá de Caja Madrid en concepto de beca para estudiar coomposición en Estados Unidos.
De asunto virtual y de un grupito ha tildado , directora del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, las críticas que ha recibido el Festival de Alicante. Juan Cambreleng dice que el Real va viento en popa en respuesta a los trapos sucios publicados ultimamente y sobre los altos ejecutivos que abandonan el teatro manifiesta que todo el mundo puede recibir ofertas mejores. Lo que no sabía yo era que salir del Real para quedarse en casa era una oferta mejor. Debe serlo si Cambreleng lo dice: todo antes que seguir en el teatro. ¡Cuánta demagogia!
Vicente Cervera dejó la gerencia de la Orquesta Nacional por segunda vez. Se llevó de nuevo a Inbal, su eterno director invitado, en las maletas. Poco o nada le han dejado hacer esta vez. Dicen que a la tercera va la vencida. Le ha sustituído Felix Palomero, uno de los gestores musicales más eficaces e intrépidos que conozco. Porque hace falta tener muchas ganas de hacer cosas y mmucho valor para dejar la buena vida junto a Paloma O’Shea en la Escuela Reina Sofía, que es un yate que va viento en popa, para embarcarse en el carguero de la ONE.
Antón García Abril acaba deser nombrado Académico Correspondiente en España de la Academia Nacional de Bellas Artes de Argentina y durante los días 16 al 26 de septiembre se le dedicará un homenaje en las Universidades de Santa Fe y Rosario en donde se interpretarán algunas de sus obras sinfónicas, conciertos y música de cámara. En Soria, mucho más cerca, estrenó estos días su «Concierto de las Tierras Altas», para violonchelo y orquesta, con el joven pero claro valor Asier Polo y la Orquesta de Bilbao dirigida por Juanjo Mena. Un día antes había estrenado Luis de Pablo. El mismo día en que Odón Alonso la «Novena». Se de buenas fuentes que muy posiblemente haya sido su despedida de la dirección de orquesta.
También con nombre propio. Rafael Frühbeck de Burgos ha cosechado un éxito clamoroso -del que aquí, para variar, nadie se ha enterado- en la clausura del célebre Festival americano de Tanglewood con la «Novena» y la Sinfónica de Boston. El público deliró, los críticos le han comparado con los más grandes directores del pasado y han cerrado sus crónicas con frases como «uno se alegra de haber estado presente en un acontecimiento tan excepcional». Por si fuera poco, tras este éxito, la orquesta ha incluido su nombre en la terna de la cual saldrá su próximo titular.
Se clausuraron los cursos de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial, que había inaugurado Jose Antonio Marina, con un extraordinario recital de Teresa Berganza. El director de los mismos, Alberto Portela, expuso una semblanza de la mezzosoprano gracias a la cual nos enteramos que, además de excelsa en Rossini o Mozart, lo es también en el de Stravinski. ¿Es que no hay quien revise las notas de estos discursos para que no se meta la pata?
Me encantan los curriculum, sobre todo los algunos de los participantes en el curso del Millenium gallego «La cultura de fin de siglo». En el curriculum de José Luís Téllez se dice algo así «Crítico y escritor musical y cinematográfico. Estudios privados,
simultáneamente con los de Arquitectura en la Escuela Superior de Madrid. Además de gran cantidad de artículos y notas para conciertos ha publicado un estudio sobre La Traviata, un volumen de divulgación y un ensayo sobre la obra de Luis de Pablo…»
De Vela del Campo se dice «Es codirector artístico con el compositor Mauricio Sotelo de los cursos universitarios osbre Estética de la Música Contemporánea en el Teatro Central – Universidad de Sevilla. Es miembro de la comisión asesora de la Orquesta de Barcelona. Ha impartido cursos y conferencias en la Academia de España en Roma; Universidad Complutense en el Escorial, Instituto Alemán, Fundación Juan March…» Pero es curioso que no dice cuál es su verdadera profesión… y qué estudió y hasta qué curso y qué estudió de música y dónde… Por cierto, que en ellos estuvo El País en pleno dentro de esa política de arrinconar a Enrique Franco emprendida por el ambicioso compañero.
Y para cursos kafkianos el impartido por un joven de 29 años en El Escorial sobre dirección de orquesta. ¿Acaso a esa edad lo que toca es seguirlos y aprender? ¿Y qué me dicen de sus declaraciones en la prensa en plan estrella? Hay quienes se creen o les hacen creerse genios. Flaco favor a veces el de los apellidos.
Uno de mis amigos es genial. Este verano ha dado una conferencia en Asturias de título «La presencia de Bach en la obra de Tomás Marco». Me estoy refiriendo al propio compositor que, visto lo visto, el próximo año nos deleitará con «Marco en la obra de Bach». Al tiempo.
Leo un BOE de principios del verano en el que se otorgaba una subvención a «La del Soto del parral» de la Zarzuela que ya había cerrado sus puertas. Más vale tarde que nunca, pero ¿es que esa casa no tiene remedio?
Antón García Abril acaba deser nombrado Académico Correspondiente en España de la Academia Nacional de Bellas Artes de Argentina y durante los días 16 al 26 de septiembre se le dedicará un homenaje en las Universidades de
Santa Fe y Rosario en donde se interpretarán algunas de sus obras
sinfónicas, conciertos y música de cámara. En Soria, mucho más cerca, estrenará pasado mañana su «Concierto de las Tierras Altas», para violonchelo y orquesta, con el joven pero claro valor Asier Polo y la Orquesta de Bilbao dirigida por Juanjo Mena.
El nieto vivo de Wagner, Wolfgang, a sus ochenta y un años no para. Después de pasar muchos años en el anonimato le ha entrado la furia por salir al escenario del Festspielhaus a contar algo al público a la menor excusa que tenga. Así habló de indisposiciones y de sus soluciones y hasta entregó un ramo de flores a Cheryl Studer, que interrumpió sus vacaciones mallorquinas para sustituir a la indispuesta Waltrud Meier. Por cierto que nadie se creyó la indisposición de ésta ya que poco antes se había peleado con el capo, pero realmente estaba enferma.
El hombre de moda este verano en el centro de la Europa musical ha sido Alberto Vilard, un millonario americano de origen cubano que no para de patrocinar acontecimientos musicales. Todo el hall del Grosses Festspielhaus salzburgués estaba lleno de fotos del mecenas, que ha aportado para el año próximo nada menos que mil millones adicionales a lo que ya daba. Aquí, en escala reducida naturalmente, Jesús Polanco desflora la margarita para decidir si apoya o no al Festival de Santander, su región natal, y con qué suma.
Nuestros teatros y festivales han de ponerse al día. Por Europa ya están hartos de recibir a periodistas que, como moscas, le piden fotos. Han descubierto que para quitárselos de encima lo mejor es colocar imágenes gráficas en sus páginas de internet y que desde allí se las descarguen los periódicos. Dentro de poco se podrán descargar desde ellas también las críticas. Se acabó el trabajo para algunos.
Plácido Domingo y Kent Nagano, que acaba de firmar contrato con la Ópera de Los Ángeles, tienen sumo interés en la partitura para piano de «Lancelot» de Albeniz. Quieren que Luciano Berio orqueste la segunda ópera del compositor español dedicada a los caballeros de la tabla redonda.
Ya vuelve ese temido Festival de Alicante que se celebra para gloria de los invitados madrileños entre vacíos y vacíos del público local y para vergüenza de alguno de los autores que programa. Esperemos que este año avisen con tiempo si hay cambio de orden en los programas. Así se evitaría que, al final de una obra, se levantaran a la vez a saludar el que la compuso y aquel que figuraba en el programa.
A un conocido agente musical italiano, Mario Dradi, le han embargado un montón de obras de arte. No debía dinero a nadie, no. Es que durante años se había dedicado a excavar en Jordania y había amontonado una colección tan impresionante que había comprado una casa de varios pisos en su ciudad italiana de residencia para llenarla de antiguedades. Lo malo es que se le ocurrió meterlas todas juntas en un container camuflado y sacarlas de Jordania. Le pillaron, le quitaron las piezas y le han puesto una multa que le hará olvidar el día en que le robaron su nuevo deportivo nada más sacarlo de la tienda.
Pavarotti ha pagado dos mil millones de pesetas por fumar la pipa de la paz con el fisco italiano. Ha tenido además que pedir excusas. Todo por querer disfrazar a Mónaco como su lugar de residencia. Sus mismos pasos parece seguirlos ahora Andrea Boccelli, el cantante ciego de los oyentes sordos. A mi me viene a la cabeza aquello de «Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar». ¿Saben por qué lo digo? ¿Se imaginan que aquí empezase la cosecha?
Leer para creer. No se cómo no da vergüenza a algunos decir ciertas cosas. El cantante ha declarado que le gusta Rachmaninoff porque es muy flamenco y cuando pone su música flipa y pinta mucho mejor. En cambio Bach no le gusta porque es muy matemático. Pues nada chico, haces pero que muy bien dedicándote a las letras.
Leer para creer. No se cómo no da vergüenza a algunos decir ciertas cosas. El cantante pop Alejandro Sanz ha declarado que le «enrolla» Rachmaninov porque es muy flamenco y cuando pone su música flipa y pinta mucho mejor. En cambio Bach no le gusta porque es muy matemático y retorcido. Pues nada chico, haces pero que muy bien dedicándote a las letras.
Y una alegría por la seriedad del público veronés y la crítica italiana. Se interpretó en la Arena el Requiem de Verdi. La soprano era una desconocida por estos lares pero que canta muy bien: Firenza Cedolini. El tenor que la acompañaba Andrea Boccelli, que se lo cree o se lo hacen creer. El público le protestó y la crítica le masacró. Lo incomprensible es que Lorin Maazel declarase que no entendía nada, que es un tenor estupendo y que iba a escribir una carta contra todas las críticas. O ha perdido el oído o hay mucho dinero por en medio. Ya veremos si Zubin Mehta toma nota, porque tiene programado con Boccelli otro Requiem y en sitio más serio, en la propia ópera bávara. Lean lo sucedido según ANSA: Due anni di corteggiamento non sono bastati per far scoppiare l’amore tra Andrea Bocelli e l’Arena di Verona. Quei civili fischi indirizzati ieri sera al tenore piovuti dagli antichi gradoni alla conclusione del comunque superbo Requiem verdiano (che ha d’altra parte sancito il trionfo del soprano Fiorenza Cedolins), sembrano destinati a rimandare ad altri tempi il matrimonio tra la Fondazione che gestisce il teatro all’aperto piu’ grande del mondo e il cantante-tenore. Colpa di una voce che ieri sera e’ apparsa senza potenza, probabilmente ingabbiata dall’emozione ma pur sempre una voce che ha trovato difficolta’ a farsi strada tra quelle degli altri solisti. Al termine cosi’, mescolati agli applausi, ci sono stati dissensi educati espressi con l’arma piu’ classica dei loggionisti e rimasti comunque limitati al momento del congedo degli artisti dal palcoscenico e che non ha raggiunto le stanze della Fondazione. »Oggi ho ascoltato e letto reportage sulla prova di Bocelli che mi lasciano perplesso – ha detto il sovrintendente Renzo Giacchieri all’Ansa – grandi dissensi non ne ho sentiti e quindi mi chiedo perche’ enfatizzare qualcosa che non c’e’ stato».
Plácido Domingo ha desmentido que James Levine se halle enfermo y que le hayan ofrecido la dirección artística del Metropolitan. Levine y él tienen varios proyectos en común. Al margen de éstos, grabará un nuevo «Tannhauser» y dirigirá a la Filarmónica de Berlín con un programa de sabor hispano.
El festival de Santander está de enhorabuena. Me cuenta el pájaro del bosque que a partir de su próxima edición tendrá un importantísimo patrocinador deseoso de hacer la competencia a la mismísima. Entre fortunas santanderinas anda el juego. Ya sabrán que me refiero a Jesús Polanco y Paloma O’Shea.
Y ya que estamos con el pájaro del bosque, contarles que el Bayreuth de este año no ha tenido desperdicio, como leerán en una próxima columna. Lo último ha sido escuchar a Tomás Marco retransmitir «Los Maestros Cantores» y oirle hablar y hablar de Beckmesser. Ironías del destino o de alguien que le encargó el trabajito con sentido del humor. Lo peor fue cuando se le coló un maestro cantor que utilizaba el rock y es que la UER ha sido un desastre total.
Creánme que no salgo de mis asombro. Tras mi última columna el jefe -Gonzalo Alonso, por si había dudas- no ha parado de recibir notas y recados. Todas son excusas por no habernos invitado a unos cuantos recitales pianísticos privados. Unos lo justifican como «olvidos imperdonables», otros como «olvidos perdonables», otros como «Imposibilidad de contactar», etc. El caso es que no sabía que hubiese tantos actos de este tipo en Madrid. Para colmo, del que realmente aludí no se recibió nada de nada. Cosas de la vida, muchos increíbles complejos de culpabilidad han quedado al aire.
Mi anunciado viaje de verano empezó por una boda en Portugal a la que asistió todo el poder político, económico y de la farándula. No faltó ni uno de los nombres de «relieve» que a ustedes se les pueda ocurrir. Y en actos así se come y, sobre todo, se bebe. En este además se bailó entre plato y plato. Bueno, pues miren por donde yo sabía que uno de nuestros políticos de más raza era un gran melómano. El que más. Lo que no sabía era que además le encanta tocar la batería. Y allí lo demostró, subiendose al podio de la orquestina y cogiendo los palitroques. ¿Que cómo tocó? Pues dodecafónicamente.
Miguel Zanetti, que tanto y bien ha acompañado al piano a la mayoría de nuestros grandes cantantes, ha decidido abandonar el teclado y buscar nuevas formas de permanecer en contacto activo con la música. Su primer trabajo tras la decisión comentada ha sido un laboriosísimo ensayo sobre la discografía del «Don Juan» mozartiano. Yo le animaría a escribir sus memorias, que seguro serían jugosísimas y estarían plagadas de anécdotas.
Conversación entre dos espectadores, pillada al vuelo en el patio de butacas del Teatro Real, al ver en el concierto de la mezzo Dolora Zajick a un conocido crítico del país acompañado de Octavio Aceves: «Mira, ya tiene quien le adivine el título de las propinas». Sin comentarios.
Y otra conversación. El primero le dice al segundo: «mira, ese es el nuevo director técnico del teatro», y el segundo le replica: «más bien será el viejo director técnico del teatro». Sin duda se refería a sus 69 años. El público, además de empezar a dar su opinión sin complejos, va dando rienda suelta a un sentido del humor que se echaba de menos y que tan bien quedó reflejado en las crónicas del teatro del siglo pasado.
Ecos de los comentarios en prensa de Gonzalo Alonso sobre el Premio Príncipe de Asturias a las Artes. Ya hasta en el programa «Tómbola» de Telemadrid, donde Jesús Mariñas leyó el pasado viernes parte de las opiniones de quien calificó como el crítico de referencia. Pues muchas gracias de su parte.
Buenas noticias para la música y, en especial, los solistas españoles. El pianista Angel Sanzo acaba de obtener el gran Premio «Princesa Lalla Meriem» en el concurso Internacional de Meknes (Marruecos) que celebraba su 4ª edición. La semana pasada, la pianista Kiai Nara obtuvo el 1er gran Premio «Robert Schumann» del concurso Internacional de Zwikau, ciudad natal del gran compositor.
Estos éxitos del pianismo español se suman a los del joven pianista Pedro Casals, que recibió el 1er Premio Infanta Cristina y finalmente al de Duncan Gifford, quien se llevó el gran Premio «María Callas» en un concurso célebre por la dificultad de su programa, que comprende nada menos que diez concierto para piano y orquesta y cuyo jurado estaba presidido por María Tipo.
A los estudiosos de nuestra música no pueden escapárseles dos detalles que llaman a la reflexión: tres de los jóvenes citados son alumnos del Real Conservatorio de Madrid y todos ellos han estudiado con el pianista y catedrático del mismo, Joaquín Soriano. Sin duda insttitución y profesor pueden sentirse orgullosos. Sólo resulta una pena que hechoa así no sean más difundidos.
La Orquesta Sinfónica de Madrid ha perdido el juicio interpuesto por la arpista Mickaele Granados contra la sanción que le fue impuesta de suspensión de empleo y sueldo de seis días por su ausencia sin comunicar en la «Margarita la tornera» del día 6 de enero y que se justificó a causa de un accidente de carretera. Lo curioso del caso es que se le impusiera la sanción nada menos que el 5 de abril. Como siempre suele haber una razón, miren por donde he mirado la programación del Real por esas fechas y se representaba «Sonambula», donde sus servicios no eran precisos. A eso se le llama conveniencia, que no seriedad.

Barenboim se fue tan encanyado de su visita madrileña y de las insinuaciones que recibió en voz baja y tentadora que volvió fuerte a su actual Berlín. O le dan los fondos que quiere o no renovará el 2002. ¿Qué haría entonces? Pues depende de cómo estén las cosas por aquí y de que su gran amigo español le de la venia.
Por cierto, a no pocos ha sorprendido la casai total coincidencia de diseño entre la medalla a las artes que le entregó la Comunidad de Madrid, firmada por Alberto Corazón -quien, por cierto también diseñará la nueva imagen de la Orquesta de esa misma Coumunidad- y el logotipo que aparece en muchos papeles del I.E.S.E. (Instituto Estudios Superiores de la Empresa, Universidad de Navarra). ¿Acaso tal logotipo ha sido pergueñado también por Alberto Corazón o se trata de una coincidencia, muy coincidencia?
Y esta semana está visto que nos ha dado por la Comunidad de Madrid. Su presidente estuvo en Hannover para poner de largo a su comunidad en la Expo. Entre las actividades programadas figuraba un recital musical. ¿Adivinan de quién? Es de perogrullo: de Rosa Torres Pardo, su pianista favorita. A mi me parece muy bien que los catalanes lleven sólo catalanes a estas cosas y así otras muchas comunidades, pero ¿no hay más artistas madrileños? Porque Torres Pardo, además de estupenda pianista, parece ya funcionaria de la Comunidad de Madrid.
No es noticia estrictamente musical, pero su música tiene miga. Rastreen los acuerdos de Villalonga con Agnelli en Italia, y piensen de qué más es dueño el italiano, para tener una pista más el intríngulis de la batalla campal desatada.
El presidente Aznar, felicitó por medio de un telegrama, al difunto premio Cervantes, Juan Carlos Onetti por su cumpleaños. Parece, que a su viuda, ex-socia de la Orquesta Sinfónica de Madrid, le causo por lo menos gracia.
¿Qué tendría en la cabeza Juan Cambreleng cuando, tras salir del Patronato de la Fundación Teatro Lírico, presentó a la prensa la programación de la temporada 2000-2001 que los abonados ya habían recibido por correo. En todos los diarios se publicó que el presupuesto de dicha temporada era de dos mil y pico millones, unos cuatrocientos menos que la anterior. Pues no, que si de verdad fuera de esos dos mil y pico millones, la diferencia no habría sido de cuatrocientos sino de cuatro mil. No, el presupuesto del Real es muy parecido al del Liceo, de algo más de seis mil millones. Lo que pasa es que esos dos mil citados son los que pone el Ministerio de Cultura.
Victoria de Los Ángeles anda ya más animada que antaño. Tanto como para haber vuelto a los estudios de grabación con las canciones de Toldrá y su gran amiga Alicia de Larrocha.
El mundo de los directores no levanta cabeza. Vean, Luis Antonio García Navarro fue operado hace unas semanas de una úlcera y ha tenido que suspender su actuación en el «Ernani» del Real y en el Festival de Granada. Ambas organizaciones contaban con ello y tenían sustitutos en cartera. Por su parte Miguel Roa sufrió un amago de infarto y, en tierras extrañas -como se sitúa el nacimiento del Ebro en ciertos libros de historia de cierta comunidad- se comenta que Levine tiene un principio de Parkinson.
Encuentros en la tercera fase: los que se produjeron en el Teatro Real durante la visita de Barenboim. No sólo volvió Alfonso Guerra al Real de sus amores malherianos, sino que también se volvió a dejar ver Joaquín Almunia, que llevaba una temporada desaparecido de los lares musicales. Además compró discos en la tienda. Pero a mí me llamó más la atención el encuentro entre Miguel Ángel Cortés -¡menudo presupuesto cultural que se lleva a exteriores!- con Helga Schmidt, la directora artística de la futura ópera valenciana. Tanto entendimiento da que pensar. Y, para encuentros, el de la ministra de cultura con Barenboim.
Los herederos se rebelan. Si Maribel Falla ha dado su visto bueno al cese de Weise en Sevilla tras pretender alterar una obra de Falla, también los herederos de Luis Fernández de Sevilla, libretista de «La del Soto del Parral», han puesto el grito en el cielo por las modificaciones introducidas por Jaime Martorell. Entre ellas se asigna el papel del viejo tío Sabino a un jovenzuelo y la acción casi pasa a Marrakesch.
Ros Marbá será el nuevo gerente de la Philharmonia gallega en sustitución de Rilling, cuyos problemas pueden leer más adelante en esta misma sección y en la de colaboraciones. También desde Galicia nos llega el nombramiento como gerente de Patrick Alfaya, hijo de Javier Alfaya, de la orquesta de Victor Pablo en sustitución del dimitido Enrique Rojas. Por su parte Enrique García Asensio ha decidido no renovar como director de la Orquesta Sinfónica de la RTVE.
Pinchas Zuckermann y Taffelmusik se han enfrentado. El primero, director de la Orquesta de Cámara de Toronto, se ha mostrado en contra de los instrumentos antiguos y la directora de la segunda agrupaciión le ha retado a tocar la misma obra cada cual con los instrumentos que prefiere. Zuckermann no ha contestado.
Hay cosas que dan esperanzas y en esta ocasión hay que alabar a Juan Cambreleng y agradecerle el ánimo que nos ha infundido a todos el saber que con setenta años aún podemos ser útiles. Cambreleng ha contratado como director técnico del Teatro Real, uno de sus puestos más importantes, a un viejo amigo de sesenta y nueve años. Alberto B. Alonso ocupó ese mismo puesto en el Colón, de Buenos Aires durante dos temporadas, cuando estaba prácticamente en ruinas y ahora dirigía el Teatro Avenida. Y hay que agradecer que, puesto que allí de tecnología punta nada de nada, le brinde la oportunidad de que aprenda un poco de la de nuestro Real. Y quizá hasta consiga que, antes de mediados de julio, se la enseñe el joven que venía desempeñando en funciones ese cargo y que, según me dicen, se halla feliz de tener un jefe con tanta experiencia. ¿Será verdad que más sabe el diablo por viejo que por diablo?
El comité de empresa del teatro Real informó ayer de que el teatro ha tomado represalias contra los acomodadores, subcontratados a la empresa de empleo temporal Umano, que protestaron el sábado contra su precaria situación laboral tiñéndose el pelo de blanco. La empresa considera la protesta «contraria a la imagen del teatro», y ha sancionado de empleo y sueldo a partir del día 21 de junio y durante trece días, a los trabajadores en días alternos, sustituyéndolos esos días con empleados de Prosegur en vez de Umano. Según la carta remitida a uno de los sancionados, la sanción se debe a haber contravenido «las más elementales normas de conducta e imagen fundamentales para el buen desarrollo de su trabajo y para la correcta prestación del servicio de sala». Al menos seis personas -de las 38 que adoptaron esta medida- han sido sancionadas. En previsión de que en la representación de hoy los acomodadores vuelvan a teñirse el pelo, «el Teatro Real ha contratado -a través de la empresa temporal- 15 azafatas para sustituirlos».
El Real ha nombrado nuevo director técnico a Alberto Alonso, argentino de 69 años, ex director técnico y ex gerente del teatro Colón de Buenos Aires, y ha cubierto así la vacante originada hace un año por la salida de José Luis Tamayo, que abandonó su cargo por desavenencias con Juan Cambreleng, gerente de la institución musical madrileña. El nombramiento de Alonso ha originado algunas quejas en el equipo técnico del teatro; estos empleados, en algún caso altos cargos del departamento, se quejan de que se enteraron del nombramiento por la prensa, al ver la noticia publicada ayer, en Abc y La Razón, antes de que se lo comunicara el gerente, Juan Cambreleng, lo que sucedió finalmente en una reunión celebrada ayer a media mañana. Un portavoz del Real explicó ayer -tras asegurar que no habían filtrado la noticia del nombramiento- que la decisión de nombrar a Alonso se tomó el pasado jueves en la comisión técnica, que fue comunicada al día siguiente a Daniel Bianco, adjunto al director técnico y director en funciones desde hace un año, y que «ha caído bien entre los trabajadores».
Un alto cargo del departamento técnico, que no quiso ser identificado, indicó ayer que Bianco dejará el teatro con la llegada de Alonso y a causa de sus roces con Cambreleng, «porque el gerente no tiene ni idea de cómo funciona un teatro, se comporta de una manera caciquil y maneja el Real como si fuera su cortijo». Fuentes del comité de empresa afirman que Bianco quiso ser director y no lo logró, y matizan que el teatro no les ha informado todavía oficialmente del nuevo nombramiento. La preguntas son: ¿le fue ofrecido el puesto a Bianco? En caso negativo ¿por qué no? ¿Qué referencias existen de Alberto B. Alonso? ¿Es lo más adecuado que un teatro con tecnología punta nombre director técnico a una persona de casi setenta años que en argentina no ha podido trabajar tecnologías avanzadas, cuya edad no es propicia para mantenerse al día sino para caer en la obsolescencia y que, posiblemente, vea el puesto como una jubilación en vez de como un reto? ¿Es cierto que García Navarro desaconsejó en su momento este nombramiento? …( Redacción propia y fuentes varias: La Razón, El País y ABC)

La dimisión del director de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, Klaus Weise, fue ayer el colofón de un largo conflicto en este conjunto musical. La razón de la dimisión fue, según la Orquesta Sinfónica, la negativa de los herederos de Manuel de Falla a que Weise realizara «varios cortes» en La vida breve . Los herederos del compositor gaditano se negaron a esta «mutilación», según informó la Orquesta Sinfónica a través de un comunicado. Lo cierto es que Weise y el gerente de la orquesta, Francisco Senra, mantenían fuertes discrepancias desde hace tiempo.

El maestro Weise pretendía, según los responsables de la Orquesta Sinfónica, alterar la integridad de La vida breve. El representante artístico del maestro en España comunicó ayer a los responsables de la Orquesta Sinfónica que Weise no dirigirá los conciertos de clausura de esta temporada, previstos para los próximos días 29 y 30. El programa incluye El amor brujo y La vida breve. La razón oficial de la dimisión fue, pues, la negativa de los herederos de Falla a aceptar alteraciones en La vida breve. Isabel de Falla, heredera del músico y presidenta de la Fundación Manuel de Falla, confirmó ayer su negativa a cualquier alteración en la obra del compositor gaditano. «A ese señor [Weise] no le conozco y no le he visto dirigir. Si ese señor ha dimitido porque no le dejaban interpretar la obra como quería, debería tener en cuenta el respeto al creador», explicó Isabel de Falla. «Los herederos de un músico deben velar para que se cumplan los deseos del compositor. Si el músico dejó dicho cómo deben quedar sus obras, no puede venir un director a tocarlas y alterarlas como le dé la gana», agregó Isabel de Falla. «Yo no sé si a ese señor le han prohibido o no tocar La vida breve. Pero si se le ha prohibido hacer esto, tengo que decir que me parece muy bien. Los herederos de un músico tenemos que defender los derechos del compositor, lo mismo que los herederos de un autor teatral defienden el que no se cambien las obras que ha escrito», explicó la presidenta de la Fundación Manuel de Falla. «Los compositores tienen el derecho a que sus obras se interpreten tal y como ellos decidieron», concluyó Isabel de Falla.
El gerente de la Orquesta Sinfónica de Sevilla se ciñó a la breve información dada en el comunicado. «No quiero decir nada más», insistió Senra. Con todo, el gerente señaló que Weise «no ha dimitido», sino que se ha limitado a «decir que no dirigirá los dos conciertos de clausura de esta temporada». «Su contrato terminaba el 30 de junio [el día de la celebración del último concierto]», manifestó Senra. Gran parte de los músicos de la orquesta han cuestionado la labor de Senra. Una fuente de la Consejería de Cultura que prefirió no revelar su identidad comentó que «Weise tenía los días contados». El consejo de administración de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla está integrado por representantes de la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento. «Había un descontento con el director. Weise no se llevaba bien con el gerente, al que acusaba de recortar actuaciones. Weise chocó con el gerente porque, a su juicio, Senra ponía trabas a que la orquesta tuviera una dimensión internacional. Según Weise, la Orquesta Sinfónica echaba el resto en sus actuaciones en Sevilla y Andalucía, pero no era capaz de salir de ese ámbito», dijo esta fuente de Cultura. (ABC)
Una de sociedad: el dramaturgo italiano Gian Carlo del Monaco acaba de tener una hija. La cosa no sería noticia en nuestras páginas si no fuese porque parece haber heredado los pulmones de su padre y, sobre todo, de su abuelo, el legendario Mario del Monaco.Y ya que estamos ocupándonos de del Mónaco, nos quedamos en Niza, de cuyo teatro es director. Emilio Sagi firmó el otro día el contrato para llevar a cabo en la ópera de Niza la mozartiana «Finta giardinera». Será su primera nueva producción en el extranjero tras dejar la dirección del Teatro de la Zarzuela, aunque también tiene un «Don Carlo» en Huston
¿Se acuerdan de la película «El regreso de los muertos vivientes»? Pues eso es lo que está sucediendo, o más bien alguien está intentando que suceda en la música. Quien siempre tuvo cargos no renuncia a estar sin ellos. Un muerto viviente podría volver a la palestra, fulminando eso sí a sus mentores, a quienes no se les ha ocurrido informarse a través de sus antecesores de los verdaderos motivos de un cese. Y es que la frase de moda es «mi único pecado fue llevarme mal con Miguel Ángel Cortés». Eso parece disculpar todo. Y no. Ojo que hay movimientos en torno a la dirección artística del Real.

El nuevo alcalde de Málaga, de la Torre, más melómano que Celia Villalobos, ha retomado el antiguo proyecto de construir un nuevo auditorio en la ciudad. Ahora es cuestión de acertar en las decisiones habituales: capacidad, polivalencia, sede de la orquesta local, sala de ensayos, especialistas en acústica… Todo ello preocupa a la Asociación de Amigos de la Orquesta de Málaga, importante apoyo cívico de la agrupación.

Y estuvo en Madrid Victoria de Los Ángeles. Volvió a dar unas clases magistrales en la Escuela Superior de Canto. Pocos se enteraron a pesar que los fondos viniesen del patrocinio de una empresa de seguros y que ésta quisiera publicidad y cámaras de televisión en las mismas. Afortunadamente esta vez los profesores no tuvieron la obligación de calificar como docente a la soprano aunque, al no haber participado el CPF, no les contarán las asistencias como cursos de perfeccionamiento.
Y ya que estamos en la Escuela Superior de Canto, una pregunta: ¿logrará María José Moreno terminar la carrera y conseguir el título? Parece que un par de profesores se lo están haciendo pasar muy mal en las materias escénicas. Igual de mal que se lo hicieron pasar hace años a Ana María Sánchez. ¿Acaso no está Moreno actuando por aquí y allá como cantante profesional? ¿Acaso esas actuaciones no valen posiblemente más que las clases?
La mayor parte del mundo cultural ha saludado con satisfación la llegada del nuevo director general del INAEM, Andrés Amorós, aunque no se entienda que no diesen a Andrés Ruíz Tarazona la oportunidad de funcionar sin los corsés de Cortés. Ocho meses no son nada para una tarea. Pero no todos están contentos. Sale en todos sus curriculum que fue responsable del texto del «Don Quijote» de Halffter, lo que no sale es lo que no se sabe pero yo sí sé. ¿Sabían ustedes lo descontento que el señor Amorós quedó con aquel proyecto? Y, ¿sabían ustedes que el señor Amorós no fue invitado inicialmente al estreno de su opera? Menos mal que finalmente alguien fue generoso…
Juan Cambreleng fue recibido por la nueva Ministra de Cultura el jueves 25 de mayo. La entrevista no tuvo los resultados que Cambreleng deseaba: una confirmación en su puesto. Pilar del Castillo estuvo protocolaria y se limitó a tomar nota de las sugerencias del gerente del Real. Su postura es dar tiempo al tiempo y pensarse más despacio lo que debe hacerse.
Gran cabreo el del director artístico del Real, García Navarro, a quien en el teatro están queriendo ningunear. Cuando gerente y director administrativo del teatro partieron para la toma de posesión de Amorós, nuevo director del INAEM, él estaba también en el recinto pero nadie le quiso avisar para que asistiese.
Conmoción en el mundo de las agencias musicales y orquestas. El Festival de Canarias firmó hace tiempo un contrato por el que se garantizaban ocho conciertos a la Filarmónica de Nueva York con un ciclo Brahms en el año 2000 y, como conseecuencia de él, también tocarían en el 1999. Se cumplió esto último, pero la subida imparable del dolar y algún otro factor han obligado al Festival a cancelar lo más jugosos del acuerdo. El coste del proyecto ascendía a unos 300 millones. El enfado en Nueva York ha sido enorme y Hans Schmidt, presidente de una de las más importantes asociaciones de agentes, ha puesto el grito en el cielo y amenaza con demandar al festival. Sin embargo otros públicos estarán de suerte ya que tales actuaciones se han desviado a otras ciudades y así en Madrid vendrán con Ibermúsica. Ello no es obvice para que se estén realizando gestiones con el propio Presidente de la Comunidad Canaria. Adivinen quién ha hecho de intermediario entre agentes y Presidencia. La respuesta da una clave importante relacioneda con otra institución musical, madrileña para más detalles.
Los tiempos avanzan que es una barbaridad, pero en la época de internet todavía siguen pasando cosas curiosas en el mundo de la música. Que se lo pregunten si no al público de Munich que asistió al estreno en aquella ciudad de «Las siete puertas de Jerusalem» de Penderevsky. Dirigía Lorin Maazel, quien también intervino en su estreno mundial, a la Filarmónica de Israel y era un sábado por la tarde. El concierto se retrasó porque ni los músicos habían previsto que a la hora programada todavía no se había puesto el sol -que ya estamos en primavera- y naturalmente ello no podían trabajar en sábado. Así que tocó esperar la puesta de sol.
A la revolución de directores de orquesta que se está produciendo en el mundo hay que añadir dos nuevos casos: Maris Janson deja Oslo, la orquesta que llevó a las alturas, y Bertrand de Billy prosigue su ascenso imparable como nuevo titular de la Sinfónica de Radio Austria. Y aún quedan muchos podios por ocupar.
Pues ya tenemos nuevo Secretario de Estado para la Cultura. ¡Qué alivio el de algunos! Hay quien la fecha de las elecciones la ve como el día del triunfo. Y hay quien ha respirado con las primeras declaraciones al volapie del entrante: «En el Real las cosas van razonablemente bien». Él, en cambio, no ha tenido tiempo para ello, que ya le ha llovido el primer varapalo por tal afirmación. Y ya que estabamos en el Real, allí hemos tenido ocasión de conocer a las duras lo que Cristóbal Halffter piensa de la retransmisión televisiva de su «Don Quijote». Más claro agua: una verdadera chapuza. Me gusta la libertad con la que siempre hablan los Halffter y generalmente la profundidad de lo que dicen. Lo que no me gusta tanto es intuir con mucha frecuencia detras de sus palabras bastantes intereses y, también a veces, que me suenen a «pavo real». Lohengrin al menos iba en cisne.
No sólo nuestros preclaros compositores como García Abril, Cristóbal Halffter o Luis de Pablo utilizan los textos de nuestros clásicos para sus óperas, sino que la literatura española avanza hasta en la ópera internacional. Ahora le llega el turno a Lorca y «La casa de Bernarda Alba», ya que el compositor y pianista alemán Albert Reimann se encuentra escribiendo la música de una ópera sobre aquel drama que se estrenará en breve. ¿Llegará a ser tan conocida como el «Lear» (1978) que estrenase Fischer Dieskau?
Y una pregunta: ¿Por qué se anunció en la presentación de la próxima temporada de la Orquesta Nacional que acudiría a la Expo de Hannover y sin embargo no figura en la programación oficial? Si, en cambio, aparece la JONDE. ¿Se trata de un olvido de los señoritos de prensa alemanes o es que se presenta en una actividad paralela? Y ya que estamos en la Expo, adivinen qué compositor español está que brama con ella y, más obvio aún, adivinen los motivos. Una pista: tuvo y tiene mucha vinculación con Alemania.

Rafaél Frühbeck de Burgos, José Vicente Cervera y Andrés Ruíz Tarazona, respectivamente director emérito, director técnico de la Orquesta y Coro Nacionales de España y director general del INAEM, dieron a conocer su temporada 2000-2001, configurada con 24 conciertos de los que 19 serán protagonizados por los conjuntos propios -en 6 de ellos intervendrá el coro- y 5 por otras tantas orquestas invitadas: las Sinfónicas de Barcelona, Bilbao y Tenerife, Real Philharmonía gallega y Orquesta de Córdoba.
Entre los directores invitados figuran los españoles Ros Marbá, Pedro Halffter, Tamayo, Victor Pablo, Galduff y Mena o los extranjeros Weller, Bertini, King, Schneider, Steinberg, Herbig, o Pehlivanian. Precisamente con estos dos últimos se realizarán sendas giras españolas. La orquesta, que participará en el Festival de Granada, inaugurará el de Atenas y en los próximos días intervendrá en la Expo de Hannover. Durante todo junio se desplazarán a EEUU, tocando en Nueva York, Washington, Miami, Los Ángeles, Sacramento, Huston y Dallas.
Aparte de los encargos, a Sánchez Verdú y Calandín, también se estrenaran partituras de Llácer, de Pablo, Rebullida y Halffter, estando también presentes otros autores españoles como Marco, García Abril, Prieto, Escudero, etc.
En el acto de presentación fue ampliamente debatida la situación de la orquesta, abogando Frühbeck por una estructura administrativa sólida.
Muchos esperaban la llegada de Luis Alberto de Cuenca. Sobre todo cuando le vieron aparecer junto a Pilar del Castillo en un acto muy tratado. «Ya nos hemos quitado de encima a Cortés» fue el comentario generalizado. Pero aquel día, sólo aquel día, poco duró la alegría en la casa de los pobres. Y es que a los diez minutos apareció Miguel Ángel Cortes, todo sonriente y presumiendo de poderío. ¿Sabenn a quién se llevó de la mano? Pues a la mismísima señora Presidenta. Con eso está dicho todo y si nno, que se lo pregunten a Piqué como antes se lo pudieron prreguntar a Esperanza Aguirre o a Mariano Rajoy.
Y ya que estabamos en el Real, allí hemos tenido ocasión de conocer a las duras lo que Cristóbal Halffter piensa de la retransmisión televisiva de su «Don Quijote». Más claro agua: una verdadera chapuza. Me gusta la libertad con la que siempre hablan los Halffter y generalmente la profundidad de lo que dicen. Lo que no me gusta tanto es intuir con mucha frecuencia detras de sus palabras bastantes intereses y, también a veces, que me suenen a «pavo real». Lohengrin al menos olía a cisne.
Valencia me mata. ¡Menuda la que se armó en «Salomé». Todo porque había mucho veterano debutante en papeles que no conocían. Sigfried Jerusalem se declaraba en ABC «enamorado del personaje de Heródes» pero no tenía ni puñettera idea del papel. La gran Gwyneth Jones se quejó de que no le daba bien las entradas y ella, que también debutaba en su papel, se hacía un lío. El director de orquesta se mosqueó y dijo que o él o Jerusalem… Menos mal que hubo sensatez en el Palau y se negoció un acuerdo: dirían que Jerusalem estaba enfermo y se sustituiría por otro. Puestas assí las cosas a esperar qué pasa con Julia Varady en el esperadísimo «Requiem» de Verdi.
¡Cuidado que hay que agradecer cosas! Hasta a quienes de ellos uno no podía esperar nada. Pues resulta que El País me dedicó nada menos que tres párrafos el pasado sábado. Y es que Lissner ha escrito un libro, en uno de cuyos capítulos trasluce bien a las claras todas su amarguras y resentimientos españoles. Lo de menos es que no entienda que el Real no se podía inaugurar, tras estar cerrado desde 1925, con una ópera extranjera, un reparto de cantantes extranjero (salvo Domingo), un director de escena extranjero, un director de orquesta extranjero, una orquesta extranjera, un coro extranjero y… El Real debe ser un foco de cultura y estar abierto a la que venga de cualquier parte, pero tanto, tanto… Menos mal que ministra y presidente de la Comunidad de Madrid se dieron perfecta cuenta del absurdo y decidieron abrir simbólicamente con la obra que Manuel Falla no logró estrenar en el Real. Y, otra cosa, dale con echar mis culpas sobre el sr. Alonso. Que no, que no se enteran. Prometo hablar de todo ello una vez leído entero su libro. Pero sólo aquí, para nuestro público tan especial, tan curioso. En periódicos y revistas, nada de nada, pues entre mis capacidades no están, por el momento, las de resucitar a los muertos. Eso sí, mi más sincero agradecimiento por tanto tenerme en cuenta -con más espacio que a ministros y presidentes- y el elogio inmerecido de atribuirme tanta influencia y poder. ¡Dios, se me van a subir los humos a la cabeza! Y gracias a Juan Ángel Vela por haber tenido el acierto de pasar a El País el capítulo del libro de Lissner para que nos podamos enterar de sus amarguras. Pero yo me pregunto: ¿no estará también un poco amargado aquél a quien Salgado quiso contratar por doce millones como su personal asesor artístico? Vela no fue contratado. No hubiera sido lógico cuando había un director artístico (Lissner), que a su vez tenía una asesora artística en lo vocal (Eva Wagner) con una ayudante y una Comisión Ejecutiva en la que trabajaban gratuitamente gente tan «poco experta» en temas artísticos como José Antonio Campos (director de la Zarzuela en su etapa de regeneración), Eduardo Casanueva (ampliamente conocido en Santander como promotor con su familia de actividades musicales) o Gonzalo Alonso. ¿Les aclara ésto ahora el sentido de muchas de las cosas y críticas que leen en algún periódico? Esto, que era algo sabido en los ambientes profesionales de la música y muy comentado, ha de ser ahora conocido más ampliamente a fin de valorar las cosas en su auténtica dimensión.

Los tiempos avanzan que es una barbaridad, pero en la época de internet todavía siguen pasando cosas curiosas en el mundo de la música. Que se lo pregunten si no al público de Munich que asistió al estreno en aquella ciudad de «Las siete puertas de Jerusalem» de Penderevsky. Dirigía Lorin Maazel, quien también intervino en su estreno mundial, a la Filarmónica de Israel y era un sábado por la tarde. El concierto se retrasó porque ni los músicos habían previsto que a la hora programada todavía no se había puesto el sol -que ya estamos en primavera- y naturalmente ello no podían trabajar en sábado. Así que tocó esperar la puesta de sol.

A la revolución de directores de orquesta que se está produciendo en el mundo hay que añadir dos nuevos casos: Maris Janson deja Oslo, la orquesta que llevó a las alturas, y Bertrand de Billy prosigue su ascenso imparable como nuevo titular de la Sinfónica de Radio Austria. Y aún quedan muchos podios por ocupar.

Estuvo en Madrid sin conceder ni una sola entrevista la mítica Joan Sutherland, esposa de Richard Bonynge, a quien acompañó mientras dirigía «La Sonambula» en el Real. Tuvo tiempo para ir a Toledo y al Escorial. Allí, donde comió, fue obsequiada por un admirador anónimo con una botella de cava. Se enteró de su identidad cuando aquel admirador, un crítico musical, se lo dijo cenando al día siguiente. Y es que el mundo es un pañuelo. Eso sí, un poco más grande que el que tejía la soprano en los ensayos, entre pieza y pieza, sentada en una silla en el escenario del antiguo Real, cuando estuvo en él en 1979 para un concierto.

Ya se ha recompuesto la situación tras la espantada de Victor Pablo, que debía dirigir «Manon» en el Teatro Real y que por «motivos personales» decidió cancelar. Su sustituto será Sutej, el antiguo director de la Sinfónica de Sevilla que, en principio, no parece un experto en Massenet.
Si hace unos días les contaba cosas de Barcelona, ahora la cosa va de Sevilla. Allí los chicos de la orquesta están sacando los pies del plato y traen frita a la consejera de cultura del Gobierno regional. Resulta que algunos profesores le ponen el veto a Luis Izquierdo y no quieren que les dirija. Bastante poca consideración para quien durante años mantuvo la vida sinfónica en la ciudad y se desvivió por la orquesta. Claro que los de ahora son todo menos andaluces.
Vuelvo con la Sinfónica de Sevilla. Hay una anécdota que redondea la oposición a Luis Izquierdo y que no deja de ser jugosa. Hace un par de temporadas, durante los ensayos de «Barbero de Sevilla» en la Maestranza, uno de los atriles, oriental para más detalle, tuvo la osadía de indicarle al director, Alberto Zedda cómo había que tocar a Rossini. ¿Qué pensaría el musicólogo revisionista de tanta partitura rossiniana y director artístico del Festival de Pésaro, la ciudad natal del compositor?
Bueno, ¿y cómo es que la Sinfónica de Sevilla no puede ofrecer conciertos paralelamente a la temporada de ópera? Un paseo por la Sinfónica de Madrid no les vendría nada mal. Alguien tendría que cantar las cuarenta.
Mucho jaleo ha traído el «Lohengrin» en el Liceo barcelonés. Los oyentes de Radio Clásica han podido escuchar vítores y abucheos. De lo que pocos se han enterado es de la sustitución del tenor protagonista en una de las representaciones a causa de una indisposición de Niskanen. El que vino en el último momento no se pudo aprender un papel tan difícil en lo escénico, así que cantó Lohengrin desde un palco mientras en escena se movía otro. La ópera es ya de por sí complicada en lo vocal y cuando se añade la complejidad escénica sin haber covers la cosa se complica…
Y ya que estamos en Barcelona, me gustaría saber si finalmente el Liceo tuvo que indemnizar a Edita Gruberova y con cuánto por el traje que se rompió durante los conciertos de «Beatrice di Tenda».
Con Barcelona seguimos. En el Auditorio hay muchos dolores de cabeza porque también hay cabezas que amenazan con rodar. Y es que la variada programación de la temporada no ha conseguido atraer suficiente público y en muchos de los espectáculos es un espectáculo el vacío del patio de butacas. Pero el problema no es sólo de comercialización, sino estructural y esto tiene más difícil solución.
He aquí el emai que he recibido referente a la «Lady Macbeth» de Rostropovich que vimos en el Real y que recaló en Nápoles sin pagar, eso no, los 260 millones de Real:
«Luego de un ensayo y medio, Rostropovitch se tomó el primer avión para
París, abandonando la producción en Nápoles. Te imaginas que lío!
Sabía que el coro estaba mas o menos, la banda le gustó pues es mucho mejor
que la de Madrid, y con la orquesta dijo que había que trabajar
técnicamente. En el segundo ensayo pidió ensayar con la cuerda solo, y le
dijeron que el reglamento no lo permitía, que tenía que citar a toda la
orquesta. Aceptó. Y empezó a trabajar con las cuerdas, alternando con toda
la orquesta. El trombón se quejaba que había mucho volumen sonoro en la
posición en que estaban, pedía números que no «venían», repetían errores de
lectura del primer ensayo. Y para terminar, cuando estaba otra vez
ensayando con las cuerdas, el primer oboe se levantó y dijo que puesto que
el ensayo era así, él se iba. Y se fué.

Y Rostropovitch detrás. Juntó todo, se fue al hotel, y de ahí a Roma.
Recibió visita de todos, desde la orquesta, los directores, el oboe que
fue a disculparse, faltaba el Papa. Nada!!!! Los besó a todos, y dejó
a todos con el problema…

Y así quedó la cosa. Ludmillin tomó los ensayos…»
(¿Muchas gracias al remitente anónimo!)
Y, ahora, un acertijo: ¿a qué se fue Rostropovich a París? Pues a seguir desempolvando documentos de la Rusia de los zares. Ya sabenn ustedes y si no lo sabían ya lo saben, que los papeles de Rasputín recientemente aparecidos lo han sido gracias al dinero de esa fundación. Bueno… y supongo que también de los casi 300 millones que el Real pagó por «Lady Macbeth». ¿Saben cuál es el total de presupuesto artístico de la Maestranza? Pues 400 mill. Comparen.
Pues no, Sr. Taibo. Gonzalo Alonso no ha pedido que le echen a usted de su trabajo. Ni yo tampoco, que lo único que he hecho es escribir el comentario a su poco afortunada alocución -¡qué delicado me estoy volviendo!- en la retransmisión del concierto de Edita Gruberova en el Real, que puede leerse líneas más adelante. Digo esto porque al Sr. Taibo se le ocurrió decir falsamente el pasado domingo en su retransmisión de la ONE que Gonzalo Alonso había pedido que le echasen y por eso iba a ser más breve que habitualmente. En fin, Sr. Taibo, se impone una rectificación voluntaria u obligada. Quizá ahora sí que haya alguien que pida un cese. Les paso en «Dialogos de Besugos» el email que Taibo me envió y mi respuesta. Y no perdamos con todo esto el sentido del humor, que la vida es sueño y, con todo esto, hasta animamos el patio.
Dos divos de terrenos diferentes y ambos ya maduritos y resabiados coincidieron en Madrid para tocar el «Tercer concierto para violín» de Mozart. Eran el israelita Pinchas Zuckerman y el japonés Hiroyuko Iwaki, violinista y director respectivamente. Solistas y directores hay muchas veces que no se entienden. Recuerden aquel día en que Bernstein quiso advertir al público que la interpretación que iban a escuchar era un desastre con el que no estaba de acuerdo, pero que la culpa la tenía el pianista Glenn Gould. Hoy aquella grabación es de las más buscadas. Pero mucho me temo que no pase lo mismo con el Mozart de Zuckerman e Iwaki. En el recuerdo quedará sólo el enorme enfado del violinista.
Claro que para enfado o probablemente más que enfado incredulidad la de Zubin Mehta. La reciente adquisición de Zaplana para la ópera de Valencia, Helga Schmidt, se llevó al director titular de la Ópera de Munich para tratar de convencerle de que aceptase algún tipo de dirección en el de Valencia cuando venza su contrato alemán, que será poco más tarde de estar disponible el nuevo teatro. Mehta, que la noche anterior de dirigir en el Auditorio Nacional de Madrid había cenado en Horcher con la Reina, se encontró con que no era recibido por el Presidente valenciano, por más que Schmidt lo intentó. Al final, tras muchos esfuerzos, un encuentro protocolario. Y Mehta dijo que hasta mañana.
Felicidades dobles a Cristóbal Halffter, por su cumplaños del viernes y por esa justa medalla de oro de la Comunidad de Madrid que le será entregada por su Presidente el dos de mayo.
¿Será verdad lo que, según varias y diversas fuentes, va a cobrar Helga Schmidt como directora artística de la nueva ópera valenciana? Me hablan de treinta millones. Más que Cambreleng y García Navarro juntos.
Llegó el temido «Caballero de la rosa» al Teatro Real. Justo un par de horas antes el gerente del teatro, Juan Cambreleng, llamó al director artístico y director musical de las representaciones, García Navarro, para informarle que iba a haber público dispuesto, con sus abucheos, a no dejarle empezar la función. Con tales ánimos García Navarro tomó la batuta y, tras un flojo preludio, se sobrepuso y dirigió una correctísima versión de la ópera de Strauss. Fue una versión desde la humildad de dejar el protagonismo a las voces y casi camerística en su concepción. Tal y como quería Strauss, más Mozart que Lehar. Cuatro reventadores intentaron lo de siempre pero esta vez sin resultado alguno. El público ovacionó a todos sin exclusión. Fue una victoria de García Navarro por mayoría absoluta, pero nunca lleve a gusto de todos y hubo, dentro de la casa, quien no se quedó tan contento con la victoria porque esperaba con fruición la debacle.
Y dos acertijos. Allí, en «El caballero de la rosa», ¿saben cuál fue el encuentro más sonado? El de dos grandes mezzos: Agnes Baltsa y Teresa Berganza. Ésta acudió para ver una obra que le entusiasma y la griega en calidad de esposa real del barón Ochs. ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? Le preguntó Baltsa a Berganza al encontrársela en un pasillo. ¿Y saben quién dio la nota más alta? La propia Baltsa al cantar el «feliz cumpleaños» a un amigo en la posterior recepción.
El viernes actuó de nuevo en el Auditorio Nacional el Orfeón Donostiarra. Y, para mí, que sí sonaron. Así que no acabo de entender la opinión de Kurt Masur en el pasado festival de Canarias. El titular neoyorquino dijo entre amigos que el Orfeón «no sonaba».
Estos días corría un rumor por Valencia: Colin Davis o Zubin Mehta iba a ser director artístico del futuro teatro de ópera de Valencia. Pues bien, nada de nada. O quizá sólo los intentos de alguien por vender mejor su contrato personal. Y es que Mehta tiene más que de sobra con Munich, Israel y el mayo Musical Florentino y Davis no quiere ni saber nada de ópera por el momento ni estar lejos de su familia durante demasiado tiempo.
Giuseppe Sinopoli es en estos momentos el director más solicitado. Su dimisión de la Ópera de Roma sin apenas haber pisado tierra no le preocupa. El teléfono está a punto de sonar para ofrecerle la dirección de las orquestas de Boston o Nueva York. Y es que el amigo Wildford anda detrás de colocar a uno de sus directores en uno de los muchos puestos vacantes en las primeras orquestas del mundo.
«Don Quijote» ha sido un éxito e incluso se han escuchado unos cuantos «bravos». Lo curioso de lcaso, como comentaba más de un espectador es que dichos «bravos» proviniesen de algunos acomodadores. ¿Estarán intentando ganarse así un puesto laboral fijo en el teatro? Realmente el Real debe ser el único teatro del mundo donde los acomodadores son cla.
Kafka con la Gruberova. Como «Don Quijote» no tenía intermedio, el señor Taibo aprovechó el descanso en el cooncierto de Edita Gruberova para colocarnos un supuesto coloquio con los Halffter padre e hijo. Digo supuesto porque el locutor y presentador casi se largó un monnólogo. ¿Cuándo aprenderán los presentadores que no nos interesa en absoluto su vida ni tampoco lo listos que son y cuántas cosas saben? Abunda la especie que trata de meter en cada pregunta toda una muestra de la ciencia que acaban de adquirir al leer los programas de mano de los conciertos que retransmiten. Lo sorprendente del caso es que TVE no se de cuenta que lo único que se consigue con tales despropósitos en echar para tras al espectador televisivo. Pues bien, entre monólogo y monólogo de Taibo, Pedro Halffter se echó al monte para decir, más o menos, que no debía nada a su padre y que en España no estábamos enterados de lo gran director que es ya que acostumbra a dirigir las mejores orquestas europeas. Hombre, tanto, tanto… Y dicho esto, añadiré que me pareció formidable su trabajo en «El Quijote». Puede ser llegar a ser un director importante.
Más de los Halffter. Cristobal se empleó a fondo para que la crítica de su obra en El País la firmase Enrique Franco y no Juan Ángel Vela. Fue en vano, pinchó en hueso. Y además fue mejor para él, ya que Vela valoró todo lo que había que valorar la puesta en escena de Wernicke, absolutamente decisiva para el éxito del «Quijoote».
Y ya que estamos en el Real, comentar el miedo que Juan Cambreleng ha cogido de pronto a la gran lámpara. Últimamente no se sienta debajo de ella. ¿O es que quizá le han conminado o ha advertido finalmente que el director de un teatro no se puede sentar en medio del patio de butacas como un espectador más? El homenaje a Kraus debió ser la lección definitiva.
Viaje al Liceo. Juan Francisco Marco, antiguo director generral del INAEM y ahora miembro de la comisión gestora del Liceo por la Diputación catalana, es uno de los nombres a tener en cuenta para suceder a CaminalLlorens Caballero. Tiene en contra el pertenecer al PSOE y lo que a Pujol le interese tras lo que suceda en las elecciones. , de Convergencia y a la chita callando, también hace cola.. Y también lo que passa en otros paises, que no somos los únicos.
Hay a quien, en su momento actual, ha perdido sus tradicionales y admirables ironía y sentido del humor. Lean a continuación frases de las notas al programa que escribió Tomás Marco para el concierto de homenaje de Alfonso Aijón a Enrique Franco en su ochenta cumpleaños. ¡Felicidades Enrique!
En lo que se suponía era una biografía comentada sobre el homenajeado aprovechó para intentar saldar viejas cuentas personales. Decía así: «…Y es que el trabajo de un crítico, especialmente si es mucho más que un crítico y se convierte en el catalizador de las ideas musicales de una época, no se mide en libros publicados, especiamente cuando la mayoría de esos libros están directamente (y mal) fusilados del francé o el inglés…» Piensen un poco a quién, que publique libros en abundancia, se puede querer referir. En otras líneas, quien firmaba críticas de conciertos en los que una orquesta que él dirigía tocaba obras suyas, se lamentaba de intrusismos en la crítica musical con este párrafo sin desperdicio: «…Y también el defensor y exegeta desde los medios de comunicación en un momento de ruptura, de batalla y de hostilidad generalizada pues, ayer como hoy, la crítica musical, con sus naturales y honrosas excepciones, era en España el principal camino de intrusismo en el terreno de la música y refugio de ignorantes, papanatas snobs y, como no, tontos de remate. Y sabido es que los tontos hacen tanto daño como los hijos de Satanás (y se puede ser las dos cosas)…» ¡Toma ya! ¿En quién, a quién desde luego tiene gran cariño, estaría pensando el ilustre compositor? Una biografía sobre Enrique Franco no era el sitio más adecuado para echarse al monte, por mucho que intentase loar la figura de Franco frente a otro crítico de El País, con quien el homenajeado no mantiene buena armonía y a quien ese medio va dando cada día más cancha. Querido Tomás, teniendo objetivamente razón en parte, conviene ser más exhaustivo en la apreciación. Porque, puestos a ser, se puede ser todo lo anterior, ignorante, papanata snob, tonto de remate, hijo de Satanás y, además, corrupto. Y, por supuesto, muchas más cosas. Y eso todos, afortunadamente todos, ya lo sabemos a estas alturas de la película. Como sabemos mucho más. ¡Y hasta hemos llegado a fumar en pipa!

Cuando un concierto ya había empezado, la Reina, más de una vez, se negó a entrar a su discreto palco a la izquierda del escenario del Teatro Real, cuando era sala de conciertos. El día de la primera de la «Lady Macbeth» de Shostakovich -¿o era de Rostropovich?- llegó tarde entre otros el ministro de defensa. Aguardó en la sala de protocolo hasta que concluyó el larguísimo primer acto, se tomó un cava y unos canapés y pasó al segundo acto. Álvarez Cascos llegó tarde pero pasó a un palco con la música sonando. Dicen que tuvo la culpa el jefe de protocolo del teatro. Hombre, a mí me choca que el jefe de protocolo no conozca el protocolo del Real o que pasase al vicepresidente a un palco con toda la parnafrenaria del mundo. Pero como alguien ha de pagar los platos rotos, con las elecciones a la vuelta de la esquina, ese alguien no conviene que sea Cascos. Además un grupo de comunicación muy concreto anda tras cualquier suceso para armar bronca. Y con motivos como el anterior pues ya está armada la gresca y, además, con razón. Al Real vamos a tener que entrar con casco… o con Cascos si llegamos tarde.

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