LES PÊCHEURS DE PERLES (G. BIZET)

Palau de la Música, Valencia. 16 Mayo 2015.

No son muchas las oportunidades que uno tiene de poder asistir a una representación de una ópera de Bizet que no sea Carmen. Pescadores de Perlas es la única dentro de su catálogo que de vez en cuando aparece en las programaciones de los teatros. De ahí el interés en asistir a esta representación, aunque fuera en forma de concierto, ya que contaba con la dirección del Michel Plasson y un reparto vocal importante. Lamentablemente, las cancelaciones y las correspondientes sustituciones se han llevado por delante una parte importante del interés inicial.

Tengo que decir que habían transcurrido 10 años desde la última vez que asistí a una opera en concierto en el Palau de la Música de Valencia y me ha sorprendido la deficiente acústica del recinto, al menos en la localidad en la que yo me encontraba (platea lateral derecha). La vez anterior,  y en una localidad central en el primer piso, no había tenido esa impresión.

Michel Plasson

Tanto inicialmente como una vez conocidas las cancelaciones, el mayor interés del concierto estaba en la presencia del francés Michel Plasson al frente de la dirección musical.  Hace unos meses tuvimos ocasión de disfrutar de su maestría en el Werther de Bilbao y ahora se ha repetido la experiencia en Valencia. Llama poderosamente la atención que una persona a sus casi 82 años de edad pueda dirigir una ópera sin sentarse en ningún momento. Dos horas en movimiento   en un podio no es un ejercicio al alcance de cualquier veterano. Pero es que además Michel Plasson volvió a demostrar que es un estupendo músico de principio a fin. Esta opera de Bizet tiene bastantes altibajos y no es nada fácil mantener la tensión y el interés del espectador durante toda la ópera y hay que reconocer que Michel Plasson lo consiguió plenamente. Sin duda, fue él triunfador de la noche, sacando un excelente partido de la Orquesta de Valencia, que me produjo una muy favorable impresión. La Coral Catedralicia de Valencia lo hizo bien, mejor en la sección de féminas que en la de hombres.

El  reparto  vocal  no  fue  el  inicialmente  programado,  excepto  en  el  caso  de  la protagonista femenina. Huelga decir que los sustitutos no estuvieron a la altura de los sustituidos.

Nadir fue interpretado por el tenor ruso Dmitry Korchak, sustituyendo a Celso Albelo. Desconozco los motivos de la cancelación del tenor canario, pero la verdad es que lo sentí. Dmitry Korchak lo hizo bien, aunque su voz seguramente no es del gusto de todos los aficionados. Su interpretación de la famosa aria Je crois entendre encore tuvo buen gusto, aunque hubo cierto abuso de emisión mixta, que en momentos sonaba a falsete.

Dmitry Korchak

 La soprano francesa Annick Massis fue una buena intérprete de Leila. La voz no tiene la frescura de hace unos años, pero se mantiene en buen estado, cantando siempre con gusto y mostrándose cómoda en las notas altas.

La otra sustitución fue la del barítono italiano Simone Piazzola en la parte de Zurga, desconociendo también en este caso los motivos. Su sustituto fue el barítono suizo
Richard Rittelmann, cuya actuación dejó bastante que desear. La voz tiene muy poca calidad y resulta bastante basto en su canto. Lo único salvable de él es su expresividad, poco bagaje para tan largo viaje…

Nicolas Testé fue un adecuado Nourabad, demostrando que no tiene problemas para hacer carrera por sus propios medios.

Annick Massis

El Palau ofrecía una entrada de alrededor del 80% de su aforo. El público se mostró cálido con los artitas, dedicando las mejores ovaciones a Michel Plasson. No hubo saludos individuales.

El concierto comenzó con 6 minutos de retraso y tuvo una duración de 2 horas y 21 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 1 hora y 57 minutos.

El precio de la localidad más cara era de 30 euros, costando 15 euros la más barata. Aquí sí que parece que la ópera está al alcance de todos. José M. Irurzun