Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

Últimas 20 entradas

Últimos tuits de Beckmesser

Barenboim a ritmo de vals
Caza de brujas
Por Publicado el: 11/12/2008Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

Una contestación

Una contestación
Un amigo, no impuesto en la ópera pero sí en el teatro y otras áreas culturales, recientemente asistió por vez primera a una representación en la Scala. Se trataba de una “Traviata” con el viejo pero aún vistoso diseño escénico de Liliana Cavani y con Mariella Devia, José Bros y Renato Bruson sobre el escenario. Me comentaba con sorpresa el escaso entusiasmo que había observado en el público, cuando él pensaba que los intérpretes habían estado bien y la producción era atractiva y me pedía si podía darle alguna explicación. El caso es muy común y posiblemente la haya.
La etapa de Lissner en la Scala encuentra bastante contestación en su política de recuperar antiguas producciones -los costes mandan- más que vistas por el público milanés. Con los aficionados locales, los apasionados en uno u otro sentido, ya hartos de verlas, se puede contar poco. Tampoco es que ello le importe demasiado a Lissner, pues el actual público del teatro responde al perfil de alto ejecutivo invitado por su empresa o un proveedor. Hay, como sucede también en las primeras de nuestro Real, un cierto distanciamiento entre butacas y escenario que se traduce en una frialdad que sólo se logra romper con la actuación genial de algún artista.
Violeta ha sido siempre papel fetiche en la Scala desde Callas y Visconti. Caballé nunca se atrevió a cantarla allí y Freni sufrió lo indecible. Tampoco para Devia, gran artista, resulta el personaje adecuado. Para transmitir y emocionar hay que dominar el papel. Si el renombre de Devia podía influir positivamente en los espectadores, cada día más atentos a famas que a calidades, no tanto el de Bros, mientras que el gran maestro Bruson está muy lejos de su mejor época.
La mezcla de público social con escasa preparación y atención a los nombres más que a los hechos; producciones veteranas o vanguardistas imposibles de entender en títulos populares, cuando no repertorios para exquisitos programados atendiendo más al gusto personal del director de turno; artistas en papeles poco idóneos, etc se traduce en la crisis que vive la ópera fuera de nuestras fronteras. Cuando las barbas de tu vecino….

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos

calendario operístico 2023