¿Qué hará Ricardo Muti?

Tras su decisión de abandonar la Ópera de Roma, no tiene ningún teatro en Italia en el que pueda no ya trabajar sino influenciar. En la Scala todo está siendo un desastre. Se había programado una «Aida» con Maazel, que falleció y hubo de ser sustituído por Mehta. Se pretendía ofrecer un gran homenaje a Prêtre en su 90 cumpleaños en el que cantaría Alagna, olvidando su espantada de hace años, pero Prêtre se cayó en el baño y se lesionó. Alagna reconsideró y renunció a volver pensando en el temible loggione. Adiós a Prêtre y adiós a Alagna. Al poco tiempo enferma el veteranísimo Nello Santi, quien también figuraba en la programación. El Requiem de Verdi que dirigía Chailly en homenaje a Abbado se queda sin sus dos principales figuras. Kaufmann se indispuso en el último minuto y Harteros olvidó su documentación con lo que no pudo subir al avión previsto y tuvo que esperar a arreglar los papeles.

Hay ya quien piensa si Pereira no será gafe, recordando que tuvo que cerrar su Salzburgo con un «Trovador» sin Domingo por la enfermedad del tenor.

Chailly no es muy querido por los músicos de la Scala. ¿Logrará el regreso de Muti al teatro como símbolo de reconciliación?

A todo ésto el alcalde de Roma decide despedir a coro y orquesta. Posiblemente la idea sea seguir ofreciendo espectáculos con cuerpos invitados o contratar unos conjuntos ajenos como el Teatro Real.  Muti podría regresar a Roma, pero quizá con su Orquesta Cherubini.

En Torino y en Nápoles dimiten sus respectivos directores musicales: Noseda y Luisotti por sus enfrentamientos con los intendentes.

¡Menudo panorama el de nuestros vecinos! Mal de muchos, consuelo de tontos. Aquí algunos cuerps estables bien harían en tomar nota de los masivos despidos romanos.