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Por Publicado el: 09/03/2017Categorías: En vivo

Concierto en ni fu ni fa: Mutter y Ferrández en JM

Ciclo Juventudes Musicales

Concierto en ni fu ni fa

Obras de Brahms y Beethoven. Anne-Sophie Mutter y Pablo Ferrández. London Philharmonic. Vladimir Jurowski, director. Auditorio Nacional. Madrid, 7 de marzo de 2017.

El ciclo de Juventudes Musicales logró uno de los mayores llenos de la temporada justo cuando anuncia su desaparición para ser absorbido por Ibermúsica. Su público se encontró con el prospecto de la próxima temporada de Ibermúsica como sugerencia para su futuro abono y Juventudes se dedicará a sus becas y otras labores culturales. La oferta musical en Madrid es enorme y resulta complicado lograr aforos con los que poder pagar las programaciones, con lo que las deudas contraídas por muchos organizadores se vuelven insostenibles.

Era lógica la expectación, y hasta el Rey emérito se apuntó, dado el programa con el doble concierto de Brahms y la “Sexta” beethoveniana. Además, la veteranía de Anne-Sophie Mutter conjugándose con la juventud de Pablo Ferrández, acompañados de la London Philharmonic bajo dirección de su titular Vladimir Jurowski. Sobre el papel un concierto de campanillas, en palabras de Antonio Fernández Cid. Sin embargo hay veces en que los pronósticos fallan y ésta fue en parte una de ellas.

Se conjuntaron razonablemente veteranía e inexperiencia, porque ambos solistas se ayudaron mutuamente. La violinista cuidó de no apagar con su más amplio sonido al cellista y éste, muy atento a ella, la dejó comandar la versión. Pero el resultado de un sonido contenido por parte de los solistas no fue compartido por los de Londres, a quienes en ocasiones se les escapó el volumen que deberían haber reservado para la escena de la tormenta de la “Pastoral”.

Posiblemente no tuvieron mucha ocasión de ensayar el Brahms, pero sin duda Jurowski y su orquesta han de tener más que trabajada la “Sexta” y sin embargo sólo lograron desarrollar una lectura en tono “ni fu ni fa”. Una versión gris, sin especial atractivo, con un desleído allegreto final que no llegó a provocar auténtico entusiasmo en el ilusionado público. Aún quedan otras dos excelentes ocasiones para el desquite con Pogorelich, Leticia Moreno, San Petersburgo y Temirkanov. Esperemos que en ellas se cumplan las expectativas. Gonzalo Alonso.

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