Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

Últimas 20 entradas

Últimos tuits de Beckmesser

Batiashvili-Petrenko-Widmann-Kaufmann-Kim-Rana.-Filarmonica-Berlin-23-24La Filarmónica de Berlín avanza su temporada 23/24
Estadisticas-beck-meses-abril-2023Estadísticas de Beckmesser abril 2023
Por Publicado el: 09/05/2023Categorías: Noticias

Crítica: Simone Young dirige la Orquesta Nacional

Paisaje quejumbroso

Obras de Pärt, Chin y Chaikovski. Alban Gerhardt, violonchelo. Simone Young, directora. Orquesta Nacional. Madrid. Auditorio Nacional, 5 de mayo de 2023.

Gerhardt-y-Young-Orquesta-Nacional

Gerhardt y Young, Orquesta Nacional

Una sesión que, muy inteligentemente, titula en sus notas la musicóloga Elena TorresVisiones de un Oriente destilado”: las tres obras programadas enriquecen la tradición sinfónica occidental “con músicas venidas de otras latitudes como forma de ensanchar sus horizontes creativos”. Algo claro en el Cantus del estonio Arvo Pärt, que plantea un sencillo panegírico fúnebre en memoria de Benjamin Britten. Un canon a la antigua que destila un profundo sentimiento de dolor. El lento crecimiento, con abundantes divisis, fue bien modelado e impulsado por la diestra y activa batuta de la australiana Simone Young (Sidney, 1961).

Muy interesante el “Concierto para violonchelo” de la coreana Unsuk Chin, discípula en su tiempo de Ligeti, algo que se percibe en su delicada manera de tejer progresiones y sonoridades. Extrema habilidad la de la compositora para combinar lo oriental de su tradición con las estructuras de la música occidental. La profesora Torres nos explica el papel del solista, protagonista del drama que se cuenta, que tiene un sentido metafórico y que fue en esta ocasión el mismo creador de la obra, el chelista alemán Alban Gerhardt, que con una soltura asombrosa superó las innúmeras dificultades de la escritura: armónicos, pasajes de escalofriante digitación, sobreagudos, saltos arriba y abajo, ataques en el filo… Y lo hizo con una seguridad admirable.

Los cuatro movimientos, que se siguen sin práctica solución de continuidad nos muestran una escritura puntillista, con abundantes “glissandi”, con momentos de insólito lirismo, soliloquios sobre pedales… Todo ello fue abordado con decisión por Gerhardt, que, curiosamente, se integró posteriormente en la orquesta para tocar la “Sinfonía Patética” de Chaikovski. El acompañamiento de Young, sobre los mimbres de una buena Nacional fue cuidadoso y puntual, quizá a falta de esa extrema delicadeza que se pide.

La directora australiana, de gesto amplio, de batuta volandera, de brazos muy activos, de sinuosas anacrusas, dibuja con seguridad, aunque da la impresión de que en su juego falta siempre algo de precisión, de exactitud, de análisis orientado a una adecuada conjunción de elementos; y de clarificación de líneas y de texturas, lo que motiva a veces que nos parezca que deja algo por atar, por conjuntar, por rematar, por definir. Nos gustó, sin embargo, el progresivo crecimiento hacia el clímax, tras la exposición de los primeros temas, del Adagio; Allegro non troppo inicial. Al Allegro con grazia le faltó la finura valsística, la transparencia ideales. Buen impulso en el Allegro molto vivace, con las riendas bien atadas, en progresivo crecimiento, y adecuado toque fúnebre en el Adagio lamentoso postrero, bien delineado y con excelente prestación orquestal, a falta de una mayor matización. Arturo Reverter

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos

calendario operístico 2023